Conjeturas
Alvaro Cepeda Neri
Los peñistas y el resto del PRI que no tuvo más que “apechugar” la manera mediática-televisiva como se autoimpuso Peña como candidato único, tras el gravísimo tropezón en la Ibero que ha multiplicado la rebelión de más de 20 millones de estudiantes y jóvenes con credencial de elector, tarde se dieron cuenta que son el enemigo número uno de Calderón (y del PAN a la deriva con la pobrecita Josefina en el tercer lugar de las encuestas y en una de esas la perversa maestra Gordillo con su títere Quadri, la rebasa y deja en el sótano). Y que éste no duerme maquinando cómo usar la información sobre la corrupción de connotados priístas, como el “hombre del maletín”: Luis Videgaray, alter ego de Peña. Y es que el priísmo, sobre todo a partir del salinismo, cometió grandes abusos (como la partida secreta inaugurada con Carranza, de donde Salinas se embolsó miles de millones de pesos, según dijo Luis Téllez en una conversación a través de su celular que fue exhibida públicamente).
Los priístas, en su mayoría (ahí está el reportaje de la hija de Deschamps, el vitalicio “líder” petrolero, en el periódico Reforma: 19/V/12), han sido pillos de larguísima cola de ratón. Y durante los sexenios del PAN, sus desgobernadores siguieron cometiendo pillaje y medio. Humberto Moreira –protegido de la Gordillo y acogido por Peña– y sus pandilleros, saquearon la hacienda de Coahuila con más de 30 mil millones de pesos. Así que Calderón escarbó y juntó las pruebas de esas raterías (se le olvida que van a perseguir a los calderonistas por su corrupción, empezando por García Luna, los contratos del caso Mouriño, enredado con el grupo cercano al mismo Calderón a través de César Nava y una larga lista ratonil). Y las guardó para cuando le fueran necesarias.
Hoy, con motivo de que Peña lleva la delantera en las encuestas, cada día a su paso le tira cáscaras de plátano. Para colmo, el movimiento estudiantil y de los jóvenes-ciudadanos decidió salirle al paso al priísmo y éste por un error táctico, en lugar de quedarse calladito, sigue descalificando a los muchachos de la universidad jesuita que, educados en ejercer su libertad política, han movilizado a los estudiantes del país contra el peñismo. Calderón se frota las manos, pues todo lo que merma al priísmo ayuda a su causa. Y va con todo para sabotear a un PRI que pensó tener el camino franco y no sabe cómo parar la embestida calderonista que los tiene contra la pared aún con sus mítines con acarreados. Saben que les pisa los talones López Obrador. Que no las tienen todas consigo. Que si ganan será con un triunfo pírrico y que no tendrán mayoría en el Congreso.
Día y noche, con su adicción, Calderón se mantiene con los ojos muy abiertos y filtrando pruebas de la corrupción del PRI, mientras procesa a militares vinculados con Peña y va por más denuncias e informaciones que minan al candidato del PRI, que se le nota angustiado. No sabía de las perversidades de Calderón y hasta dónde era capaz de llegar con su alternativa: suspender las elecciones o dejar que triunfe López Obrador, pero que a ningún precio gane Peña.
cepedaneri@prodigy.net.mx
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