sábado, octubre 15, 2011
Coalición de miedosos y corruptos : Gilberto Balam Pereira
Coalición de miedosos y corruptos
Gilberto Balam Pereira
Estoy de acuerdo con mi amigocha Maritere Jardí, quien opina que la Medalla “Belisario Domínguez” debe entregársele al diputado del PT Gerardo Fernández Noroña, por ser quizá el único portavoz nuestro en la Cámara y quien es, al que verdaderamente podemos llamar nuestro representante, igual que a Itzel Castillo, quienes tienen afortunadas intervenciones acorde con los criterios de sus representados. ¡Vaya paliza que le dio el miércoles pasado Gerardo al máximo exponente de la corrupción del gabinete y de la clase política, el narcotraficante Genaro García Luna! A Gerardo tuve oportunidad de conocerlo en su mensaje dado a los alumnos del Tecnológico de Mérida, a mediados de año. Un gran tipo joven que nos convence con su sencillez, cultura y sus principios de izquierda.
Bien, pero mi intención de hoy es opinar sobre la tan debatida coalición de algunos sectores partidistas, según una propuesta de disímbolos e indescifrables ciudadanos que publicaron un desplegado en la prensa nacional hace algunos días, firmado por políticos, intelectuales, escritores, etc. Un panfleto que tiene algo de positivo: nos confirma la suposición de que esta miscelánea de oportunistas está al servicio de la cleptocracia y de la ultraderecha.
Mucho se ha comentado sobre los inconvenientes, incoherencias y desatinos de la tal proyectada coalición. Creo que se trata de una reacción de pánico de los grupos que perciben la real presencia de AMLO en el panorama político del 2012. Hay miedo, temor, hasta horror en estos grupos ultraderechistas por perder su status quo, su poder y su podredumbre en la que navegaron estos antimexicanos por varias décadas. No se culpe sólo a los panistas de estos dos últimos sexenios, sino también a los propios priístas desde López Portillo, De la Madrid, Salinas, Zedillo con sus devaluaciones, TLC, Fobaproa, reformas laborales del IMSS y del ISSSTE, todos en connivencia PRIAN y ahora ANPRI.
Pero ante todo este acontecer de críticas a la coalición de ultraderecha, capturo lo escrito por Gerardo Fernández Casanova en el POR ESTO! del día de hoy, y dice don Gerardo: “me merece un gran respeto la calidad intelectual y moral de la mayoría de los firmantes del desplegado por el que hicieron pública su propuesta, no obstante y no sin pecar de arrogante, me atrevo a disentir de ella”. ¡Olé! Don Gerardo, mucha mano izquierda diplomática. Porque –digo después de esa cosa de “gran respeto a la calidad intelectual y moral de los firmantes”—, pone usted en su lugar con sus argumentaciones críticas a la tal coalición (aquí sí, ¡bravo! Don Gerardo). Usted disiente al argumentar lo siguiente:
“1.- La propuesta de la coalición parte de los dos sexenios panistas, cuya disfuncionalidad se pretende explicar por el hecho de que ni Fox ni Calderón contaron con mayoría en el Congreso. Al tomar posesión como presidente, Fox con el crucifijo en la mano se dirige a su familia sin respeto al Congreso, y luego lanza una campaña agresiva y propagandística destinada a doblegar a la oposición legislativa, incluso con veladas amenazas de un “fujimorazo” para la disolución de las Cámaras.
2.- Otro antecedente es el nefasto presidencialismo priísta, derivado de la hegemonía del PRI prevaleciente hasta 1997, la cual fue cabalmente subsanada a base de votos en el 2000, para nunca más volver. El error de Fox y de Calderón, en su estulticia, fue suponer que podían gobernar al viejo estilo sin contar con los elementos para ello.
3.- Ni la Constitución ni la Ley de Administración Pública Federal prohíben que las fuerzas políticas representadas en el Congreso puedan concertar alianzas para lograr la gobernabilidad. (Entonces)… legislar para permitirlo resultaría redundante…
4.- Los defensores de la propuesta han manifestado su proclividad hacia un híbrido entre presidencialismo y parlamentarismo, no sin cierto anhelo por imitar a los países europeos…lo que imposibilita cambios profundos.
5.- La propuesta va en sentido contrario con el clamor generalizado de romper con la partidocracia… antes de pensar en parlamentarismo habría que corregir las enormes deficiencias de nuestro actual sistema de partidos.
6.- Algunos de los firmantes (del desplegado) impulsan la propuesta con destinatarios específicos: a) Peña Nieto, cuya propuesta es mucho peor al pugnar por la llamada cláusula de gobernabilidad que le otorgaría una mayoría artificial al partido del presidente; y b) López Obrador que postula un proyecto alternativo para la Nación, que implica una presidencia con capacidad suficiente para negociar los cambios que el país reclama”.
Por mi parte estoy de acuerdo con AMLO de que no vamos a encontrar ni una salida a los problemas, ni como pueblo ni como nación si no hay antes un cambio de régimen con los 50 puntos programáticos que propone MoReNa.
No nos hagamos tontos, como dice Fabela Quiñones: “la coalición que proponen esos políticos de ‘izquierda’ es una trampa que favorecería al grupo con más recursos que están ubicados en la ultraderecha” (POR ESTO! 13/10/11).
Ya FeCal ha demostrado en innumerables ocasiones que es sólo un empleado de la oligarquía de 30 figuras que dominan el panorama político y económico del país. Y que él sólo comparte migajas que le dejan los más poderosos. Por eso hace poco que en Tlaxcala presionó a que el Congreso de la Unión apruebe la iniciativa de Ley de Asociaciones Público-Privadas, pero ¡ya! “que me gana el tiempo”.
Algo parecido ha ocurrido con la reforma laboral antidemocrática y antieconómica con la que pretende la derecha mantener el dominio de la fuerza laboral del país.
En cuanto a su llamada “reforma política”, no modifica los principios del régimen presidencialista, sin importar el control de los dineros, ejemplo, los gastos de campañas, ni del poder fáctico de las televisoras, ni el control de los organismos electorales, así como la inequidad entre los partidos. Por supuesto que tampoco estamos de acuerdo con la reelección de los legisladores prohibida desde 1933. Esta reelección no va a servir para ningún castigo de los actores, sino más bien sería un premio sin participación de los ciudadanos.
Lo que proponemos es que tanto el Ejecutivo como los legisladores rindan cuentas con la debida transparencia y evitar la vergonzosa anarquía que entre ellos se produce. Que el Legislativo tenga el poder de sancionar a los integrantes del gabinete y que ratifique o cancele sus designaciones.
Es indispensable también que los legisladores hagan un seguimiento del Plan Nacional y Estatal de Desarrollo a fin de rectificar desviaciones, imposiciones y corruptelas de operatividad.
Pero estas observaciones hubiesen sido válidas en regímenes anteriores, porque a partir del próximo año las cosas cambiarán con MoReNa.
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