Julio Hernández López
Astillero
Reivindicar el fraude
Empresarios purificados
Calderón, ¡a la PGR!
Calderón, ¡a la PGR! ¿Feliz fin de fiesta?
El Instituto Federal Electoral tuvo a bien
desempolvar recuerdos del fraude 2006 mediante una ceremonia efectista y ociosa
de presunta reconfirmación de civilidad a la que hizo concurrir como firmantes
a los cuatro candidatos presidenciales (aunque la dedicatoria de ese volátil
compromiso pareciera dirigirse abiertamente a uno de ellos).
Villano jurídicamente señalado seis años
atrás, el sector empresarial se constituyó ahora, con el beneplácito del
consejero presidente del IFE, en promotor y supuesto garante de la legalidad
que en 2006 rompió para agredir mediáticamente al candidato perredista pero que
ahora consideró imprescindible ensalzar y defender. De los mensajes televisivos
envenenados de entonces, y las pretensiones de que los subordinados laborales
sufragaran conforme a los designios de los patrones electoralmente tutelares, a
la solemne proclamación de la República de las Leyes Impecables y las
Instituciones Similares.
Y ¡ay de aquel que ayer se hubiera atrevido a
poner en tela de jucio las súbitas intenciones nobles del Consejo Coordinador
Empresarial y su espectáculo expiatorio de las firmas recabadas! Leña mediática
verde se hubiera juntado de inmediato para quemar en estos días de reflexión silenciadora
al candidato hereje que hubiera mencionado los múltiples indicios de fraude
electoral por venir. Un toque más de humor grotesco provino de la inclusión del
sindicato de pilotos como otro testigo de honor del intento de
convalidación mediante chantaje del proceso electoral desde ahora tan en
entredicho: diarias violaciones a la ley en el proceso de Mexicana de Aviación,
que constituye una de las vergüenzas del régimen calderonista, y el IFE cree
prudente lucir a un sindicato de trabajadores que en parte ha sufrido de la
represión y las trampas del sexenio espurio.
Delatora urgencia previa de convalidación de
un proceso en sabido peligro. Si hubiera parque no estaría usted aquí, es
la frase que se atribuye al general Pedro María Anaya en respuesta a la
exigencia que en 1847 le hacía un militar estadunidense, en el convento de
Churubusco, para que entregara las municiones sobrantes luego del asalto
invasor. Si la legalidad no estuviera lesionada desde ahora no habría necesidad
de que ustedes estuvieran aquí, pudo haber parafraseado el administrador del
engaño electoral, Leonardo Valdés Zurita. Pero todos firmaron. Andrés Manuel
López Obrador, el destinatario real de todo el montaje, ha dicho una y otra vez
que no cree que se pueda dar un fraude electoral, y asegura que Morena tendrá
suficientes y eficaces representantes en todas las casillas. Así que también
firmó, sin objeciones ni protestas, aunque de inmediato acusado, por los medios
bajo alineamiento, de asumir falsas posturas pacifistas.
Ni siquiera en 2006 había tantas evidencias
firmes de preparación de un golpe electoral. Hoy, el aparato del peñanietismo
está abiertamente dedicado a la compra de votos, con un ejército de operadores
expertos listo para entrar en acción la mañana de este domingo. Así que al ex
gobernador del estado de México no sólo no le costó ningún trabajo estampar su
firma en el mencionado pacto de civilidad: en realidad, esa elaboración
documental pretende inhibir desde ahora el ejercicio cívico de la protesta, en
una suerte de temprano cheque de confianza en blanco, a sabiendas de las
trapacerías que se están haciendo en el banco de la esperanza electoral.
Josefina Vázquez flota políticamente.
Candidata nini: ni tiene posibilidades de ganar ni tiene condiciones para
protestar. Su última jugada u ocurrencia tiene tintes tragicómicos de múltiples
interpretaciones posibles: ha dicho que, de ganar, llevaría a Felipe Calderón a
la Procuraduría General de la República. Pero no como acusado, tal cual muchos
ciudadanos desearían, para someterlo a juicio por las decenas de miles de
muertes causadas por sus decisiones políticas irresponsables. Lo llevaría para
que se ocupara de esa oficina y desde allí continuara con sus obsesiones de
diván relacionadas con la muerte y la guerra. ¿Broma siniestra de última hora
para pitorrearse del jefe pinolero que nunca la apoyó de verdad y que acabó
intercambiándola con Enrique Peña Nieto por impunidad para las familias
imperiales de este sexenio? ¿Forma disfrazada de declinación a favor de AMLO al
lesionarse ella misma de esa manera irreversible al envolverse en el manto
sangriento del calderonismo repulsivo? Los enigmas de la sonrisa Comex que se
va despintando.
Y así se llega al final de fiesta. Saludos de
mano entre candidatos (AMLO y EPN, los significativos) y besito de Chepina
a Quique. Monederos electrónicos Monex listos para dar sustento a las
operaciones de fraude electoral que esta vez serán extracasillas, de tal manera
que los ciudadanos queden muy convencidos de que voto por voto contado el desenlace
es el previamente construido en cuevas de mapaches de donde saldrán
boletas marcadas por el PRI para ser depositadas mediante el truco de La
Ruleta. Tarjetas de beneficios económicos condicionados al triunfo del
candidato priísta, en este caso a través de Soriana en el estado de México.
Robo de boletas, cuchillo en mano, contra anónimo capacitador del IFE, en ese
Veracruz de incesante oleaje sospechoso de trapacerías gubernamentales para
favorecer a Peña Nieto: con esa pérdida violenta de unas mil 200 papeletas (bit.ly/LFQLRD) se justifica el echar a andar
nuevamente la maquinaria de los Talleres Gráficos de la México, donde antes
imprimieron por error decenas de miles de documentos de más.
Agresiones de priístas contra ciudadanos y, en especial, contra jóvenes, en
abierta labor de intimidación, como pudo verse en Guadalajara, donde priístas
abiertamente hostigaron y agredieron a jóvenes de Morena, según denunció el
dirigente Francisco Félix (foto:bit.ly/MCDw15 y
video: bit.ly/MYNrLt). Ah, y los
lapicitos mágicos del IFE tan precavido.
Y, mientras llega la hora de las urnas
(cualquier novedad o imprevisto que sea de importancia tendrá un comentario
exprés en astillero.tv), ¡feliz fin
de semana!
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