jueves, agosto 23, 2012

Jaime Ornelas Delgado : Los escándalos del final del sexenio


Los escándalos del final del sexenio
Por: Jaime Ornelas Delgado

El señor Joaquín Vargas, uno de los propietarios de Multivisión (MVS), después de un discreto y prolongado silencio, como guardándose un as en la manga, “denunció” al gobierno de Felipe Calderón que le ofreció conservar las concesiones en la banda de 2.5 gigahercios (Ghz), indispensable para ofrecer comercialmente el internet de alta velocidda, con dos condiciones: 1) que MVS no impugnara la fusión entre Televisa y Iusacell y 2) que Carmen Aristegui, después de haber sido despedida de su noticiario radiofónico por abordar los rumores sobre el alcoholismo de Felipe Calderón pidiera una disculpa pública.
El empresario Vargas, según su dicho y sin aportar prueba alguna, dijo no haber aceptado ninguna de las dos cosas y el resultado, finalmente, fue que el 8 de agosto del año en curso Dionisio Pérez Jácome, secretario de Comunicaciones, hizo pública la decisión del gobierno federal de retirar las concesions en la banda ancha a MVS, en algo que muchos dijeron era una expropiación disfrazada.

Quien desempeñó un papel central en este juego turbio, fue, ¿quién otro?, Javier Lozano Alarcón, entonces secretario del Trabajo y ahora flamante senador electo por obra y gracia del voto de los poblanos que lo colocaron en la segunda posición.
Lozano, quien aparece en todas esas cuestiones donde el gobierno de Felipe Calderón quería golpear, confesó que todo era cierto, pero que fue Joaquín Vargas, el dueño de MVS, quien quiso chantajear al gobierno federal utilizando a “Carmen Aristegui como “ficha de cambio”, ofreciendo no recontratarla a cambio de un menor precio para las frecuencias pendientes de la banda 2.5”. Finalmente como el gobierno no aceptó “tan vil chantaje”, la venganza cumplida fue recontratar a Aristegui y “utilizarla como su arma y su brazo político para hacer contrapeso a Televisa, con el propósito de tratar de minar su poder”. Además terminó amenazando al pobrecito de Lozano –si a ese de la amenaza al chino Zhenli Ye Gon de “copelas o cuello”, que además destruyó empresas como Luz y Fuerza del Centro o Mexicana de Aviación y utilizó todo el peso de la Secretaría del Trabajo para satisfacer su obsesiva y vengativa persecución en contra de los mineros y su sindicato– diciéndole que denunciaría al gobierno de quererlo chantajear, a ellos que son tan decentes. Como no hay plazo que no se llegue, en días recientes Vargas cumplió su amenaza y denunció al gobierno de Calderón como chantajista.
Pero a todo esto Carmen Aristegui puede estar tranquila, su programa seguirá pasando para no dar pausa ni descanso a los bribones. Recientemente MVS anunció que no reducirá su personal, aunque eso no reza para John Hakerman, censurado por esa empresa en un noticiario vespertino, razón por la cual hubo de renunciar a sus colaboraciones semanales, lo cual es una lástima pero también pinta de cuerpo entero a MVS, empresa que también padece las consecuencias de la monopolización de las comunicaciones.

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