¿Qué parte del “estamos hasta la madre” es la que no se entiende?
“Con motivo del incendio intencional del Casino Royale me dejaron pensando en todo momento que el reclamo de ‘estamos hasta la madre’ no es lo suficientemente claro desde la ciudadanía hacia el Ejecutivo federal
En memoria de Gabriel Salom
Sin duda en las últimas semanas la tensión entre el gobierno del Estado e importantes organizaciones de la sociedad civil, grupos académicos y movimientos sociales se ha seguido manteniendo tensa, y de eso dan cuenta la mayoría de los medios de información tanto escritos, como la radio y la Tv. El debate de Ciudades Rurales, el viaducto, el gasoducto, etcétera con ejemplos de esto.
En el centro de esta tensión se encuentra desde mi punto de vista, diversas posiciones con respecto a los modos de construir ciudad, vida, espacio vital, y quién y cómo toman las decisiones que pueden afectar a grupos importantes que viven en esos espacios. Este construir ciudad, pueblo, villa ha sido el producto de una construcción histórica, de un proceso que le ha asignado al territorio y sus pobladores diferentes valores. Así tenemos el modelo de ciudad–fábrica/hacienda, que estaba diseñada para que la empresa funcionara y redituará ganancias, o el modelo de ciudad como polo de desarrollo regional, y ahí tenemos los ejemplos de Poza Rica, Coatzacoalcos o Minanititlán, que han jugado este rol. En los últimos años ha crecido la importancia de las ciudades/servicios, que son entendidos como nodos que interconectan posibilidades de negocios y formación basados en su infraestructura y los servicios necesarios para realizarlos, y que por lo tanto se rigen por el principio de la funcionalidad, de la rapidez y la integración. Todo parece indicar que al menos desde el gobierno de Manuel Bartlett esta ha sido la idea rectora que ha seguido la construcción de la ciudad de Puebla, recordemos el debate por el proyecto Paseo de San Francisco, o la Atlixcayotl, el proceso de poner al día la zona de los fuertes, la promoción para la instalación de hoteles–negocios, de universidades y el proceso de conectividad urbana. Hoy tres componentes centrales le dan continudad a esto: a) el repoblamiento del Centro–Histórico, b) el desarrollo del metro bus, y ; c) la creación de vías rápidas de circulación en la que el viaducto es sólo el primer paso.
Muchos podrán estar de acuerdo, y otros más en contra, lo que hay de continuo en este proceso es la falta de interés por parte del gobierno de dialogar con los ciudadanos el destino de su territorio y de las personas que lo habitan, de no mirar las pueblas que se construyen en este proceso, así tenemos la modernidad de angelópolis, frente al proceso de empobrecimiento de los campesinos de San Andrés que fueron despojados de sus tierras, vías rápidas para los autos frente a un servicio público inseguro, ineficiente y corrupto. Y así la lista puede ser larga.
El ejercicio de la democracia significa hoy, más que nunca, la responsabilidad de construir consensos, acuerdos con los ciudadanos, es urgente que el gobierno estatal cumpla con esta condición democrática, de otra forma corremos el riesgo de ir caminando hacia el autoritarismo.
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