Josefina, Calderón y el PAN van en el Titanic
Conjeturas
Alvaro Cepeda Neri
Por estos días se recuerda el hundimiento del “insumergible” transatlántico Titanic. Fue casi un hotel flotante, el cual chocó contra un iceberg cuyo filo le abrió la parte baja de un costado a lo largo de 90 metros. Se insiste que hubo negligencia, imprudencia y descuido del capitán E. Smith, veterano de la navegación atlántica, quien se confió en la “garantía” de la empresa constructora respecto de que nada podía hundir a la gigantesca nave. “La parte delantera, por estribor, resultó destrozada por debajo de la línea de flotación, mientras una espesa lluvia de hielo caía sobre el navío” (Varios autores: Crónica del Siglo XX. El periódico de nuestro siglo, noticia a noticia. Plaza &Janés, editores). Catástrofe de la que fue testigo Poseidón, quien según la mitología griega, luchó contra los Titanes y los venció empuñando su tridente y sacudiendo violentamente las aguas de los mares. Se cuenta que fue quien persiguió a Ulises-Odiseo, tratando de hundir su nave para impedirle su regreso a Ítaca. (Varios autores: Diccionario de la civilización griega).
Sirva esta ficha biográfica-histórica para introducirnos a la metáfora de que la panista Vázquez Mota, su equipo de campaña integrado en tres círculos, según lo presentó a dos páginas Excélsior (12/IV/12). Calderón y el PAN también se subieron a un Titanic que va a la deriva y muy seguramente se hundirá, para ya no regresar a puerto. Y es que Josefina, que fue buena precandidata y en el tú por tú con Calderón supo imponerse, ya muestra no tener brújula. Enferma, se anda desmayando. Es una candidata con mala suerte. Calderón le echó la “sal”, y los panistas que la rodean, supuestamente, para ayudarla, más semejan fardos que colaboran a su hundimiento. Y no llevan botes salvavidas.
Alvaro Cepeda Neri
Por estos días se recuerda el hundimiento del “insumergible” transatlántico Titanic. Fue casi un hotel flotante, el cual chocó contra un iceberg cuyo filo le abrió la parte baja de un costado a lo largo de 90 metros. Se insiste que hubo negligencia, imprudencia y descuido del capitán E. Smith, veterano de la navegación atlántica, quien se confió en la “garantía” de la empresa constructora respecto de que nada podía hundir a la gigantesca nave. “La parte delantera, por estribor, resultó destrozada por debajo de la línea de flotación, mientras una espesa lluvia de hielo caía sobre el navío” (Varios autores: Crónica del Siglo XX. El periódico de nuestro siglo, noticia a noticia. Plaza &Janés, editores). Catástrofe de la que fue testigo Poseidón, quien según la mitología griega, luchó contra los Titanes y los venció empuñando su tridente y sacudiendo violentamente las aguas de los mares. Se cuenta que fue quien persiguió a Ulises-Odiseo, tratando de hundir su nave para impedirle su regreso a Ítaca. (Varios autores: Diccionario de la civilización griega).
Sirva esta ficha biográfica-histórica para introducirnos a la metáfora de que la panista Vázquez Mota, su equipo de campaña integrado en tres círculos, según lo presentó a dos páginas Excélsior (12/IV/12). Calderón y el PAN también se subieron a un Titanic que va a la deriva y muy seguramente se hundirá, para ya no regresar a puerto. Y es que Josefina, que fue buena precandidata y en el tú por tú con Calderón supo imponerse, ya muestra no tener brújula. Enferma, se anda desmayando. Es una candidata con mala suerte. Calderón le echó la “sal”, y los panistas que la rodean, supuestamente, para ayudarla, más semejan fardos que colaboran a su hundimiento. Y no llevan botes salvavidas.
No da una. Y ya sus mismos allegados la bautizaron con la jerga de los Pieles Rojas: “Cara pálida”, pues parece una máscara sacrificada por las cirugías. Una máscara de jade. No sabe cómo competir y su asesor de imagen, frases y estrategias, el gachupín Antonio Solá, a bordo de la nave por órdenes de Calderón (ganando no menos de un millón de pesos, libres de gastos, que se lleva a España, cada mes), se puso loquito en Haití (pues también asesora al cantante y presidente de esa isla: Joseph Martelly, y afirmó que “Vamos a ganar”.
Todos los panistas que viajan con “La jefa” entonan la letra de: “Nos hundimos… ¡Sálvese el que pueda!”. El Titanic panista constantemente choca con icebergs que tienen a la nave haciendo agua. Y con motines a bordo, encabezados por Lozano Alarcón, Roberto Gil y Diódoro Carrasco, quien le pasa información a su cuate: Liébano Sáenz, uno de los que habla a la oreja a Peña; Ernesto Cordero, el-corre-ve-y-dile chismes a Calderón, ambos riéndose como enanos de Josefina; Max Cortázar, quien se comunica con Carlos Olmos Tomasini, y otros 40 ó 50 “marinos” que navegan zozobrando en su Titanic-PAN, directo al hundimiento electoral y el final de la advertencia de Castillo: perdieron el gobierno con Fox y Calderón… y perderán el partido.
cepedaneri@prodigy.net.mx
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