Dos logros y la
mediocridad como regla
María Teresa Jardí
De a poco, y no sin la oposición de los más conservadores, como respuesta a la
revisión a una serie de amparos presentados ante esa instancia, la Suprema
Corte de Justicia de la Nación ha establecido dos cuestiones, que quizá, si la
crónica no anunciara la dictadura que se impondrá de legalizar el TRIFE una elección
corrupta y anunciada como imposición por la telecracia antes incluso del cierre
de todas las casillas.
Dos cuestiones que tendrán igual a futuro alguna importancia. Pero las que de
todas maneras se darán cuando la represión obligue a la respuesta que incluso
“Los Chuchos” saben que va a venir. Lo que luego de adentrarnos más a fondo en
el Infierno igual traerá los cambios imprescindibles para no acabar con el país
como el paraíso de todas las mafias empresariales nacionales e internacionales.
Y, de ahí que den marcha atrás en el discurso, que no en los hechos. Porque
necesitan a AMLO, “Los Chuchos” y también los otros, como controlador de la
violencia, aunque ellos ya hayan transado la imposición de Peña. Cuestiones las
decididas por la Corte que cuando las cosas cambien, porque no puede ser de
otra manera, igual así serán establecidas.
La primera y para mi más importante tiene que ver con la consideración como
víctimas también a los familiares de las personas asesinadas, con derecho a
comparecencia. Incluso como débil consuelo ante la muerte absurda.
Y, al final, por mayoría también ha sido acatada la orden recibida con la
sentencia inapelable de la Corte Interamericana en el caso Radilla. Dejando sin
efectos la segunda parte del artículo respectivo donde se señalaba que los
militares violadores de derechos humanos de los civiles podían ser juzgados por
los tribunales militares. Militares que desde la sentencia del caso Radilla
quedaba claro que debían ser juzgados por tribunales civiles.
Una ardua lucha de las organizaciones no gubernamentales y sobre todo de los
familiares de las víctimas a las que se les ha cancelado el derecho a la vida.
Un logro sin ninguna duda del Movimiento por la Paz con Justicia, al haber
establecido la visibilidad de las víctimas, que es el gran aporte del poeta
Javier Sicilia.
Pero ¿realmente la sociedad gana con las decisiones tomadas por la Corte? De
manera meramente formal puede ser. Pero de manera real pierden los soldados que
pagarán incluso por las órdenes recibidas. Militares de bajo rango que no
podrán pagar a los jueces civiles las sentencias absolutorias que compran los
ricos. Militares paupérrimos que, a veces, a pesar de haber recibido las
órdenes y sin capacidad para entender que pueden no acatarlas cuando no son
debidas, son los serán juzgados por los excesos cometidos con una guerra
incomprensible dejada en manos de un demente llegado usurpando y el que sale
como genocida. Aquí ya se sabe que no son los mandos los que llegan a la cárcel
si no es como venganza, al estilo de la que sufren hoy los generales
encarcelados. Una Corte integrada por ministros mediocres que no han querido, o
no han podido, porque las muchas prebendas recibidas les impiden hacerlo,
entrar al análisis de la orden dada de salida del Ejército a la calle por el
inconcebible “jefe” de ese Ejército, quien también debe ser juzgado por eso.
Una Corte que no ha querido analizar el tema de fondo que es la guerra
establecida en México por Calderón y el mandato de salida del Ejército a la
calle violando los mandatos constitucionales y sin establecer ni siquiera las
mínimas reglas de funcionamiento.
Dirigida por Rodrigo Pla, como parte del ciclo titulado “En el nombre de Dios”,
en El Cinito del Centro de Investigación Escénica de El Teatrito, A.C., hoy a
las 20.00 hrs. se exhibe la película “Desierto Adentro”. “Elías ha cometido un
gran pecado contra Dios y está convencido de que sobre sus hijos caerá la
condena de una muerte prematura. Queriendo detener el temible castigo, dedicará
su vida a construir una iglesia para obtener el perdón de Dios. La historia es
narrada a través de la mirada de Aureliano, el hijo más joven y vulnerable,
quien retratará la saga familiar en retablos religiosos...” Duración 110
minutos. Calle 25 N° 91 Int. Esquina con 14. Chuburná de Hidalgo (a dos cuadras
de la 60) Mérida, Yucatán. Tel. (999) 289 01 29/ cel: 044 (999) 1780796.
www.elteatrito.com/info@elteatrito.com Entrada libre y gratuita.
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