México SA
México, paraíso bancario
Ordeña multimillonaria
¿Quiénes pagan el festín?
Producto de la reprivatización, primero, y
la extranjerización, poco más adelante, del sistema financiero que opera en
México, los silenciosos habitantes de este país, quiéranlo o no, han cargado
durante 17 años (y les falta otro tanto, cuando menos) con un pesadísimo fardo
conocido comorescate bancario, vía Fobaproa-IPAB, y por si fuera poco con
el saqueo permanente que practican las instituciones bancarias propiedad del
capital foráneo, resultado de lacapitalización temporal (Guillermo Ortiz dixit, en
1995) que el gobierno zedillista propuso y los diputados avalaron.
Diecisiete años después
de tan brillantes decisiones, alrededor de 90 por ciento del sistema bancario
que funciona en el país pertenece a trasnacionales financieras que, sin duda
alguna, en México encontraron El Dorado. Aquí obtienen utilidades paradisiacas,
y un trato de faraones por la parte gubernamental, mientras la clientela debe
soportar –calladamente, como es costumbre– el permanente asalto vía intereses,
comisiones y conexos, mismos que el capital extranjero no se atreve a cargar en
sus respectivas naciones de origen. Gravísimo, pues, que el sistema financiero
esté en manos de intereses foráneos (¡y qué tipo de intereses!). Ni siquiera
Estados Unidos, paladín –en el discurso, obviamente– de la apertura y la
globalización ha permitido que el control de tal sistema se le vaya de las
manos. Pero México es otra historia.
Resulta que el director
general del Grupo Financiero Banorte (el único que, tras la reprivatización de
1991-1992, permanece en manos de sus compradores originales, de capital
nacional), Alejandro Valenzuela hizo público que los bancos extranjeros
con actividades en México están ordeñando al país; el hecho de que esas firmas
foráneas pagan a sus accionistas dividendos en proporción tres veces mayor que
los bancos de capital nacional ha significado una reducción en la oferta de
financiamiento a la economía mexicana. Las filiales de bancos extranjeros en
México pagan a sus accionistas un dividendo por el equivalente, en promedio, a
70 por ciento de las ganancias que obtienen aquí, aunque en algún caso el
dividendo equivale a 130 por ciento de las ganancias (La Jornada, Roberto
González Amador).
Valenzuela redondeó con
lo siguiente: dicha proporción “contrasta con la de los bancos de capital
nacional, los cuales pagan a sus accionistas un dividendo de 20 por ciento, en
promedio, de las ganancias que generan. En el caso de Banorte esa proporción es
de 18 por ciento. Entre 2003 y 2011, los dividendos pagados a sus accionistas
por las filiales de bancos extranjeros que operan en México suman 20 mil
millones de dólares, una cantidad que, si se hubiera quedado en el país como
capital de las instituciones para otorgar créditos ahora la penetración
financiera en el país –medida como la relación entre el financiamiento y el
producto interno bruto– sería superior a lo que se registra actualmente”.
Lo denunciado por el
funcionario de Banorte no sólo es escalofriante, sino documentable: sólo entre
2001 y 2011 –los dos felices gobiernos panistas delcambio y el para
vivir mejor– los cinco mayores bancos extranjeros que operan en México
obtuvieron utilidades cercanas a 400 mil millones de pesos, 77.36 por ciento
del total. De este monto alrededor de 268 mil millones se quedaron en manos de
dos de ellos: el española BBVA-Bancomer (que en este país obtiene 30 por ciento
de sus utilidades netas globales) y el estadunidense Citi-Banamex (con quien el
gobierno mexicano fingió absoluta demencia –léase viola la ley– cuando el
gobierno del vecino del norte se convirtió, como parte del rescate a
la trasnacional, en accionista mayoritario).
Allí están más de los 20
mil millones de dólares denunciados por Valenzuela. En el mismo periodo
(2001-2011) la totalidad del sistema bancario que opera en México reportó
utilidades netas por poco más de 517 mil millones de pesos, de los que cerca de
400 mil millones, en números cerrados, se quedaron (en orden descendente) en
BBVA-Bancomer (151 mil millones), Citi-Banamex (116 mil millones), la
trasnacional española Santander (82 mil millones), la canadiense Scotiabank (27
mil millones) y, desde 2003, la británica HSBC (23 mil millones). Todos ellos
pagan gruesos dividendos que terminan depositados o invertidos fuera de
nuestras fronteras.
La trasnacional española
BBVA llegó al paraíso, y se quedó con los siguiente bancos reprivatizados:
Bancomer, Probursa, Promex, Unión, Oriente y Cremi. Citigroup apenas engulló a
Banamex y Confía, mientras que Santander alcanzó a quedarse con Serfin (sólo su rescate le
ha costado a los bolsillos de los mexicanos más de 10 mil millones de dólares),
Scotiabank con Inverlat (que antes se llamaba Multibanco Comermex) y HSBC con
Bital (Banco Internacional). En el periodo de referencia, BBVA-Bancomer y
Citi-Banamex concentraron 67 por ciento del total de las utilidades netas reportadas
por las cinco grandes trasnacionales financieras que operan en el país, y 52
por ciento del total obtenido por el sistema bancario que opera en México. Y
toda la información citada proviene de una institución del gobierno mexicano,
la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
Las dos mayores
trasnacionales financieras están de fiesta, y no les importa, según lo han
declarado sus directivos, quién se quede en Los Pinos, siempre y cuando no les
modifiquen las reglas del juego. Por ejemplo, en el sexenio foxista,
BBVA-Bancomer obtuvo utilidades netas cercanas a 49 mil millones de pesos; con
Calderón (y falta el reporte de 2012), 102 mil millones. Para el caso de
Citi-Banamex, la relación es de 48 mil y 68 mil millones, respectivamente.
Como bien lo apunta el
directivo de Banorte, la proporción de dividendos respecto de las
ganancias que han pagado los bancos extranjeros a sus accionistas es dinero que
no se ha invertido en México... Si los bancos mexicanos pagan dividendos de 20
por ciento de sus ganancias y los extranjeros lo hacen en proporción de 70 por
ciento, esa diferencia de 50 puntos porcentuales son recursos que no se han
invertido en México, que si se hubieran canalizado en forma de financiamiento
hubieran elevado la penetración del crédito respecto de la economía. Entonces, una
cosa es pagar dividendos y otra ordeñar al país.
Las rebanadas del pastel
He allí la prometida banca moderna y democrática y
quiénes pagan el festín, o lo que es lo mismo, un capítulo adicional del asalto
a la nación... Felicidades, con su respectivo abrazo, a Carmen Lira.
Óscar Torres Márquez /
DF
Debe cambiar el criterio
de que por ser Presidente es intocable. No sé desde cuándo ni dónde se incubó
ese criterio que parece heredado de las épocas de los nobles, como si fueran
representantes casi divinos. Es obvio señalar que son humanos, como tales
tienen preferencias e intereses de grupo, y que, desde su investidura
privilegiada, pueden cometer desacatos, abusos, preferencias, acciones fuera de
la ley. Y las leyes son para todos, si no es así, son leyes inequitativas e
injustas.
Jorge Villa Gómez /
Guadalajara
Me hubiera gustado que
lo sancionaran desde que se cometió el fraude electoral del 2006...
Eric Sarmiento /
Tepoztlán
El pobre IFE y sus
mediocres integrantes se escudan en que constitucionalmente no se puede hacer
nada; eso es falso. Recuerden lo que dijo en su fraudulenta toma de protesta, protesto
guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes que de ella emanen y si así
no lo hiciere, que el pueblo me lo demande. ¿Entonces qué? ¿Cómo se le demanda?
Pobre México. Ese IFE con tanto dinero que le cuesta al país nada más sirve
para basura.
Camilo Massa Pérez /
Xalapa
Felipe Calderón, apoyado
por el IFE, se hizo presidente. Cuando todos sabemos que ganó AMLO. El IFE
violó las leyes electorales, la democracia, y la voluntad de casi todo un
pueblo. Si ahora viola los lineamientos del IFE, pues es parte de su formación
y costumbres. Violar las leyes para bien de sus intereses sin importar el
pueblo.
Adrián Manuel Fernández
Robles / DF
¿Qué esperaban? ¿Que lo
sancionaran? Si el IFE es vasallo del poder y está para cubrir los deslices de
su amo. ¿Qué sanciones merece quien hundió en la desesperanza a todo un país,
que entregó el patrimonio de la nación a extranjeros, que bañó al país de
sangre y que se siente orgulloso de su hazaña? Sin lugar a dudas, el
peorpresidente en nuestra historia.
Eduardo Sainoz Carrillo
/ Tlaxcala
Twitter: @galvanochoa
Facebook: @galvanochoa
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