¿Para quién pide la amnistía Fox?
María Teresa Jardí
Que los casinos corrompen se le hizo saber a la derecha panista encabezada por Vicente Fox, quien debió ordenar a Santiago Creel, impresentable secretario de Gobernación, dar los permisos. Sordos, los panistas, permitieron la entrada del negocio, porque eso son los casinos, un negocio corrosivo de la vida social.
Con Fox se otorgaron los permisos para poner casinos sin reglas claras, como convertir, por ejemplo, a un solo lugar en Las Vegas a la mexicana. Aquí del Norte al Sur todo se llenó de casinos, a pesar de existir las evidencias, en cualquier lugar del mundo que los tenga o haya tenido, de que los casinos se convierten en un negocio que acaba por traer siempre la violencia consigo.
Lo permitió la derecha panista, porque así lo exigían las televisoras, que en México con Fox, se acabaron de convertir en el poder fáctico que hoy busca poner en 2012 al nuevo desgobernante de la república.
Pero también cabe preguntarse dónde estaban los otros poderes y los intelectuales y la sociedad en general, que no salió a la calle a oponerse a la llegada de los casinos a un país que ya entonces evidenciaba que la corrupción se había convertido en regla para la clase empresarial y política cobijada por la impunidad que rampante y ofensiva por todos se conocía.
Se le hizo ver por unos cuantos, porque muchos de los que hoy condenan entonces aplaudieron la llegada al país, con Fox, de los casinos. Se señaló que éstos eran lugares que servían para lavar el dinero y que convertiría a los pobres en ludópatas, con la esperanza de obtención del dinero para proveerse lo más necesario para sobrevivir en un país con contradicciones inmoralmente
vergonzosas por lo que toca al nulo poder adquisitivo de los pobres y al absoluto poder adquisitivo del puñado de ricos, que convertidos en mafia, en México se reparten el poder como garantía para ellos de que nada cambie.
Se sabe hoy, ayer en POR ESTO! al respecto se publicaba una larga nota en la que se consigna que “El Chapo” se expande y ya maneja, hecha la limpia por el Ejército regular y por los irregulares para acabar con los que antes lo manejaban, el negocio multimillonario de las metanfetaminas y públicamente saben, los que ahí habitan, que en el centro del país, en Hidalgo y Guanajuato, donde los Fox todo lo controlan, el cartel se encuentra intocado y se ha adueñado para sí, con las ayuditas antes mencionadas, de ese negocio, al punto de que ni cámaras tienen las carreteras que la gente dice “que se sabe que son de “El Chapo”. Se dice, los pueblos todos lo saben, que bajo el amparo de algún militar exempleado de los Fox se desarrolla el próspero negocio de esa droga con la que además se produce el peligroso “cristal” con el que se mata a los que lo consumen.
De a poco o más bien muy rápido. Diez años son nada en la vida de las personas o pueden significar la pérdida de un siglo para millones de otras a las que en México se les ha cancelado el futuro para varias de las generaciones que les sigan, a los mexicanos se les ha ido convirtiendo en adictos a todo y esto es como lo del Ejército que una vez en la calle a ver quién lo regresa a sus cuarteles.
Pareciera que Fox busca, por lo que pueda suceder, una amnistía para su familia y para él.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario