María Teresa Jardí
http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=22&idTitulo=193847
La derecha es vengativa por naturaleza. El individualismo es una de las cosas que propicia. Si primero soy yo y el otro no cuenta. Lo que haga y diga el otro que me afecte debe tener una consecuencia. La derecha es promotora de todo tipo de venganzas infames. Ayer ponía como ejemplo el caso de Alberto Patishtán un preso político. Pero la derecha aprende de sus errores y como son los intereses los que unen la derecha, la derecha sí entiende lo de que la derecha unida jamás será vencida.
Mientras que esto no sucede con los que se siguen reivindicando de “izquierda”, sobre todo en los momentos electoreros a manera de que votemos por ellos. El PRD es el mejor de los ejemplos. Aunque nada le quede ya de la izquierda vinculada a la República, al socialismo, SIEMPRE a las mejores causas y no a cuestiones meramente económicas, para unos cuantos lideres que se fingen “representantes” del resto y actúan sólo en beneficio propio o en el mejor de los casos asumiendo lo ordenado por los jerarcas de sus respectivos partidos a pesar de saber que van en contra del pueblo que los sufre. La derecha siempre aprende. Mientras que la otra una y otra vez comete los mismos errores de siempre.
Tomo dos ejemplos dejados en el tintero pero sobre los que pienso a menudo compartir con ustedes. Uno es el del IFE. Otro el de un crimen impune y probadamente atroz vinculado a una extraña muerte.
El IFE encabezado por Ugalde tuvo las pruebas de las muchas “irregularidades” cometidas por el PAN para imponer como sucesor de Fox a Felipe Calderón. Pero no obró en consecuencia y se negó a contar los votos uno a uno a pesar de que de haberle ganado Calderón por un solo voto a Andrés Manuel eso habría bastado para que Calderón no llegara como usurpador y probablemente en ese caso no se habría convertido en genocida en aras de una legitimación que nunca alcanzó. El TRIFE habló también de “inconsistencias” pero legalizó lo del fraude.
Pero aprendieron los nuevos inquilinos del IFE y los del TRIFE que lo de reconocer “insuficiencias e inconsistencias” traía aparejado como precio, de la ilegal resolución, el recordatorio de la ciudadanía al respecto, no es que los actuales tan cínicos hayan quedado mejor parados, con el desprestigio que esto implica, que no es tampoco que le importe a la mafia política apoderada del poder, pero igual incluso cuando se tiene que celebrar la boda de los hijos en lo oscurito se paga el precio, que traen consigo las falsas resoluciones a modo de la mafia que ha condenado a México a ser el laboratorio del imperio yanqui como puerta de entrada al resto de países de América Latina. Económicamente bien recompensados, pero traidores a la nación donde vieran por primera vez la luz del día mientras vivan y condenados a formar parte para siempre de la historia mundial de la ignominia.
El otro ejemplo es el del asesinato impune de Abraham Polo Uscanga. El honorable ex magistrado fue aobligado días antes a pedir su retiro anticipado. Fue un crimen atroz y despiadado, ordenado, sin la menor de las dudas, por la derecha. Ordenado por atreverse a denunciar los cambios que en la Constitución y las leyes secundarias venían haciendo, a modo del país que desgobernaba la derecha neoliberal y entreguista. A Abraham lo asesinaron siendo cabeza del Ejecutivo federal Ernesto Zedillo.
La derecha ha permeado a los jerarcas de todos los partidos políticos convirtiendo en podrida a la clase que apoderada del país toma, para todos, decisiones que sólo a unos cuantos mafiosos benefician.
Pero también aprendieron que el ejecutar a un magistrado obligado a ponerse de rodillas despertaba indignación temporal de un pueblo al que se le ha ido cancelando la memoria.
Y la extraña muerte de Jorge Carpizo, quien declaraba demasiado y escribía más sobre la errónea conducción del país, se dio sin duda, si no fue natural, lo que yo opino y muchos otros que lo querían también, pero lo que no se sabrá, quizá, nunca, se realizó, como crimen de Estado, también, crimen de Estado es sin duda el de Polo Uscanga, de manera más sutil.
Mientras la derecha aprende. La “izquierda” sigue empeñada en repetir los errores de siempre. Es claro que las revoluciones hoy tienen otros componentes que van mucho más allá del uso de la violencia. El mundo virtual ha abierto posibilidades enormes de luchas menos cruentas por lo menos por parte de los que tienen la razón que no son nunca los asesinos que los otros sí son. Pero la sola vía electoral no es el camino. Los estudiantes lo han entendido y por eso los están desapareciendo forzadamente como otro crimen infame de la derecha genocida.
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