Carlos Fernández-Vega
México SA
Meade: carpetazo
Carstens: medalla
Mineros: otra vez
El caso HSBC, con su enorme cuan productiva
lavandería, se suma al de por sí grueso historial de la justicia a la
mexicana, en el que tratándose depeces gordos siempre aparecen
responsabilidades, pero nunca responsables; violaciones a la ley, pero no
violadores; asesinatos sin asesinos; delitos sin delincuentes y, en fin, lavado
de dinero sin lavadores. Siete mil millones de dólares blanqueados por
dicha trasnacional financiera a favor del crimen organizado sólo motivaron (y
eso porque el asunto se destapó públicamente en el Senado estadunidense) sanciones
administrativas (léase multas sin multados) y san se acabó, que el show
debe continuar.
El mensaje de la Comisión Nacional Bancaria y
de Valores fue claro (a la banca no se le ofende ni con el pensamiento), pero
como siempre hay rezagados que de plano no entienden de qué se trata, ayer
brincó a la palestra el mago José Antonio Meade, que en sus ratos libres
despacha como secretario de Hacienda, para despejar cualquier duda: nada por
aquí, nada por allá, que el caso de lavado de dinero en HSBC fue corregido
a cabalidad y ya se cerró (ergo, háganle como quieran, que la impunidad
para las trasnacionales financieras está más que garantizada). Carpetazo, pues.
Lástima que no precisó a quién o quiénes se les cobró la multa (379 millones de
pesos, con actualizaciones, según la CNBV) y quién o quiénes la pagaron,
pues, asegura la versión oficial, hubo lavado de dinero, pero no lavadores.
La enorme lavandería de HSBC funcionó
cabalmente, pero el secretario Meade asegura que México cuenta con los
mejores sistemas de control regulatorio en el sector bancario dentro de la
economía global, de tal suerte que nosotros hoy estamos bastante
tranquilos (y el crimen organizado también); lo que pensamos es que los
sistemas de control que hoy tenemos en el sistema financiero valen la pena
extenderse y eso junto con el objetivo de limitar el uso del efectivo en
algunas transacciones son cosas que nos van a ayudar a tener un mejor entorno”.
Siete mil millones de dólares blanqueados entre
2007 y 2008, y todo se solucionó con una multa sin multados. Por esos años
¿quién despachaba como secretario de Hacienda? Otro magazo de las finanzas,
Agustín Carstens, que ahora funge como gobernador del Banco de México, quien
ayer lamentablemente desperdició la ocasión para abstenerse de hacer
comentarios, y con espíritu olímpico en Londres declaró que si hubiera
medallas para el sistema bancario, México seguramente se llevaría una. El mayor
caso (conocido) de lavado de dinero en el país justo cuando él era titular de
la SHCP, y habla de medallas. Maravilloso.
En fin, podéis estar tranquilos, mexicanos
crédulos, que el sistema financiero que opera en el país es no sólo una joya de
la legalidad, la transparencia y la pulcritud, sino envidia de la comunidad de
naciones. Tras lo declarado por el secretario Meade y el gobernador Carstens
quedamos en paz, aunque con una duda: si México cuenta con los mejores
sistemas de control regulatorio en el sector bancario dentro de la economía
global; si los funcionarios del sector público financiero se encuentranbastante
tranquilos y si el sistema financiero amerita una medalla, entonces
¿por qué tal sistema es recurrentemente señalado como el mayor lavador del
hemisferio occidental y se le acusa de blanquear unos 30 mil millones de
dólares cada año?
Para la memoria queda lo anualmente suscrito
por el Departamento estadunidense de Estado, el cual denuncia el gran
campo de acción que el narcotráfico tiene en el sistema financiero que
opera en nuestro país. El comercio ilícito de drogas es la principal
fuente de fondos blanqueados a través del sistema bancario mexicano. Otras
fuentes importantes de ingresos ilegales que se blanquean incluyen corrupción,
secuestro, tráfico de armas y personas, y otros delitos. El contrabando de
embarques a granel de moneda estadunidense a México y su repatriación (ya
lavada, es decir, como procedió HSBC) en efectivo a Estados Unidos a través de
correos, vehículos blindados y transferencias bancarias siguen siendo métodos
para el blanqueo de ganancias de la droga.
Cara de la misma moneda es lo que
regularmente se registra en la geografía minera del país. Ayer de nueva cuenta
el luto cubrió al país por la muerte de siete mineros en un pocito
clandestino en Coahuila, propiedad de Minera El Progreso, cuyos dueños son
el ex alcalde de Progreso, en dicho estado, Federico Quintanilla Riojas, y el
empresario Eduardo Morales, de acuerdo con información publicada por el
periódico Zócalo de Saltillo. Y tan clandestino resultó ser que
velozmente la Secretaría del Trabajo salió a lamentar el accidente y
a decir que de 2009 a la fecha la (citada) empresa ha sido objeto de 16
inspecciones, de tal suerte que continuará realizando las acciones de
inspección relativas a centros de trabajo de alto riesgo en todo el país,
aplicando las sanciones que correspondan con todo el rigor de la ley ante
cualquier incumplimiento.
También en este caso utilizaron el manual
de comunicación del gobierno federal. Como en el caso de la Comisión
Nacional Bancaria de Valores (en materia de lavado de dinero desde 2002
evidenciamos a HSBC, aunque la lavadora del banco siguió sin ninguna
restricción), la Secretaría del Trabajo se lava las manos, porque desde
2009inspeccionó en 16 ocasiones a Minera El Progreso, pero nunca verificó que
la clausura, por carecer de salida de emergencia, fuera efectiva y permanente
(los trabajadores aseguraron que esa omisión no se corrigió y pese a ello
volvió a funcionar (La Jornada, Patricia Muñoz). Sin embargo,
paralelamente afirmó que elpocito tenía una semana de estar
funcionando (¿qué no lo había clausurado?).
Pero no sólo en materia de seguridad: dice la
STPS que continuará aplicando las sanciones que correspondan con todo el
rigor de la ley ante cualquier incumplimiento, pero el primero de ellos se dio
en el plano laboral, pues los mineros que trabajaban en el pocito carecían
de prestaciones de ley, y sus patrones los obligaban a bajar al pozo sin
equipo autónomo de respiración, que es indispensable en caso de quedar
atrapados a causa de un derrumbe. Aseguraron que algunos no están registrados
en el Instituto Mexicano del Seguro Social. Lo bueno del caso es que la dependencia
del Ejecutivo realizó 16 inspecciones de 2009 a la fecha, es decir, lo mismo
que hizo la CNBV con HSBC, y en ambos casos nada pasó hasta que pasó.
Las rebanadas del pastel
Por lo visto todas las instituciones
pretextan no estar autorizadas para actuar y sancionar en tiempo y
forma, pues legalmente están desdentadas. ¿Es eso o que el cinismo es su
deporte favorito?
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