Carlos Fernández-Vega
México SA
Alimentos por las nubes
México, medalla de oro
Estómago dependiente
Cuando se trata de buenas noticias, lamentablemente
México suele quedar fuera de la jugada, pero cuando se trata de malas es
recurrente que aparezca entre las primeras menciones, y en este sentido la FAO
reporta que en junio pasado nuestro país obtuvo la medalla de oro en lo que se
refiere a crecimiento de precios de los alimentos en América Latina, algo
no observado desde octubre de 2009; es decir, en plena crisis del catarrito.
Y el galardón obtenido no considera la crisis del huevo, ni la cadena de
aumentos en otros productos, con lo que en julio y agosto no sólo ratificó su liderazgo en
este sentido, sino que hasta mención honorífica se llevó.
El organismo especializado de la Organización de Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura advierte que la inflación anual de
alimentos en México se duplicó entre abril y junio de 2012, y la perspectiva no
es nada grata, pues en julio y agosto se registró la brutal escalada en el
precio del huevo (más de cien por ciento de incremento), lo que ha repercutido
en los precios de otros productos. En el contexto latinoamericano, tal
inflación alcanzó su mayor nivel en lo que va del año, al registrar una
variación de casi 9 por ciento entre junio de 2011 e igual mes de 2012. Este
nivel resulta 0.8 puntos porcentuales mayor al reportado en el mes previo. Se
trata de un nivel similar al registrado en enero de 2012 (8.7 por ciento). La
inflación anual general regional, en contraste, continúa su trayectoria
descendente: entre enero y junio de este año dicha tasa redujo su ritmo de 6.9
a 6 por ciento. El alza en la inflación anual de los alimentos fue influida
fundamentalmente por aumentos en las tasas de México, Argentina, Brasil, Costa
Rica y Ecuador. En Brasil y México, la inflación anual de alimentos subió más
de un punto porcentual respecto lo reportado en mayo de 2012.
En la región, la inflación anual de alimentos alcanzó su
mayor nivel en lo que va del año, al registrar una variación de 8.9 por ciento. Comparado
con el mes anterior, cuya tasa anual fue de 8.1 por ciento, este nivel es mayor
en 0.8 puntos porcentuales. En contraste, la tasa de inflación anual de la
región ha venido reduciéndose paulatinamente, desde 7 por ciento en diciembre
de 2011 a 6 por ciento en junio del presente año. Sin embargo, la brecha entre
la inflación anual de los alimentos y la inflación anual general se amplió a casi
3 puntos porcentuales, nivel no observado desde abril de 2009. En consecuencia,
la incidencia de la inflación de los alimentos en la inflación general también
incrementó su participación al pasar de 32 por ciento al cierre de 2011 a 38
por ciento en junio de 2012, apunta la FAO.
Sólo dos países de la región registraron un descenso
anualizado en los precios de los alimentos: El Salvador y Paraguay. El más
reciente Índice de la FAO para los precios de los alimentos mostró una
reducción de casi 2 por ciento en junio, producto, principalmente, de un
descenso de 5.6 por ciento en aceites y grasas. Sin embargo, durante julio se
registró un alza repentina en maíz y trigo en el mercado
internacional, resultado de la sequía en Estados Unidos, alza que alteró los cálculos
respecto de la disponibilidad de estos granos en el corto plazo.
Considerando únicamente los países con aumentos en los
índices de precios de los alimentos, destacan las incidencias de carne de
pollo, tomate y cebolla, al igual que durante mayo. La carne de pollo fue el
producto de mayor incidencia en República Dominicana, donde aumentó 14 por
ciento y el tercer producto con mayor incidencia en Nicaragua, con una
variación de 1.6 por ciento. La carne de res, en tanto, participó de forma
importante en la inflación mensual de Bolivia, a pesar de que el incremento en
su precio fue menor a un punto porcentual. El tomate fue el producto de mayor
incidencia en Costa Rica, con un aumento de 15 por ciento en un mes. En México,
el jitomate incrementó su precio en más de 51 por ciento, mientras que el
tomate verde lo hizo en 23 por ciento. En Colombia el precio de este producto
aumentó 15 por ciento. La cebolla fue el tercer producto de mayor impacto en la
variación del índice de precios al consumidor en Costa Rica, donde aumentó 12
por ciento, y es uno de los productos con mayores alzas en Argentina y en
República Dominicana, con variaciones de precios de 6.3 y 15.4 por ciento,
respectivamente. Otros productos de relevancia en las inflaciones de los países
de la región fueron frutas, como la papaya en Costa Rica (variación de 27 por
ciento), y la naranja en Nicaragua (aumentó de 38 por ciento). Finalmente, el
precio de la lechuga varió más de 37 por ciento en Argentina.
Como se observa, el panorama es bastante ingrato, pues a
la escalada de precios de los alimentos se suma la constante pérdida del poder
adquisitivo de la mayoría. Ya el Banco Mundial emitió una alerta por
el incremento de 25 por ciento en el precio del maíz y trigo a escala mundial,
entre junio y julio, y de 17 por ciento en el frijol soya (La Jornada, Víctor
Cardoso). Los precios de los alimentos volvieron a subir bruscamente y
amenazan la salud y el bienestar de millones de personas, advirtió el organismo
internacional en un reporte emitido en Washington. Según la alerta sobre
precios de los alimentos, del Banco Mundial, las condiciones climáticas son una
causa importante de las bruscas alzas internacionales de precios
observadas en julio pasado.
“La sequía que afectó a Estados Unidos –el mayor exportador
mundial de maíz y frijol de soya– provocó daños masivos en los cultivos de
verano de estos productos. Al mismo tiempo, la escasez de lluvias en la
Federación de Rusia, Ucrania y Kazajstán contribuyó a las pérdidas en las
producciones proyectadas de trigo”, explicó el reporte. Los precios de los
alimentos, pronosticó, se mantendrán altos e inestables a largo plazo debido a
una creciente incertidumbre en torno a la oferta, mayor demanda de una
población que va en aumento, y baja capacidad de respuesta del sistema
alimentario” (ídem). De acuerdo con el Departamento de Agricultura de Estados
Unidos, 63 por ciento de las tierras cultivables del país registran niveles de
sequía que van de moderada a extrema.
Las rebanadas del pastel
Sirva lo anterior para recordar que alrededor de la mitad
de las muchas o pocas viandas que los mexicanos sirven en sus mesas proviene de
los mercados internacionales, de tal suerte que el panorama no resulta nada
atractivo.
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