jueves, agosto 18, 2011

En Puebla, AMLO busca evitar alianza de Ebrard con la derecha


CUITLATLÁN
En Puebla, AMLO busca evitar alianza de Ebrard con la derecha
 FERMÍN ALEJANDRO GARCÍA




Con la gira que este día realizará a Ajalpan, suman 10 las actividades masivas y privadas que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha realizado en territorio poblano desde que Rafael Moreno Valle Rosas es gobernador. Ese número de actos es una muestra clara de que Puebla se ha convertido en un estado prioritario para el tabasqueño y que estaría buscando tres objetivos claros, que son:
1. Intentar frenar que desde Puebla se promueva un proyecto en torno a la figura del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón, para que éste sea candidato presidencial de la izquierda en alianza con la derecha, es decir con el Partido Acción Nacional (PAN) o con Nueva Alianza (Panal), el partido de Elba Esther Gordillo.
2. Dicen personas allegadas a López Obrador que en particular el tabasqueño se ha fijado en el estado de Puebla porque desde su óptica el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas se estaría convirtiendo en uno de los mandatarios más autoritarios del país y por ende, es fundamental estar atento a lo que pasa en la entidad.
3. AMLO ha visto a Puebla como un estado con tres peculiaridades: que es cercano al Distrito Federal, tiene un alto potencial electoral y en la entidad cuenta con muchas posibilidades de minar las simpatías hacia Marcelo Ebrard, ante el escenario de que la candidatura presidencial del Partido de la Revolución Democrática (PRD) se decida entre ambos y por medio de una encuesta nacional.
Sin duda alguna las visitas de AMLO no responden a simples invitaciones de simpatizantes o son fruto de la casualidad, pues siendo Puebla un estado en el que no hay un proceso electoral en curso, resulta atípico que el ex candidato presidencial esté desplegando frecuentes visitas.
A principios de este año, en las fechas en que coincidió con el cambio de poderes públicos en el estado, López Obrador tuvo una reunión privada en el centro comercial El Campanario con miembros de su estructura.
Luego, el 30 de abril pasado visitó la ciudad de Puebla. Posteriormente ha realizado siete actos masivos, en Izúcar de Matamoros, Atlixco, San Martín Texmelucan, Tepeaca, Ciudad Serdán y Tehuacán, entre otros lugares, más un encuentro con empresarios locales.
Más allá del número de actos, lo que destaca es el discurso del tabasqueño, quien constantemente hace alusión a la relación estrecha que existe entre el gobernador Moreno Valle Rosas y la líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo Morales, además de insistir que en Puebla la derrota del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 2010 no significará ningún cambio democrático.


De esa forma, hasta ahora el único opositor real que tiene el mandatario poblano es Andrés Manuel López Obrador, junto con el legislador local José Juan Espinosa Torres, ya que el resto de fuerzas políticas y líderes políticos, empresariales y sindicales no se atreven ni a criticar ni confrontarse con el jefe del Poder Ejecutivo.
Esa situación evidentemente ya ha desatado una confrontación personal entre el gobernador y el ex candidato presidencial, pero la intención de AMLO no se reduce a ser solamente un puntal y severo crítico del mandatario poblano, sino que busca que Moreno Valle y Elba Esther Gordillo Morales no interfieran en la definición del proyecto electoral de la izquierda.
Y es que en la corriente Nueva Izquierda del PRD, en importantes sectores del PAN, del empresariado y de algunos gobernadores, está creciendo la idea de que la única opción que existe para derrotar al PRI, o mejor dicho a Enrique Peña Nieto, en las elecciones de 2012 es mediante una alianza entre el albiazul y el partido del sol azteca, pero que lleve como candidato a Marcelo Ebrard o al ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Juan Ramón de la Fuente.
Ante ese escenario, López Obrador está buscando desplegar la misma estrategia que desarrolló en el Estado de México de descalificar cualquier alianza del PRD con otras fuerzas políticas que no sean de izquierda. Aunque en esa entidad no ganó los comicios de gobernador el candidato perredista Alejandro Encinas, AMLO salió victorioso al romper la posibilidad de que continuara el maridaje entre el blanquiazul y el Partido de la Revolución Democrática.
Ahora, lo que está buscando en estados como Puebla es evitar que se construya una corriente de “voto útil” a favor de Marcelo Ebrard, pero en alianza con el Partido Acción Nacional o el Partido Nueva Alianza, bajo el argumento de que solamente así se puede frenar al PRI.
Puebla es un lugar clave para ese proceso por la simpatía que Rafael Moreno Valle Rosas y Elba Esther Gordillo Morales tienen sobre Marcelo Ebrard para verlo competir por la presidencia, pero jugando dentro de su cancha política, es decir con el PAN o el Panal, y alejado de Andrés Manuel López Obrador.
En ese sentido, el activismo que ha realizado López Obrador se ha visto manejado con inteligencia y buen cálculo, ya que nunca ha desplegado la más leve crítica a Marcelo Ebrard, pero si dirige sus ataques directos y frontales contra sus posibles aliados políticos de la derecha.
De esa manera, el tabasqueño está buscando dos efectos:
1. Sacar del espectro de la izquierda a Moreno Valle y Elba Esther Gordillo, y se puede hacer un pacto entre él y Marcelo Ebrard para definir la candidatura presidencial del PRD.
2. Si Ebrard vuelve a su tendencia de cambiar de partido como cambiar de calcetines, y accede a aliarse con la derecha, lo haga pero sin el apoyo de la gente que cree en el proyecto electoral de la izquierda.


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