VIRGINIA GONZÁLEZ MELGAREJO
Se acerca el quinto informe del desgobierno de Felipe Calderón y no deja de dar gusto, pues eso significa que ya sólo falta un año y para sobrevivir al peor gobierno de que tengamos memoria. Algunos datos oficiales, por supuesto, muestran realidades que ponen en evidencia las mentiras de los funcionarios del gobierno federal.
En el ultimo informe presentado por Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) se hace un desglose de las diferentes formas de pobreza y así nos dice que hay en el país 32.3 millones de personas “vulnerables por carencias sociales” refiriéndose a la población que tiene una o más carencias sociales, pero cuyo ingreso es superior a la línea de bienestar (bastante complaciente, por cierto) que maneja un ingreso urbano mensual de 2 mil 114 pesos y rural mil 329 pesos. La verdad es que, con este ingreso, es imposible no carecer de algún satisfactor; pero ahí no para la cosa, el informe presenta la categoría de “pobres moderados”, es decir, que son pobres pero nomás tantito, su número asciende a 40 millones trescientas mil personas, 35.8 por ciento de la población, cuyos ingresos para la urbana son de 978 pesos y para la rural 684 pesos, y en consecuencia presentan dos o más carencias sociales.
Otra categoría es la de los “pobres extremos”, con casi 12 millones de personas. Aquí si la cosa se pone difícil, pues ya no importa el ingreso sino que padezcan 3.7 carencias que hacen referencia a la falta de acceso a los servicios básicos de alimentación, salud, educación, vivienda, etcétera. También menciona el Ceneval la “Vulnerabilidad por ingreso”, es decir, aquellas personas que no tienen carencias pero su ingreso no supera la línea de bienestar, en esa situación se encuentran 6.5 millones de mexicanos que a pesar de su reducido ingreso cubren todos sus satisfactores, difícil de creer pero deben ser las familias que, según Cordero, estiran su gasto y les alcanza para todo.
Los datos muestran, también, que los índices de pobreza han aumentado considerablemente en el país, y hoy 52 por ciento de los mexicanos sufre algún tipo de pobreza, aumentando considerablemente en la población indígena pasando de 75.9 por ciento a 79.3 por ciento en tan sólo dos años.
En todo caso, la propaganda con que se nos atosiga a diario por radio y televisión sobre los avances en materia de pobreza, resultan ser, simplemente, mentira y la aplicación de 106 programas sociales para abatir algún tipo de rezago, instrumentados desde el gobierno federal, no muestran resultados positivos lo cual habla, simple y llanamente, de un gobierno fallido, incapaz y mentiroso que quiere ocultar sus fracasos con un gasto enrome en propaganda.
En el quinto informe de gobierno quisiéramos escuchar la verdad. La población tiene derecho a saber la realidad del país. Pero poco o nada podemos esperar de un gobierno nacido del fraude, “haiga sido como haiga sido”.
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