Carlos Fernández-Vega
México SA
Pensiones a modo
Calderón al gozo
Mexicanos al pozo
De lo bien que han hecho las cosas en el gobierno y el
mejor resultado social ofrecido a los mexicanos, tras 30 años de reformas
modernizadoras, dan cuenta dos elementos: a) en México, 62 por ciento de la
población económicamente activa carece de una pensión digna, sobrevive con
salarios de hambre y se le impuso un esquema de retiro privado y raquítico;
y b) a partir del próximo primero de diciembre, con apenas 50 años cumplidos,
Felipe Calderón (uno de los inquilinos de Los Pinos que aumentó la edad para
obtener la jubilación) será pensionado con 215 mil pesos mensuales (casi 72
veces por arriba de la pensión promedio en el ISSSTE) por sólo un sexenio de
chamba.
Doce años atrás, cuando se cumplían tres años de la moderna
reforma que privatizó el sistema nacional de pensiones del IMSS, Ernesto
Zedillo, entonces inquilino de Los Pinos, afirmaba que los trabajadores de
México cuentan hoy con un régimen de pensiones a la altura de los mejores del
mundo. Ahora, los trabajadores tienen la seguridad de que al retirarse tendrán
una pensión justa. ¡Y esto es un gran triunfo de todos! Es muy satisfactorio
saber que las pensiones que se han otorgado desde la entrada en vigor de la
reforma, son sustancialmente superiores, en promedio, a las que se recibían
antes. El nuevo sistema de pensiones es además altamente redituable. Cuando se
propuso este sistema y más tarde cuando se puso en marcha, algunas voces
escépticas señalaron que el ahorro de los trabajadores no podría tener para
ellos rendimientos atractivos. Era preciso modernizar un sistema que resultaba
cada día más insuficiente, más insatisfactorio para cubrir las pensiones
vigentes entonces, y que tenía, además, evidentes iniquidades. Los trabajadores
han podido apreciar el valor de este nuevo sistema y lo han adoptado con
entusiasmo. Y se quedó tan tranquilo.
Dos sexenios después de aquella perorata, el Banco de
México reconoce que 62 por ciento de la población económicamente activa,
es decir, más de 31 millones 561 mil personas, no cotiza en un esquema que le
permita contar con un retiro digno (La Jornada, Víctor Cardoso). No es
gratuito, pues, que la OCDE ubique a nuestro país en el último lugar dentro de
esa organización (34 países) en lo que a menores pensiones otorgadas a sus
trabajadores se refiere. En este renglón, muy cerca de México se encuentra
Chile, el padre (Pinochet de por medio) de las modernas reformas a
los privatizados sistemas de ahorro en América Latina, controlados y exprimidos
por las trasnacionales financieras.
El paraíso, pues. En cambio, sin importar el tiradero que
deja y el grave daño que le hizo al país, el actual inquilino de Los Pinos, con
50 años de edad, entregará el puesto sólo para recibir (mentadas aparte) 215
mil pesos mensuales de pensión vitalicia por sus seis años de estadía en la
residencia oficial. En cambio, los trabajadores beneficiados con las modernas
reformas al sistema de pensiones deben cumplir 65 años para obtener una
pensión verdaderamente raquítica y violatoria de la norma y el espíritu
constitucionales. Al aprobarse la reforma a la Ley del Issste, Felipe
Calderón aseguró que con ella se salvó la institución, y así los
trabajadores al servicio del Estado recibirían una jubilación promedio cercana
a 3 mil pesos mensuales. Qué bueno, porque él se lleva 215 mil pesos por mes.
Sobre este último tema, la Agencia Proceso difundió la
siguiente información: “después del primero de diciembre, una vez que entregue
la banda presidencial al priísta Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón devengará
un sueldo de 215 mil pesos mensuales aproximadamente en su calidad de ex
presidente. Además, tendrá a su disposición 45 elementos del Ejército (un
general, cuatro jefes de tropa, ocho oficiales y 32 miembros de tropa) y 22
elementos de la Marina (dos almirantes, cuatro oficiales y 16 miembros de
tropa) para su seguridad y la de su familia. Según información revelada por el
periodista Daniel Lizárraga en el noticiario de Carmen Aristegui en MVS
Noticias, Calderón ya anticipó al grupo de reporteros que lo acompañaron a su
gira por Rusia que no rechazará la pensión vitalicia que el Estado otorga a los
ex mandatarios, por lo que al concluir su gestión, el primero de diciembre
próximo, cobrará su sueldo íntegro, de aproximadamente 215 mil pesos mensuales.
“Con base en los dos reglamentos correspondientes al
otorgamiento de pensiones y prestaciones a los ex presidentes –uno aprobado en
1976 y otro en 1978–, Calderón gozará de un aguinaldo anual de 43 mil pesos, un
seguro de vida por 8 millones de pesos y un seguro de gastos médicos mayores
para él y para su familia hasta por 390 mil 600 pesos. ‘Ningún país tiene un
sistema tan generoso, esto no sucede en ningún país de América Latina’, dijo el
periodista… Pero eso no es todo: Calderón, quien pretende dedicarse a la academia
al término de su mandato constitucional –tiene una oferta formal de la
Universidad de Texas–, estará bien resguardado, junto con su familia. De
acuerdo con el reglamento, contará con la protección de 45 elementos del
Ejército y 22 de la Marina. Aparte de personal del Ejército y la Marina,
Calderón tendrá a su servicio a 23 empleados administrativos, todo con cargo al
erario. El gobierno federal destinó al pago de pensiones, escoltas y personal
de apoyo de los ex mandatarios poco más de 209 millones de pesos”.
Jauja para los trabajadores, y medianía republicana para
los ex mandatarios. De acuerdo con la estadística de la Comisión Nacional del
Sistema de Ahorro para el Retiro, los recursos de los trabajadores administrados por
las Afore son ligeramente mayores a 1.8 billones de pesos, 71 por ciento de los
cuales están en manos de sólo cinco empresas financieras (tres de ellas
trasnacionales): Citi Bank-Banamex, BBVA-Bancomer, Grupo Sura, GNP y Banorte.
Oficialmente existen 47.8 millones de cuentas de ahorro, de las que alrededor
de 40 por ciento permanecen inactivas. El 72 por ciento de los trabajadores
afiliados a las Afore obtienen entre uno y tres salarios mínimos (El Universal).
Las rebanadas del pastel
¿Así de modernizado o más? Lo mejor del caso es
que en la famiglia financiera del sector público insisten en que para
consolidar una pensión digna se requiere fomentar la competencia entre las
administradoras de fondos para el retiro, es decir, lo mismo que se pretendía
con la moderna reforma de 1997, y a estas alturas cinco de esas
empresas (de 13 en total) acaparan 71 por ciento de los fondos administrables,
sin considerar que los salarios son miserables.
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