TENDAJON MIXTO
Detener las (contra) reformas
neoliberales
Por: Jaime Ornelas Delgado
Cada vez es más difícil creer que el PAN abandonará Los
Pinos. Las amenazas de impulsar la segunda generación de reformas para
fortalecer al neoliberalismo, que se han comenzado a cumplir con la reforma
laboral, muestran crecientes identidades entre el PRI y el PAN; ahora es más
fácil encontrar ente estos partidos afinidades que diferencias; éstas no
existen o se diluyen cada vez más.
Quienes suponían que la manera como se dio la imposición
de Peña Nieto, sería el único mensaje autoritario del régimen se han equivocado
rotundamente, pues la manera como se ha iniciado el programa de (contra)
reformas, muestra la decisión del gobierno panista y del priista su decisión de
ir más allá hasta donde lo exija y requiera el fortalecimiento del
neoliberalismo; aún más, la forma de actuar imponiendo las reformas a la ley
labora, al margen de los trabajadores, muestra un profundo autoritarismo
necesario para imponer cambios a la ley federal del trabajo para beneficio
evidente y descarado de la oligarquía y las corporaciones transnacionales, que
tan grandes ganancias obtienen en México a costa de la precarización del
trabajo, procesos que hoy transcurre a contrapelo de la ley, pero que con
la aprobación de la iniciativa enviada por Calderón al Congreso dicho proceso
de precarización y superexplotación del trabajador se hará legalmente.
Pero hay reformas faltantes que la derecha priista y sus
corifeos panistas (o si usted quiere verlo a la inversa también es correcto),
están decididos llevar a cabo. Una de ellas es la pomposamente llamada reforma
hacendaria, consistente simplemente en generalizar el IVA, es decir, aplicarlo
a todo aquello que hasta ahora se encuentra exento de ese gravamen, como los
alimentos y las medicinas. De aprobarse esta iniciativa, apoyada por el PRIAN,
de inmediato comer y curarse será más caro y esa carestía la resentirán con
mayor fuerza los trabajadores informales…, pero también los formales. Seguro a
Carlos Slim, a Emilio Azcárraga o a Salinas Pliego el aumento del IVA ni
cosquillas les hará, pero a los trabajadores de uno, dos o tres salarios
mínimos, que suman millones y son la mayor parte de los trabajadores, se
empobrecerán aun más. Pero además, la aplicación del IVA a medicinas será la
puntilla para el IMSS, el ISSSTE, el ISSSTEP o el Hospital Universitario, que
pagarán de inmediato más por las medicinas que compran para cumplir con el
derecho de sus afiliados.
Una (contra) reforma más es la energética, con la cual se
quiere avanzar en la entrega de las empresas públicas del sector a capital privado,
y en especial a las empresas transnacionales y dejar que Pemex siga invirtiendo
en la construcción de hoteles flotantes encargados a empresas gallegas a punto
de la quiebra pues desde hace seis años nadie eles encargaba ni una chalupa.
En estas tres (contra) reformas, están de acuerdo
Calderón y Peña Nieto, quienes nos las lanzan en paquete. Por eso resistir la
primera, la laboral, es oponerse desde ya a las siguientes (contra) reformas y,
e consecuencia, al depredador modelo neoliberal.
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