La señora Barrales (consentida de Ebrard) invade domicilios
Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas
La asambleísta Alejandra Barrales quiere ser candidata a Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, D.F., por el PRD de Los Chuchos y, claro, de Ebrard (quien como Peña se hace publicidad electorera con su boda), con la bendición de Manuel Camacho. No es la única en la “grilla” de todos los partidos con sus miles de aspirantes a cargos de representación… de sus intereses y corrupciones, pues la Nación hace mucho tiempo que no tiene auténticos representantes, que se ha robado nombres y domicilio de los ciudadanos, para hacerles llegar su propaganda disfrazada, según ella, de “rendición de cuentas”, cuando no pasa de ser un catálogo de mentiras o de hechos que no son de su exclusiva gestión, y que, después de todo, es su obligación hacer y no usar esos “logros” como bandera para obtener apoyos.
Bancos, empresas, comercios, casas que prestan dinero, venden pizzas, tacos, etc., desde que se robaron los discos con los datos personales de todos los mexicanos y que venden en el famoso mercado de Tepito, tienen nombres, domicilios y teléfonos, con los que invaden los domicilios y hablan para molestarnos, contra lo dispuesto en el Art. 16 constitucional, de que “toda persona tiene derecho a la protección de sus datos personales”. El mismo uso ilegal hace Ebrard con sus informaciones. La Barrales Magdaleno, que abandonó su plaza laboral de sobrecargo en Aeroméxico, donde llegó a liderar a sus compañeros, encontró que la capital del país es mejor caldo de cultivo para sus aspiraciones y ambiciones.
No es un abuso sólo de doña Alejandra, quien ya fue diputada federal y recorrió todos los cargos de servicios, dentro y fuera de la empresa aérea. Por todo el país, los politiquillos echan mano de la privacía personal para, sin orden de cateo, meterse a las casas de quienes les interesan para enviarles propaganda que se va derechito al “kilo de periódico” o a la basura, únicos lugares que merecen sus insolencias. Pero ella es, con Mario Delgado (el favorito de Ebrard para la sucesión defeña) la que ahora llena de basura inorgánica a la Ciudad de México, para ganar adeptos a su causa de querer la postulación a la jefatura administrativa y política para cuyo desempeño se piensa preparada.
Esta invasión es maña de los “grillos” de todos los partidos, incurriendo en actos a los que se les puede imputar sanciones penales por tener datos privados y usarlos para meterse en las casas subrepticiamente, enviando su propaganda con propios que la ponen en los buzones, si bien nos va, pero que casi siempre tiran bajo la puerta o en la calle con lo cual generan basura que no recogen los barrenderos quienes, ante los bajísimos salarios, sólo reciben la basura de los hogares a cambio de una propina, por lo cual la ciudad es un cochinero que no ve el señor Ebrard ni la Barrales ni etc., ocupados sólo del Centro Histórico y de que sus domicilios sí tengan vigilancia, alumbrado en exceso y que les recojan sus basuras, descuidando toda la ciudad donde la Barrales quiere jefaturar una administración donde hay tanto dinero del pueblo que provoca el saqueo.
cepedaneri@prodigy.net.mx
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