Calderón, Peña y Josefina han puesto el grito en el cielo :Alvaro Cepeda Neri

Alvaro Cepeda Neri

Conjeturas
Calderón, Peña y Josefina han puesto el grito en el cielo

Como moderna versión de Fuenteovejuna, andan todos a una contra López Obrador, porque en la recta final ha despeinado el copete de Peña, dejó muy atrás a Josefina, Calderón ha entrado en pánico y Quadri, la pieza títere de la perversa maestra que ha ordenado a sus huestes votar por el PRI, no ha pasado de ser más que lucidor de sus caireles. Así sea por un voto, AMLO puede hacer posible lo que parecía imposible, tras el fraude del 2006 cuando Calderón, el IFE, el TRIFE y el PRI, optaron por el mal menor y le completaron los votos al “chaparrito, calvo y de lentes” (definición del cínico Manuel Espino, quien confirmó el alcoholismo de Calderón, y él es otro alcohólico público y convertido al priísmo peñista), para obtener la victoria pírrica y tomar posesión entrando por la puerta trasera del Congreso.

 Violentamente han manifestado su indignación contra López Obrador, ya que éste, mejor corredor, apretó la velocidad al cuarto para las doce y, con o sin encuestas, lleva la delantera. Peña, Chepina y Calderón han puesto el grito en el cielo y éste último, con un guardadito de millones de pesos para comprar votos y negociar con Peña su seguridad, entró en mayor segregación de bilis al ver que el mismo PRI se desploma, ante el embate de la juventud nacional, cuyos más de 20 millones de votos pueden darle la victoria indiscutible al perredista. La moneda, con cara-perredista y cruz-priísta, está en el aire y hay versiones de que puede caer “sol”, por lo cual estos tres se han puesto de acuerdo para írsele a mordidas, patadas, jalón de cabellos, piquete de ojos y demás rudezas, a Andrés Manuel.
Les parece a los tres mosqueteros (el cuarto que sería Quadri ni espada tiene, siendo un candidato de relleno y desarmado) que el perredista llevará la delantera. Así que le han desempolvado los viejos ataques, para ver si logran infundir miedo en los electores indecisos y que, como parte del voto útil, voten por Josefina o Peña. Y es que, al ser insuficiente el guardadito de Calderón para comprar sufragios, nada como despertar a los demonios contra el perredista que al menos ha empatado a Peña y puede rebasarlo y vencerlo para coronarse sucesor; concediéndosele a Calderón no entregarle el poder al PRI, como juró sobre la tumba de su padre.
Las campañas de estos tres con el ventilador a todo lo que da para esparcir la suciedad de sus ataques, obedece a que, dejando atrás a Quadri y a Josefina, emparejó a Peña, cuando parecía imposible alcanzarlo con las encuestas infladas desde Televisa. Y la mezcla de priismoempanizado, nacido con el salinismo y reafirmado con el zedillismo que facilitó el ascenso de Fox (el de los rebuznos a favor del peñismo) y la imposición de Calderón, tiene el “Jesús en la boca”. La violencia verbal del PAN, PRI y Calderón contra el PRD cerró la campaña, para tratar de convencer a los electores de darle la espalda. Pero los ciudadanos ya están curados de espanto y la vanguardia juvenil está en la pelea con los pobres, desempleados y los 14 millones que sufragaron por AMLO hace seis años.
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