martes, octubre 25, 2011

Una indignación global que se convierta en acción


Una indignación global que se convierta en acción Ricardo Andrade Jardí
Mientras el PRD se torna, por voluntad propia, en el basurero que sepultó a la izquierda electoral de México, le hace el trabajo sucio al PRIAN en su ejercicio de reventar la fuerza ciudadana que MORENA ha ido construyendo, al margen de los Chuchos y del neoliberal salinista Marcelo Ebrard y éstos, los Chuchos, que bien adiestrados que han sido por su verdadero amo, pactan, es de suponer que a cambio de limosnas, obstaculizar toda opción de organización política ciudadana que se salga del control de la telecracia, verdadero poder de facto en México; como un ejemplo de la decadencia y la antidemocracia que los partidos políticos significan en México.
Por otro lado, pero que tendrá consecuencias notorias en todo el mundo, incluido México, por más que nos quieran vender la huevada del blindaje financiero, es la noticia atroz de que la Unión Europea (UE), decide rescatar a los bancos privados. Lo que en realidad significa rescatar los abultados bolsillos de los banqueros, inyectándoles millonadas de dinero público, que se reflejarán negativamente en los bolsillos de millones de personas que se tragaron la peligrosa idea de que el capitalismo era un sistema justo para todos.
Un FOBAPROA global es la salida que los empleados administradores al servicio de los grandes capitales transnacionales, pero mantenidos con el dinero público, ante sus disfrazados de representantes públicos, eligen a falta de imaginación y en la lógica de su sometimiento a la minoría millonaria que (des)gobierna el mundo.


El peor de los caminos, una vez más el neoliberalismo, etapa rapaz y decadente del capitalismo, apuesta a la criminal forma de convertir en deuda pública las atrocidades criminales y financieras de un puñado de empresarios que se exportan como “dueños del mundo”. Pero el rescate bancario con el que la UE pretende inyectarle vitalidad a un sistema que se derrumba como escultura de arena en una playa, ante la mentira de pretenderse infinito ante un ecosistema finito, que está cerca de llegar a graves niveles de agotamiento y el que de seguir por el camino del capitalismo terminará por destruir al mundo.
Mucho es el descontento que el capitalismo ha dejado en una buena parte de la sociedad, que globalmente inicia un tardío despertar ciudadano, pero no por tardío menos bienvenido, puede que estemos llegando tarde, mucho es el trabajo que hay que hacer y mucho el que ellos sí han hecho para seguir sometiendo a millones de personas a la opresión a través de los espejitos y falsos escaparates del mundo que el capitalismo oferta, pero no ofrece, ni pretende ofrecer en realidad.
Ya nos indignamos, ya es una indignación mundial, ahora falta el paso fundamental que es convertir esa indignación en acción trasformadora, pues no será buscando restablecer el “estado de bienestar”, como se saldrá de este atolladero, sino en cambiar nuestras lógicas de producción y consumo hacia nuevas formas de organización social, que nada tienen que ver con las opciones del capitalismo. La posibilidad de pensar y construir futuro sólo es posible más allá del capitalismo. Quienes sigan pensando que el capitalismo ofrecerá salidas a la crisis que hoy nos hunde planetariamente se está mintiendo.

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