Puebla: municipio anti priista
Por : Sergio Cortés Sánchez
Todos los indicadores de las encuestas
electorales aplicadas en el municipio de Puebla a ciudadanos que disponen de
teléfono en sus viviendas refrendan lo observado en la cotidianidad: los
electores de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) superan por 12 puntos
porcentuales a los de Josefina Vázquez Mota (JVM), y los de ésta superan a los
de Enrique Peña Nieto (EPN) en 11 puntos porcentuales. Después de 12 semanas de
campaña, la intención de voto de AMLO creció en 15 puntos porcentuales; la de
JVM en tres puntos y la de EPN cayó en un punto porcentual. Comparada la
intención de voto de la semana pasada con la registrada a fines de junio de
2006, AMLO aumentó 19 puntos porcentuales; JVM está seis puntos por debajo de
los que tuvo Felipe Calderón y EPN se ubicó cinco puntos porcentuales por
encima de los que tuvo Roberto Madrazo. Sólo en el imaginario de Televisa y
cómplices de ocasión ganaría EPN en el municipio de Puebla.
Sólo en rechazo creció la opción de EPN en el
municipio mencionado; los ciudadanos que nunca votarían por él son 14 puntos
porcentuales más que los que nunca votarían por AMLO y los que nunca
sufragarían por el tabasqueño son 11 puntos más que los que nunca votarían por
JVM. En las 12 semanas de campaña el rechazo hacia EPN creció 13 puntos porcentuales;
el de JVM aumentó en un punto y el rechazo hacia AMLO disminuyó en cinco puntos
porcentuales. Hace seis años AMLO tenía cuatro puntos más de rechazo que los
que tienen ahora; JVM tiene dos puntos menos de rechazo que los de Felipe
Calderón hace seis años, y EPN registró 10 puntos porcentuales más de rechazo
que Roberto Madrazo hace seis años. Centenas de millones de pesos necesitará
EPN para comprar las voluntades que su programa, su persona y su partido no le
proporcionan, y aun así no ganaría en el municipio.
La semana pasada el promedio de las
respuestas a las preguntas, ¿Qué candidato cree que sea el más honesto; el de
más experiencia; el más preparado y el de mayor credibilidad?, AMLO fue
mencionado por 39 por ciento de los ciudadanos, JVM por 20 por ciento y EPN por
16 por ciento. El promedio de las respuestas a otras preguntas sobre
expectativas de gobernabilidad (¿con cuál de los candidatos cree que habrá más
empleo; más identidad de usted con sus programas de gobierno, más bienestar
para las familias; mejor cumplimiento de promesas; más seguridad pública y más
apoyo popular a la presidencia?) ubican a AMLO como el preferido por 37 por
ciento de los ciudadanos, JVM le sigue con 22 por ciento y EPN registró 17 por
ciento. Las últimas cuatro semanas hubo movimientos favorables para JVM y EPN y
desfavorables para AMLO, pero éste conserva el liderato y una amplia ventaja
sobre JVM. En respuesta espontánea sobre las cualidades deseadas de un
gobernante AMLO registró 11 puntos porcentuales más que JVM y 16 puntos
porcentuales más que EPN; en 12 semanas AMLO creció en esta respuesta 16
puntos, en tanto que JVM creció en nueve puntos y EPN en cinco puntos. El
candidato que creció, aun en periodo de campañas negras, fue AMLO, y el que
decreció fue EPN.
Los registros por partidos y coaliciones son
similares a los de candidatos. En respuesta espontánea a la pregunta del
partido que podría resolver los grandes problemas nacionales AMLO se ubicó 12
puntos por arriba de JVM y 17 puntos por encima de EPN. En lo referente al
partido que lo representa, el Movimiento Progresista (PRD, PT y Movimiento
Ciudadano) tuvo tres puntos porcentuales más que el PAN y 10 puntos más que
Compromiso por México (PRI y PVEM); comparados los datos de la semana pasada
con los de fines de junio de 2006, los partidos que representan a los amlistas se
ubican 15 puntos por arriba de los partidos que lo postularon en aquella
ocasión; los que se identifican ahora con el PAN son seis puntos menos que los
que tenían esa identidad hace seis años, y los ciudadanos que se identifican
con Compromiso por México son cuatro puntos más que los ciudadanos que se
sentían representados por los partidos que apoyaban a Roberto Madrazo
La intención de voto del Movimiento
Progresista, en elección de presidente de la República, registró 13 puntos
porcentuales más que la del PAN y 23 puntos más que Compromiso por México.
Comparada la intención de voto actual con la de hace seis años los partidos que
apoyan a AMLO subieron 20 puntos porcentuales; el PAN perdió seis puntos y los
partidos que apoyan a EPN tienen dos puntos más que los que apoyaron a Roberto
Madrazo. El derroche millonario del que fuera gobernador del estado de México
ha tenido pírricos resultados. A la pregunta del partido por el que nunca votaría,
el más mencionado fue el PRI y el PVEM, quienes se ubicaron 15 puntos por
arriba del Movimiento Progresista y 24 puntos porcentuales por encima del PAN;
comparado el rechazo actual con el de hace seis años, Compromiso por México
aumentó en 9 puntos su rechazo, el PAN y el Movimiento Progresista permanecen
sin variaciones.
No sólo en rechazo es líder EPN, también lo
es en gastos de campaña y compra de votos. De cada 100 ciudadanos del municipio
de Puebla 22 dicen haber recibido algún regalo de los candidatos a la
presidencia de la República, el más generoso de ellos ha sido EPN, quien le ha
hecho algún presente a 8 por ciento de los ciudadanos. 10 de cada 100
ciudadanos mencionan que le han ofrecido algún beneficio económico por votar y
el más obsequioso de los candidatos ha sido EPN, quien es mencionado por tres
de cada cuatro ciudadanos que han sido sobornados para votar. De cada 10
ciudadanos siete mencionan que el candidato que más ha gastado en publicidad es
EPN y es el que más ha sido favorecido por la televisión y la radio. En cuanto
a las descalificaciones, la campeona es la señora JVM, quien resultó el doble
de ruda que sus principales contendientes.
La motivación para sufragar el próximo
domingo es muy alta: es probable que acuda a la urnas 64 por ciento de los
ciudadanos de la lista nominal de electores radicados en el municipio de
Puebla. De ser así es plausible que Andrés Manuel López Obrador pueda tener 45
por ciento de la votación efectiva, y contra ese registro poco pueden hacer los
cientos de millones de pesos que se han canalizado los priistas a la compra del
voto, pero para ello hay que sufragar.
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