Las batallas por el artículo 24 de la Constitución
Bernardo Barranco V.
En plenitud de su mandato en 1985, Girolamo Prigione,
todopoderoso, declaró: las sectas son como las moscas: que hay que
acabarlas a periodicazos. Con desprecio y descalificación, Prigione, delegado
pontificio y posteriormente nuncio (1978-1997), se refería a las minorías
religiosas. Sin duda, los tiempos han cambiado, pues un sector de dichas
minorías se ha agrupado y ha puesto en jaque una iniciativa de la Iglesia
católica para reformar el artículo 24 de la Constitución mexicana, tendiente a
ensanchar su concepto de libertad religiosa. Hay que recapitular. En diciembre
de 2011 la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó
con albazos y artimañas legislativas una propuesta de reforma sobre libertades,
que comprende la libertad religiosa. La redacción de plano amenazaba la
laicidad del Estado, en particular acechaba la educación laica suscrita en el
artículo tercero constitucional al abrir la posibilidad de la educación
católica en las escuelas públicas a petición de los padres. Se especuló,
entonces, que Enrique Peña Nieto y el grupo parlamentario priísta del estado de
México habrían negociado principalmente con monseñor Carlos Aguiar Retes,
presidente de la CEM, quien desde el inicio de su mandato, hace seis años,
manifestó su intención de ir más allá de la libertad de culto para alcanzar una
verdadera y moderna libertad religiosa (Proceso, 1574, noviembre; 2006).
Recordemos que esta reforma polémica se daba en vísperas de la visita del papa
Benedicto XVI a México y en el contexto de las campañas electorales de 2012.
Tanto por el contenido como por el desaseo parlamentario, la propuesta generó
una mayúscula desaprobación mediática, en la que intervienen notables
militantes del propio PRI. Se activa de manera vigorosa un pequeño pero persistente
movimiento que rechaza la reforma y se moviliza con presencia pública en las
calles en todo el país. Grupos religiosos, como la Luz del Mundo, Católicas por
el Derecho a Decidir y otras iglesias se coordinan con grupos laicistas,
académicos, logias masónicas, defensores de los derechos humanos, grupos de
lesbianas y homosexuales. El núcleo de dicha coordinación de estos grupos tan
heterogéneos ocurre gracias a la intervención del Foro Intereclesiástico
Mexicano. Dicha amalgama de agrupaciones comparte no sólo el rechazo a la
reforma del 24, sino su anticlericalismo y las pretensiones de la alta
jerarquía de imponer sus intereses desde la cúpula del poder. La redacción de
la reforma se transforma y a nadie deja satisfecho, pues queda una formulación
casi gelatinosa que finalmente se aprueba: la libertad de convicciones
éticas, de conciencia y de religión. Posteriormente en el Senado se aprueban en
marzo de este año dos minutas, se negocia la aprobación simultánea del artículo
40, que añada el carácter laico al Estado mexicano, y la del nuevo artículo 24.
Los dictámenes se han turnado a los congresos locales de la Federación; como se
recordará, con la mitad más uno las reformas se validan constitucionalmente.
Con poca visibilidad mediática, opacada por el proceso electoral, se ha
desatado en cada estado un campo de batalla. Las llamadas moscas con
el menoscabo de Prigione están poniendo en jaque la reforma. El episcopado ya
ha externado su preocupación y ha acusado a La Luz del Mundo de confundir
a la opinión pública. La resultante amerita la preocupación católica. Hasta
ahora existen 13 congresos locales que han votado los dictámenes: estado de
México, Morelos, Hidalgo, BC, Tlaxcala, Sonora, Michoacán, Zacatecas, Durango,
Sinaloa, Oaxaca, Yucatán y Coahuila. Los 13 congresos han aprobado el artículo
40 y cinco han rechazado el artículo 24 (Morelos, BC, Oaxaca, Tlaxcala,
Michoacán y Zacatecas).
Los focos rojos de la jerarquía no sólo se han encendido,
sino que se ha intensificado el cabildeo para revertir la correlación. Sin
embargo, varios obispos católicos no están decididamente comprometidos con la
reforma. Por tanto, es de resaltar que los obispos muestran fisuras. Nos
es tan necesaria, es la reforma de Aguiar Retes, para qué abrir
nuevos frentes. Los obispos de Baja California, por ejemplo, reaccionan tarde y
tibiamente; ¡se pronuncian un mes después de haber sido rechazada! A escala
política también se presenta una heterogeneidad saludable, a pesar de que la
mayoría priísta en la Cámara de Diputados y en el Senado fue por la
aprobatoria, en todas las entidades el 24 ha sido rechazado predomina el voto
priísta en los congresos. Es decir, la disidencia ha estado principalmente en
el PRI y se percibe la influencia de diversos grupos masónicos. Sin embargo, el
caso de Coahuila presagia ajustes y línea desde la actual nueva circunstancia
política del país. La comisión de puntos constitucionales del Congreso de
Coahuila había rechazado el dictamen, pero en el pleno de la asamblea cambian
el sentido del voto y finalmente se aprueba el 24. Pareciera que la disciplina
peñista se va a imponer, especialmente si es cierto el rumor del acuerdo con la
presidencia de la CEM; en particular tendremos un indicador en los 11 congresos
que recién estrenan labores. Hay entidades en las que el debate es intenso y
apasionado, como en Veracruz, Puebla, Nuevo León y Yucatán.
Más que en las iglesias, la pelota está en la cancha del
PRI. En cierto sentido, la arrogancia católica se ha topado por primera vez en
la historia con minorías cuyo activismo social la amenaza. La iglesia Luz del
Mundo ha mostrado músculo y, a pesar de ser muy conservadora en muchos rubros,
ha tenido la capacidad de tejer alianzas insospechadas y ha sido capaz de hacer
interlocución con sectores intelectuales y actores seculares. Sin duda, el PRI
tiene la manija en la aprobación del artículo 24. Las discusiones no sólo son
acaloradas, sino que pasan a manifestaciones públicas ytoma de
instalaciones. Peña Nieto tiene en la reforma una función de estreno; su
partido está divido frente a ella. ¿Logrará imponer disciplina a la vieja
usanza? ¿Mediará entre la presión religiosa y las corrientes laicistas del
partido? ¿Intentará conciliar e incidir?
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