Casa de citas
Por: Redacción de:
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En el exterior se tienen una terrible percepción sobre México. Por dinero no ha quedado. De acuerdo con datos publicados por el diario El Universal, el gobierno federal ha gastado unos 900 millones de pesos para mejorar la imagen del país a nivel internacional, en particular por los estragos que ha causado la guerra contra el narcotráfico, pero también para revertir la desconfianza que la corrupción de funcionarios mexicanos ha provocado entre los inversores extranjeros. Pero, claro, desde el inicio de su sexenio Felipe Calderón Hinojosa tuvo como coordinador de Comunicación Social de la Presidencia de la República a Maximiliano Cortázar Lara, un ex baterista de la ya extinta banda “Timbiriche” quien, antes que otra cosa, es amigo del Presidente y de su esposa, Margarita Zavala Gómez del Campo, desde hace dos décadas. Luego, claro, el Presidente puso en ese mismo puesto a otra amiga, Alejandra Sota Mirafuentes, quien ha hecho su carrera de la mano de Calderón, desde que el de Michoacán buscaba ser presidente nacional del PAN. Desde que era estudiante en el ITAM, Sota Mirafuentes se convirtió en una incondicional del hoy mandatario. En 2004 fungió como Directora de Imagen y Opinión Pública de la precampaña calderonista por la candidatura a la Presidencia y luego asumió la Dirección de Opinión Pública y Discurso durante la contienda presidencial de 2006. Antes de convertirse en la Vocera de Seguridad Nacional del Gobierno Federal, fue designada Coordinadora de Comunicación Social y Vocera del Gobierno Federal. Ahora que se ha destapado el escándalo de MVS se sabe, claro, que Javier Lozano Alarcón, ex secretario del Trabajo, amigo cercano del Presidente y el más rabioso defensor de su gobierno, fue el encargado de “negociar” con el empresario Joaquín Vargas Guajardo, con amenazas de por medio, mismas que ahora son públicas y además están grabadas.
El resultado de operar con amigos es justo este: no hay un trato profesional en los asuntos de comunicación como tampoco lo hay en el trato con los empresarios; tampoco hay forma de hacerles rendir cuentas porque, al fin y al cabo, son los amigos que salen a dar la cara por el jefe. En el recuento de daños, todos salen perdiendo y, junto con ese equipo, la imagen de todo un país. Pero también esos daños son muy graves para la imagen personal del Presidente. ¿Cuál es el resultado del último escándalo con MVS? Que el presunto alcoholismo de Calderón Hinojosa está de nuevo en boca de todos. Si Lozano Alarcón no se hubiera tomado las atribuciones que, supuestamente, tomó para responder por su iniciativa algunas de las frases externadas por la periodista Carmen Aristegui en febrero de 2011, quizá el asunto no hubiera pasado a mayores. Pero como Lozano lo hizo, incluso mencionando que el Primer Mandatario y su esposa, Margarita Zavala, le habían dado su aval, el asunto se volvió un boomerang de críticas y, de nuevo, de penosas dimensiones para Calderón. Ese es el riesgo, pues, de operar sólo con los amigos más cercanos y no con verdaderos profesionales.
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