Por: Virginia González Melgarejo
El sábado estuvo en Puebla Andrés Manuel López Obrador. Su presencia en el estadio de beisbol Hermanos Serdán convocó a miles de simpatizantes del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), quienes realizaron un evento lleno de alegría y entusiasmo.
Ese día, Puebla se declaró pro AMLO. Cientos de automóviles se dirigían desde temprana hora hacia el estadio de beisbol, familias completas que poco a poco fueron llenando de manera impresionante el lugar esperaron pacientemente la llegada del candidato, esta vez acompañado de su esposa Beatriz Gutiérrez, quien fue abrazada por la concurrencia con un cálido aplauso; algunos hablan de 30 mil, otros de 40 y hasta 45 mil personas, lo cierto es que para los que estuvimos ahí, ese día fue de fiesta y alegría.El liderazgo demostrado por Andrés Manuel es resultado de la congruencia, de su andar por todo el territorio nacional, un liderazgo construido a pulso a lo largo de muchos años, promovido por sus ideales, por su compromiso con la sociedad, y su anhelo de transformación de un país que verdaderamente conoce y ama, como bien lo dijo en el segundo debate televisivo. Verdaderamente aflojado en terracería, López Obrador está cerrando su campaña en todas las capitales de la República con llenos impresionantes que usted puede ver por internet, pues las televisoras siguen con el cuento de los 45 puntos para el “inalcanzable” Peña Nieto. ¡Nada más falso!
Lo ocurrido el sábado contrasta brutalmente con los cierres de los candidatos del PRI y el PAN, quienes no se atrevieron a cerrar su campaña en la capital, y tuvieron que hacerlo en actos llenos de acarreados, que abandonaban los lugares en pleno discurso. Peña cerró en Izúcar y en Tepeaca, ante las protestas de gente que no quiere más PRI y Josefina se vio obligada a cambiar el lugar de su cierre, que estaba programado para el domingo en la capital, pero ante el éxito de la reunión de AMLO hubiera sido evidente la falta de apoyo, y tuvo que trasladarlo para el lunes en Atlixco, en donde de manera vergonzante en un lugar semivacío, invitó a las mujeres a darle doble “cuchi–cuchi” a sus esposos si iban a votar. Es indignante para las mujeres que quien aspira a gobernar un país se exprese de esa manera, aunque sabemos que la triste Josefina cada día desvanece sus posibilidades, como lo demostró la encuesta presentada por Sergio Cortés en este mismo diario el lunes pasado.
Tolstoi dijo que las esperanzas son los sueños de los hombres despiertos, y es que sin esperanza nadie podría vivir, el liderazgo de Andrés Manuel nos comunica la esperanza y nos llena de inspiración; el liderazgo se gana, no lo dan las pantallas de la televisión, la sinceridad y la honestidad se construyen a lo largo de toda una vida y no con millones de pesos, y hoy sabemos que estamos ante un verdadero líder, que será capaz de serenar el país y lograr la transformación de la vida pública. Por eso, hoy más que nunca debemos estar conscientes que el cambio verdadero esta en nuestras manos.
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