Astillero
Política sin sustancia
Mesa de reparto en PRD
Felipismo: récord en drogas
Vladimir Ilich Salinas
El batidillo nacional acepta de todo. Declaraciones y propuestas van y vienen. Lo importante, por hoy, es aparecer en los medios aunque sea con palabras descuadradas o proyectos desfondados. Se viven tiempos sin sustancia, dominados por el apetito de pantalla y la urgencia de tomar la mayor porción posible del pastel-botín de la cosa pública.
El profesor Moreira, amo y señor de las políticas estatales de endeudamiento al son de “construya para las elecciones de hoy y que los otros paguen durante décadas”, oficialmente busca alianza con la vendedora estrella de adulteraciones electorales sindicadas, la profesora Gordillo que está en plena temporada de recepción de ofertas para su magistral subasta de argucias. Casi un aviso de ocasión: “Elba, regresa: todo perdonado”, con la firma de aprobación del virtual candidato Enrique Peña Nieto, aunque habrá de verse la reacción del presunto precandidato desplazado, Manlio Fabio Beltrones, que nomás no hace clic con la profesora en puja.
Miguel Ángel Yunes, que fue elbista y acabó siendo (provisionalmente) pistolero político del felipismo cuando éste se contrapunteó con su anterior aliada en el fraude electoral 2006, anuncia el regreso a la política de su tierra, como si formara parte del operativo Veracruz Seguro. Ya antes detonó granadas declarativas de fragmentación contra su anterior jefa, la gerente general del sindicato de maestros y pactados cargos federales anexos, y luego contra Fidel Herrera, que como gobernador pintó a la entidad de rojo y negro, así que el mencionado Yunes considera llegado el momento de empezar a cobrar regalías, al amparo de la política electoral de enturbiamiento nacional que busca imponer el comandante Calderón.
El débil Cordero se permite el lance de invitar a su campaña al confrontado Ebrard, como si no hubiera gran diferencia entre las propuestas de uno y otro y, por tanto, les fuera dado caminar juntos. Obviamente, el hombre recién llegado de su gira de miel ha rechazado la cándida invitación, mientras en su terreno actual, el del PRD, continúan las reyertas a cuenta de la elección de consejeros y la suspensión de ese proceso en varias entidades, sobre todo en la capital del país. Cual escena de película de jefes mafiosos ante guerras internas que causan pérdida a las empresas compartidas, el presidente del comité nacional del sol azteca ha convocado a una mesa de negociación entre representantes de las corrientes perredistas, con tan evidente tufo desagradable que de inmediato el propio Jesús Zambrano ha debido aclarar que el propósito de esa mesa no es repartirse el pastel.
De las mesas de trabajo de las comisiones de estudio, a la plenaria en San Lázaro para decidir sobre lo que aquí largamente se ha llamado miscelánea de asuntos políticos pero que algunos entusiastas pretendieron llamar reforma política. Todo hace suponer que por mandato del dipuado 501, Enrique Peña Nieto, la propuesta de relección inmediata de legisladores federales no pasará, a pesar del berrinche de panistas y de un segmento de académicos, periodistas y ciudadanos que empujaron esa pretensión disfrazándola de idóneo mecanismo para que los electores “premien” o “castiguen” buenos desempeños en las cámaras. Otro “logro”, el de la consulta ciudadana, va tan condicionada que apenas si podrá tener efectividad. Y, obviamente, nunca tuvo viabilidad la kriptonita llamada revocación de mandato. Pero, en cambio, sin reflectores encima avanza la propuesta de que un presidente provisional de la República, que podría ser el secretario de Gobernación en turno, pueda aspirar a ocupar nuevamente ese máximo cargo, en una exploratoria variante de relección presidencial.
Astillas
The Washington Post publicó ayer en primera plana un reportaje que dijo tener, entre otras fuentes, la proveniente de información oficial del gobierno de Estados Unidos, con el que se demostraría en crudos términos económicos el fracaso de la “guerra” impuesta por Calderón a México: la producción de mariguana casi se duplicó en los años del felipismo y el cultivo de amapola de opio nos ha llevado al segundo lugar mundial en producción de heroína, después de Afganistán. Las cifras récord se deben, según ese reporte, a que la administración mexicana ha disminuido las tradicionales faenas de erradicación de plantíos en zonas rurales para concentrar a sus soldados en las zonas urbanas para enfrentar a las bandas de narcotraficantes. De lo publicado se deduce que el negocio de la producción de mariguana y amapola de opio va viento en popa gracias a que las fuerzas federales son distraídas en combates urbanos, mientras a las tradicionales áreas rurales de cultivo de estupefacientes se asoman menos militares. Muertes y pánico social en las calles a cambio de tranquilidad productiva en los sembradíos...
¿Qué hacer?: Vladimir Ilich Salinas ha aparecido un siglo después de que fue publicado el trabajo leninista sobre organización y estrategia. El ruso publicó su tratado a principios de 1902 y Carlos el mexicano lo está haciendo ya, en un libro de casi 200 páginas. Lenin buscaba impulsar la verdadera revolución, mientras Salinas apoya una copetona involución mediante el retorno del Partido “Revolucionario” Institucional a Los Pinos. Tan emocionado anda el ex presidente, en busca de reconvertir a su partido en vanguardia de la clase política rapaz, que no le importó denominar su “nuevo” texto, que según las primeras reseñas periodísticas es una “síntesis” de otro publicado en 2010, como hizo Lenin a principios del siglo pasado, inspirado el líder ruso en la novela publicada por Nikolai Chernishevski en 1863, de igual título interrogativo...
Y, mientras el ingeniero Cárdenas se alista para recibir la medalla Belisario Domínguez, entre escándalos y pleitos del partido que él fundó, y la campaña felipista que a bayoneta presupuestal calada pretende desplazar al PRD del poder en Michoacán e instalar a la hermana llamada Cocoa, ¡hasta mañana!
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