Julio Hernández López
Astillero
El IFE y los gastos desbordados
EPN, falsa vacuna
Hablar del complot
¿Cárdenas a Pemex?
El Instituto Federal Electoral está
arriesgando su decreciente capital político y social en el proceso de auditoría
que concertó con el PRI para definir si Enrique Peña Nieto ha rebasado los
topes de campaña, según de manera documentada y muy consistente ha denunciado
la cúpula directiva de los partidos de izquierda que postulan como candidato a
Andrés Manuel López Obrador.
Como ha sucedido otras
tantas veces, es probable que el proceso y el desenlace legal de la queja
contra los gastos más que copeteados riña escandalosamente con la percepción
popular. Podría suceder que los ojos de los auditores oficiales designados por
el IFE solamente alcancen a escrutar documentos, alegatos y algunas otras
formas de evasión del partido de tres colores, mientras diariamente millones de
ciudadanos simplemente necesitan el uso de la vista en su entorno inmediato
para verificar que hay un derroche inocultable de propaganda físicamente
comprobable y de acciones contablemente indemostrables pero ciertas y
evidentes, como acarreos, cachuchas, camisetas, artículos denominados utilitarios,
camiones, alimentos, bebidas y otros alicientes de costo económico para
aparentar o alentar ebulliciones masivas en actos de campaña de Peña Nieto.
La de por sí muy
erosionada credibilidad de un órgano que consume una inmensa cantidad de dinero
público (entre otras cosas, en el pago de sueldos y otras prestaciones de corte
principesco para sus consejeros) ha sido puesta a prueba. Muy lamentable y
terriblemente sugerente sería que en este primer lance importante el IFE
perdiera una porción muy importante de autoridad política y jurídica al
convalidar los excesos de un candidato, Peña Nieto, que pareciera contar con el
favor de ese instituto.
Por lo pronto, el
prófugo de los debates abiertos se ha montado en una estrategia de defensa en
la que hace aparecer al citado IFE como una especie de contraparte llegada a
acuerdos. Luego de que a partir de la información registrada por Ricardo
Monreal hubo una queja formal de la coalición Movimiento Progresista contra
elofensivo y dispendioso gasto electoral de Peña Nieto, éste apareció
declarativamente ofreciéndose como el primer promotor de que sus cuentas sean
fiscalizadas con toda anticipación, lo que el instituto electoral realizará con
25 auditores. El candidato priísta dijo que fue su partido el que invitó al IFE
a realizar ese ejercicio de transparencia y que la respuesta fue
afirmativa. Así, pareciera el acusado ser quien pone en funcionamiento la
maquinaria judicial que accede a sus deseos y pone en marcha procesos
acordados. Basta recordar los muchos miles de ejemplos de esa justicia que
hay en la desdichada historia mexicana de las simulaciones y las complicidades.
Dejando cada vez más el
discurso amoroso en la retaguardia, Andrés Manuel López Obrador reivindicó ayer
uno de los términos que a lo largo de este sexenio fueron satanizados mediante
campañas electrónicas que ofrecían sonrisas académicas desdeñosas y comentarios periodísticos burlones
al hablar de compló. Como si la práctica política a todos los niveles no
estuviera diariamente constituida de confabulaciones, tramas, intrigas,
conspiraciones o acuerdos secretos, el Imperio de la Pantalla decretó la
expropiación conceptual del término complot, o compló, para condenar
a la vergüenza pública, al exilio intelectual, a la burla pública, a quien se
atreviera a defender el hecho histórico, comprobable, de que en 2006 hubo
conjuras entre poderosos para frenar el paso del candidato de izquierda.
Ayer, AMLO volvió a
denunciar la existencia de ese complot al replicar en una de las estaciones de
Radio Fórmula a Joaquín López Dóriga, quien había acusado al tabasqueño de ser
un mentiroso por decir que no había ido a un debate entre candidatos
en 2006 porque ya le tenían preparadas encuestas y mesas de opiniónpara
declararlo perdedor. López Obrador sostuvo la acusación y la amplió,
reivindicando el uso de la palabra prohibida a partir de la imposición de la
neohabla calderonista. Lo peor de todo es que aquellas denuncias tienen plena
vigencia hoy, cuando similar uso de encuestas amañadas, opiniones periodísticas
apoyadas en tales encuestas, cerrazón en medios electrónicos, sobre todo
televisivos, y un complot de intereses poderosos van llevando el proceso
electoral por un sendero previamente definido con gel facturable; intereses,
por lo demás, a los que asusta la posibilidad de que crezca la viabilidad del
candidato indeseado por ellos, AMLO, ante el naufragio (¿programado?) de la
cándida Chepina y los errores e inconsistencia del priísta vacío.
Astillas
Aun cuando con toda anticipación ha dado a
conocer a la mayoría de los integrantes del primer nivel de lo que sería su
gabinete presidencial, Andrés Manuel López Obrador nada ha dicho respecto de
Pemex. Si los signos políticos corresponden a intenciones o acuerdos, todo
indicaría que Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano está siendo encaminado hacia esa
posición. El tabasqueño está concentrando en manos del michoacano diversos
asuntos sustanciales relacionados con el petróleo y le ha encargado que afine
los detalles de un foro sobre energéticos. Cárdenas es, además, la llave para
que se produzca un encuentro entre Luiz Inacio da Silva, Lula (gran amigo del
tres veces candidato presidencial) y AMLO. La fotografía de una reunión pública
entre el ex presidente sudamericano y el ahora aspirante mexicano por segunda
ocasión sería un mensaje sin palabras de que López Obrador estaría dispuesto a
analizar formas modernas de explotación del petróleo que involucren a más
firmas privadas (con el modelo brasileño como ejemplo). Cárdenas como director
de Pemex sería luego un aval histórico para lo que se fuera decidiendo, sin que
los ánimos nacionalistas de antaño se exacerben... Y, mientras en San Lázaro
pretenden dejar para la siguiente legislatura el proyecto de ley para la protección
de personas defensoras de derechos humanos y periodistas, que el Senado ha
aprobado con enorme consenso (95 votos, mientras la de víctimas tuvo 64),
¡feliz fin de semana!
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