María Teresa Jardí
Me llegan correos, me preguntan vecinos, amigas y conocidos, cómo se debe votar. Y me queda claro, cada vez que escucho la pregunta, en los pocos que tenemos claro lo que señala la ley. Las leyes ya se sabe que aquí se elaboran para que nadie las entienda. Lo del IFE es el fraude y no el brindar toda la información a los ciudadanos para que voten en conciencia por quien quieran convertir en Presidente.
Lo del IFE es el fraude y no el brindar información desde jardín de niños a los gobernados que se convertirán en los ciudadanos que van a elegir también a sus representantes populares. Los que crean que van a ser representados por legisladores y senadores que hasta el cansancio han demostrado que sólo representan sus propios intereses y de tanto en tanto los intereses partidarios o televisivos o de los “zares” de los casinos, como ya sabemos ahora. Y lo mismo cabe decir por lo que toca a los gobernadores y a los delegados en el caso del DF.
Me queda claro, por ejemplo, que los yucatecos han tomado la decisión, sensata por otro lado, de continuar con el PRI como gobierno del Estado y seguramente también como cabeza de la alcaldía de Mérida. Pero incluso en Yucatán como Presidente puede ganar AMLO.
Se puede cruzar, porque la ley así lo autoriza, en cada uno de los partidos que llevan a un mismo candidato. En el caso de AMLO se puede cruzar el logo del PT, del PRD y el del Movimiento Ciudadano. Lo que de cualquier manera sólo significa un voto para AMLO.
Pero si se vota tres veces por AMLO, aunque así lo marque la ley como derecho para los ciudadanos electores, se corre el riesgo de que en la casilla anulen ese voto cuando se computen los sufragios. Y el triunfo de AMLO debe ser contundente desde el primer momento como única esperanza de cambio.
El IFE ya se encargó, incluso no preparando, ni siquiera a los elegidos de manera cautiva, para que sepan bien lo que marca la ley. El presidente del IFE y los consejeros de ese instituto acabado, ¡que caramba!, tienen su corazoncillo de dinosaurios y les gusta lo mucho que ganan y le apuestan al continuismo, es obvio, aunque para eso vayan a pasar a la historia como los que de nuevo convalidaron otro fraude en contra de la decisión mayoritaria de la ciudadanía mexicana.
No sé, aunque supongo que sí, pensando en Villa y en Zapata, en Ricardo Flores Magón y en Salvador Alvarado, en Morelos y en Hidalgo, en el general Lázaro Cárdenas y en otros héroes indígenas, aún más olvidados, que antaño los mexicanos, como el pueblo español ante el intento de ponerles, Napoleón con un grupo de traidores, como gobernante a su hermano José, y, sí, aquí tenemos el ejemplo también de Juárez, ante una afrenta semejante, se rebelaron con valentía luchando en masa el pueblo entero por la justicia con la razón.
Pero queda claro que esa valentía, que da la identidad, aquí no construida, no es hoy algo cotizado en lo que vale y más bien se considera un defecto por la inmensa mayoría teleadicta. No en vano la telebasura ha contribuido a llenar los vacíos dejados por los valores que también han sido ejecutados de manera impune al lado de tantos cientos de miles de víctimas que lo han sido por ser pobres.
Por lo que estoy convencida de que más vale votar por AMLO marcando un solo logo. Eligiendo uno de los tres partidos que lo llevan como candidato.
Voto que además puede tener otras razones. En mi caso, mi elección de partido, también busca restar un voto al continuismo del PRD como partido. El cambio pasa por muchas cosas y apenas la primera es lograr que el Presidente sea quien garantice un cambio menos corrupto en el manejo de la cosa pública.
No tenemos instituciones. De todas las instituciones mexicanas ha desparecido la estructura ética y la construcción de nuevo de esa estructura va a ser doblemente difícil porque además se tiene que destruir la estructura corrupta que hoy nos dejan como legado los prianistas.
Además, en mi caso, aspiro a que el PT se dé por enterado de que el país necesita una institución partidaria de izquierda en la que nos sintamos representados los que siempre vamos a ser de izquierda. Los que no nos avergonzamos de no ser burgueses y al contrario nos sentimos orgullosos de ser proletarios. Me alargué y mañana sigo, con la tercera y última llamada, invitando a todos a salir al cierre de campaña de AMLO en el DF. La cita es hoy en el Zócalo a las cinco de la tarde.
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