Pese al horror o quizá...
María Teresa Jardí
Pese a que el domingo el PRD dio otro paso a su voluntario exterminio y a que ayer nos levantamos leyendo que de nuevo las elecciones internas fueron una tomadura de pelo, incluso para los simpatizantes que le puedan quedar a ese partido.
Partido que inició, como el pacto con el PAN que propone, como colección de tribus, merced al regalo del partido que soñamos muchos que era representante de la izquierda a los que en derecha iban también a convertirse. Elecciones convertidas —una tras otra por la misma lucha por el dinero más las prebendas del partido por la jerarquía que lo extermina— en una vergüenza también para los militantes de ese partido. Pese a Marcelo Ebrard, quien trabajó con Camacho, quien fue también uno de los favoritos de Carlos Salinas, todos ellos de derecha y responsables en buena parte del drama sin final a la vista en el que hoy nos encontramos.
Aunque mucho más inteligente, Ebrard, hay que decirlo, que el usurpador Calderón, que será recordado como lo peor que le haya pasado al país en dos siglos. Pese a todos los problemas que México vive y que la capital también sufre en mayor o en menor medida. Pese al horror, o quizá debido a éste, algo se mueve de manera cada vez más intensa entre la ciudadanía que de a poco en la capital de la república se forma como tal a sí misma y la que empieza a discutir lo relativo al manejo de la cosa pública.
Las acampadas de los jóvenes aumentan y a la de la Bolsa de Valores se suma la de Coyoacán y algunas otras. Se presentan libros y se dan conferencias en las que de a poco se discute el futuro que nos espera y el cómo enfrentarlo de la manera menos mala.
Los caricaturistas en la presentación del libro “Narcotráfico para inocentes” nos enseñan que una forma de enfrentar el miedo que nos imponen los que mandan, es riéndose de ellos y también de nosotros, los que no supimos hacer la tarea, añado yo, de no bajar la guardia ni por un momento en contra del imperio gringo. Y los que se creen todavía eso de que debemos dejar que otros luchen por nosotros para imponernos un estado de bienestar a su manera, que nunca será para todos, porque eso es lo que creímos algunos que se construía, en mi caso de buena fe, por Salinas, mientras él era la cabeza de los que buscan la entrega del país a los yanquis. Aunque mucho más inteligente que los exponentes de la derecha panista, tan burdamente corruptos y de una perversión extrema en el caso del que usurpa. Estado de bienestar que nunca ha existido para todos y que ya no es la respuesta porque incluso la destrucción de la naturaleza por el hombre demanda el cambio total de paradigmas.
Con la risa como ayuda para enfrentar sin enloquecer, ni dedicarnos a drogarnos, como hacen los que nos imponen la condena, debemos aprender a enfrentar lo que ya está aquí. De a poco las participaciones de la sociedad que llena este tipo de eventos a veces venidos de un extremo al otro de la inmensa ciudad. Uno de los que hace preguntas y comentarios explica que viene del Reclusorio Norte a Coyoacán a escuchar a Patricio, Hernández, Helguera y al propio Fisgón, presentar el libro de éste último.
De a poco se va haciendo conciencia de que la falsa guerra declarada por Calderón, con la que hace una limpia de mexicanos pobres, es una trama siniestra para justificar la violencia aplicada por los manejadores del Estado que acaban con la nación.
Efectivamente maravilloso el desfile de Alebrijes gigantes y he sido afortunada al haber podido contemplar, de las cuatro, tres entregas. Excelente feria la del libro que el gobierno de la capital acepta como un logro de lo que fue la izquierda y ni qué decir de los eventos culturales y de las mesas a reventar una tras otra donde lo mismo con Sicilia, que con otros periodistas, escritores, poetas, corresponsales extranjeros, caricaturistas..., a partir del desmenuzamiento del presente, se analiza el futuro por los ponentes que también escuchan a los oyentes de todas las clases sociales, sin guaruras, sin miedo, codo a codo, plenos de amor al otro y entendiendo la vida compartida...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario