El sexenio de la muerte: 74 homicidios por día
Julio Pimentel RamírezEn diciembre de 2006 el espurio Felipe Calderón, desesperado por obtener la legitimidad que de origen carece y que jamás alcanzó, lanzó su estrategia de “guerra” contra algunos cárteles del narcotráfico que en los casi seis años de su instrumentación ha dejado, entre otros saldos negativos, más de 70 mil ejecuciones (según fuentes independientes la macabra cifra supera las 100 mil, muchas de ellas personas inocentes y jóvenes excluidos), miles de desaparecidos y desplazados, un tejido social destrozado y un Estado, que algunos califican de fallido, que ha dejado amplias zonas de la República bajo el poder de grupos del crimen organizado.
Con relación a la violencia que padece México, cabe anotar que las estadísticas nos brindan información cuantitativa y los números suelen ser fríos, son insuficientes para comprender su contenido, las relaciones sociales y de poder ocultos detrás de ellos, el dolor de las víctimas, el sufrimiento perenne de sus familiares.
Sin perder de vista lo anterior, es importante abordar información cuantitativa de la escalada de violencia que los hombres del poder han detonado a partir de la estrategia de seguridad que les ordenan desde Washington.
Y es que los focos rojos están prendidos, ya que en caso de concretarse el fraude de la elección del primero de julio –reiteramos que todo indica que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación validará el proceso electoral y con ello convertirá en legal la compra masiva de votos- los neo priístas amenazan con seguir por la misma senda neoliberal violenta, sutil y estructural para apoderarse de la riqueza social, abierta y despiadada para apoderarse de parte del negocio del narco y para reprimir la protesta social cuando sea necesario.
El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) informó que en 2011 se cometieron 27 mil 199 homicidios en México, 5.5 por ciento más que el año anterior. Esto significa que diariamente 74 personas fallecieron por asesinato, tres por hora o una cada 20 minutos durante el quinto año de este gobierno, proporción 160 por ciento superior al número de homicidios perpetrados en 2006, año en que concluyó la primera administración del Partido Acción Nacional (PAN).
Si bien los datos del Inegi no discriminan los homicidios “comunes” de los vinculados al narco y al crimen organizado, no cabe duda que éstos últimos representan el mayor porcentaje y son los que han convertido en antesala del infierno muchos municipios y estados del República.
Con base en los certificados de defunción emitidos por médicos legistas e inscritos en 4 mil 732 oficinas del Registro Civil, así como en los reportes mensuales de mil 96 agencias del Ministerio Público, el Inegi indicó que de 2007 a 2011 se perpetraron en México 95 mil 632 homicidios documentados.
Las cifras dadas a conocer por el organismo muestran que en 2007 hubo 8 mil 867 muertes registradas por homicidio; en 2008 la cifra subió a 14 mil 006; para 2009 ascendió a 19 mil 803; en 2010 se elevó a 25 mil 757, y el año pasado se incrementó a 27 mil 199 asesinatos.
El informe mencionado se refiere a datos consolidados, no incluye innumerables crímenes no reportados, trátese de cuerpos sepultados clandestinamente, integrantes de carteles caídos en combates y cuyos cadáveres son recogidos y ocultados por sus compañeros. Incluso se llega a la posibilidad de que militares y policías federales oculten las bajas que les causan sicarios en intensos enfrentamientos que se prolongan durante varias horas.
Las cifras revelan concentraciones dramáticas en cinco estados, particularmente en Chihuahua, donde se perpetraron 17 mil 699 asesinatos en el periodo. En el segundo sitio en número de muertes por homicidio figuró el Estado de México, en el cual se documentaron 9 mil 401 asesinatos; en Guerrero la cifra fue de 7 mil 606, seguido de Sinaloa, donde los registros llegaron a 7 mil 68, y en el quinto lugar se colocó Baja California, con 5 mil 268 fallecimientos por esta causa.
Las cifras señalan que las entidades de mayor violencia criminal, expresada en el incremento de homicidios en 2011 respecto de 2006, son: Nuevo León, donde el aumento fue de mil 195.8 por ciento; Chihuahua, con una elevación porcentual de 595; le sigue Coahuila, con un crecimiento de 581 y Durango, donde el número de personas asesinadas ascendió 527 por ciento.
La tasa de homicidios perpetrados por cada 100 mil habitantes fue de 8 en 2007 y llegó a 24 en 2011 a escala nacional, lo cual implicó una elevación de 200 por ciento de punta a punta.
Finalmente, a lo largo de este año se recrudece la barbarie y se incrementan los feminicidios, las ejecuciones masivas, los combates entre soldados y policías contra delincuentes, lo que proyecta que el número de ejecuciones alcanzará el cenit en una administración que se ganó a pulso el calificativo del sexenio de la muerte.
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