Dos entrevistas (en lo
oscurito) de Calderón y Peña
Alvaro Cepeda Neri
Prólogo Político
Ante la tumba de su padre, el señor Calderón juró renunciar al cargo antes que
devolverle el poder al PRI. Pero con tal de vengarse de López Obrador, el ya en
vías de extinción como presidente del montón, se ha resignado a legarle su
gobierno militaroide-policiaco a un priísmo antiguo que, con un candidato de
Televisa y otros medios de comunicación, encuestadores vendidos al mejor
postor, compra de votos, seduciendo al IFE y, tal vez también el TRIFE, venció
no tanto a la pobrecita Cenicienta de Los Pinos sin príncipe ni carroza:
Josefina, sino a Calderón, y está por verse que asuma el cargo.
La élite del poder económico, los metiches embajadores y hasta el “rápido y
furioso” Obama (quien regaló armas a los narcotraficantes en nuestro país), dan
por hecho que Peña, su pandilla de Atlacomulco y su asesor Carlos Salinas de
Gortari serán los sucesores. Por eso es que Calderón, de lo que sabemos, se ha
entrevistado en dos ocasiones con Peña. El uno de julio, alrededor de las trece
horas, fue recibido por éste en ¡la suite presidencial, claro! en el piso 40
del hotel Presidente-Continental, en Polanco, para sellar un pacto de impunidad
para la familia Calderón-Zavala, para el temible policía García Luna y amigos y
calderonistas de hueso azul. El reportero Miguel Badillo obtuvo esta
información y la publicó en su columna Oficio de papel y en la revista
Contralínea (de la que es director) del 8/VII/12.
La segunda fue publicitada este 16 de julio y los reporteros de la fuente de
Los Pinos, informaron que Calderón recibiría a las 19 horas a Peña. Y habría
boletín. Fue una entrevista en lo oscurito y no querían testigos, en el clásico
secreto de los autoritarismos, para que la sociedad no se entere de lo que
acuerden, se rían de López Obrador, de los ciudadanos que votaron por él y para
ratificar su toma y daca. Uno para irse huyendo. El otro, con la rifa del
tigre, el cochinero, el mal gobierno, el baño de sangre, el desempleo y la miseria
que deja el calderonismo. Peña cuidará las espaldas de Calderón y su grupo. Y a
cambio recibió los secretos de Los Pinos y los archivos de las investigaciones
a él y su grupo.
Adicto al coñac, debieron brindar, abrazarse y desearse parabienes, emitiendo un
boletín con puras falsedades. Calderón pisoteó el juramento a su padre
(expulsado del PAN en los últimos años), dejó a la buena de su dios a Chepina
(quien sufre males psicológicos por la tremenda paliza en las urnas) y quiere
que así como Calderón otorgó impunidad a Zedillo y a Fox (quien se burló de
Calderón y apoyó cínicamente a Peña con su empleado Manuel Espino), Peña lo
cubra a él; sobre todo porque el Tribunal Penal de La Haya (en Holanda) lo
tiene en la mira por los más de 100 mil homicidios de su guerra: soldados,
policías y narcos contra mexicanos inocentes. Muertos de la risa deben haber
festejado que el tribunal electoral ya está entrado en gastos (se dieron medio
millón de pesos los siete magistrados, y dos de ellos ya adelantaron el fallo a
favor de Peña) y que la toma de posesión, donde sea, es un hecho.
cepedaneri@prodigy.net.mx
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