Albazos peñistas sobre Pemex

Albazos peñistas sobre Pemex 
Casa de citas
Por: Redacción de
www.sinembargo.mx


Inadvertido para muchos medios, el pasado 20 de julio el Sindicato de Trabajadores de la Industria Química, Petroquímica, Carboquímica, Gases Similares y Conexos de la República Mexicana (STIQPSCRM) festejó cinco décadas de su fundación. No es raro que esa celebración, realizada con toda pompa en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México, le haya pasado de noche a la prensa, pues ese sindicato ha venido a menos desde sus mejores días, producto de las condiciones adversas a las que ese sector ha estado sometido por los gobiernos federales en las últimas décadas. Sin embargo, sí llamó la atención el discurso de su secretario general, Gilberto Muñoz Mosqueda, un líder de bajo impacto mediático y gris en su accionar que, no obstante, se convirtió en vocero de lo que, en el futuro y de legalizarse el triunfo de Enrique Peña Nieto en la pasada elección presidencial, será la política que el gobierno del PRI buscará aplicar en Petróleos Mexicanos (Pemex). Muñoz Mosqueda, quien no es considerado –incluso dicho por sus huestes– como un dirigente con alta capacidad intelectual, expuso que “si no liberamos de una vez por todas, el sector a las grandes inversiones productivas”, difícilmente se podrá alcanzar el desarrollo del sector. Más aún, en el discurso de celebración repitió, casi por completo, la tesis que ha repetido el equipo peñanietista en torno a Pemex e incluso llamó a los legisladores a “considerar la revisión del artículo 28 constitucional para permitir la creación sólida, exitosa, nacionalista, como es la petroquímica”. El Artículo 28 destaca “se prohíben los monopolios, las prácticas monopólicas, los estancos y las extensiones de impuestos en los términos y condiciones que fijan las leyes el mismo tratamiento se dará a las prohibiciones a título de protección a la industria”, pues no sería justo que exista una monarquía u oligarquía ya que los Estados Unidos Mexicanos son de todos los ciudadanos y no de uno o unos cuantos, por ello existe la democracia como lo señala nuestra constitución.
También consagra la libre concurrencia, fenómeno económico en virtud del cual todo individuo puede dedicarse a la misma actividad y al mismo ramo de cualquier otra persona. Este artículo concede al Estado el monopolio de algunos productos o actividades económicas, estratégicas para el bien común, como es el caso de la industria petrolera en general. Y ahí está el detalle. Lo que el líder del STIQPSCRM deslizó es comenzar a cambiar el estatus de Pemex de paraestatal a un órgano independiente que se abra a grandes inversiones, zafándose de la restricción a que la sujeta el 28 constitucional. Este sindicato nació el 20 de julio de 1962 y su primer secretario general fue Hermenejildo Joel Aldana Pantoja, hombre de todas las confianzas del icónico líder Fidel Velázquez Sánchez, quien lo concibió también como una cuña para paliar el poder que ya entonces acumulaba el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM). Aldana Pantoja fue el líder de esta organización a lo largo de 16 años y fue reelegido como secretario general en 1968 y 1974. Sin embargo, actualmente, el STIQPSCRM ya no es lo mismo. Minimizado y carente del poder de otros tiempos, busca recuperar glorias pasadas. De a poquito, los operadores del PRI buscan, desde organizaciones como ésta, afianzar su agenda futura, aun cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación aún no diga la última palabra sobre la elección del 1 de julio pasado. Y un tema, de la mayor importancia dentro de esas prioridades de gobierno, es el del manejo de los hidrocarburos y el futuro de Pemex. Peña Nieto y su equipo comienzan a dar albazos, madruguetes pequeños pero, al fin y al cabo, bien situados para sus fines.

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