Olor a DEA en la balacera de Tres Marías
El ataque del viernes 24 contra dos supuestos
empleados de la embajada estadunidense, en la carretera federal
México-Cuernavaca, sume en otro escándalo al gobierno calderonista, en especial
a su secretario de Seguridad Pública. Según la información oficial, los
extranjeros, que eran escoltados por un capitán de la Marina mexicana, fueron
emboscados por elementos de la Policía Federal. Los comunicados emitidos tanto
en México como en Estados Unidos, lejos de aclarar el “incidente”, sólo crearon
confusión. Fuentes confiables de Proceso aseguran que los
estadunidenses son en realidad agentes de la DEA que participaban en una misión
para localizar al narcotraficante Héctor Beltrán Leyva, El H.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- La Policía Federal, a cargo del
secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, quedó de nuevo en
entredicho la mañana del viernes 24 cuando efectivos de esa corporación
participaron en una emboscada contra un vehículo de la embajada estadunidense
en el que presuntamente viajaban dos agentes de la DEA que buscaban a Héctor
Beltrán Leyva, El H, escoltados por un capitán de la Marina mexicana.
El gobierno de Felipe Calderón se enredó en un confuso
comunicado conjunto de las secretarías de Seguridad Pública (SSP) y de Marina
(Semar) para intentar explicar la participación de los efectivos de García Luna
en el ataque, ocurrido a las 08:00 del viernes 24 en el tramo carretero Tres
Marías-Huitzilac.
Revuelto, el boletín oficial señaló que a esa hora “un
vehículo diplomático de la embajada de Estados Unidos de América recibió
múltiples impactos de bala en el tramo carretero Tres Marías-Huitzilac de parte
de la Policía Federal que se encontraba en la zona realizando labores de
persecución del delito”.
Aseguró que los hechos ocurrieron “cuando dos
funcionarios de la Embajada de Estados Unidos de América, en compañía de un
elemento de la secretaría de Marina, que se dirigían a una visita a
instalaciones de la Armada de México en el cerro El Capulín, municipio de
Xalatlaco, fueron alcanzados, al ingresar en un camino de terracería aproximadamente
a cuatro kilómetros de la carretera libre México-Cuernavaca, por un vehículo
cuyos tripulantes les mostraron armas de fuego”.
Ante ello “el conductor del vehículo diplomático maniobró
para evadirse y reingresar a la carretera, momento en el cual los tripulantes
del vehículo agresor abrieron fuego sobre el vehículo diplomático”.
Sin precisar por qué los efectivos de la Policía Federal
atacaron el vehículo de la embajada estadunidense, las dependencias a cargo de
García Luna y del almirante Francisco Sáynez Mendoza continuaron su historia:
“Momentos después otros tres vehículos se sumaron a la persecución y realizaron
diversos disparos con armas de fuego sobre el vehículo de la embajada”.
El marino a bordo del vehículo alertó al personal de la
Armada de México que se encontraba en las instalaciones del Capulín para
prestar apoyo, “llegando éstos una vez que había concluido la agresión”. Según
la información oficial, el chofer y capitán de la Marina fue el único que
resultó ileso mientras los dos estadunidenses tuvieron heridas leves y fueron
trasladados a un hospital en Cuernavaca.
Al lugar del ataque también llegaron elementos de la
Armada, del Ejército y de la propia Policía Federal, pero ésta es la única que
estuvo involucrada en la balacera. “El personal de la Policía Federal que
participó en estos hechos comparece ante el agente del Ministerio Público de la
Federación para esclarecer los hechos y, en su caso, deslindar
responsabilidades”.
Más tarde la Procuraduría General de la República emitió
un breve comunicado para asegurar que entre las diligencias ministeriales “se
encuentran las declaraciones de 12 agentes de la Policía Federal, puestos a
disposición de la autoridad ministerial, pertenecientes a la Unidad Operativa
de Seguridad Preventiva (Estación Tlalpan) de esa corporación, y de varios
testigos”.
La embajada de Estados Unidos en México también emitió un
comunicado la noche del viernes para asegurar que “personal del gobierno de
Estados Unidos” y un capitán de la Marina que viajaban en un vehículo de la
embajada estadunidense “fueron emboscados por un grupo de individuos” y al
intentar escapar “fue perseguido y sufrió daños considerables”.
Aseguró que como lo reconocieron las autoridades
mexicanas, “miembros de la Policía Federal estuvieron involucrados y dispararon
contra el vehículo”, por lo que el gobierno mexicano “ha iniciado una
investigación y detenido a miembros de la Policía Federal involucrados”.
(Extracto del reportaje que se publica esta semana en la
revista Proceso 1869, ya en circulación)
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