Gilberto Balam Pereira
Hablan los estudiantes y millares de jóvenes trabajadores
Los estudiantes piden cambios en la educación, exigen la renacionalización de los recursos naturales, una nueva Constitución; denuncian que el 60% de la población vive con ingresos inferiores a los de muchos países pobres; ésta es la dictadura perfecta; el Código de trabajo ha despojado de casi todos sus derechos a los trabajadores; en la minería se ha fortalecido la entrega casi gratuita de nuestros recursos a grandes consorcios internacionales; la salud y el sistema preventivo se encuentran manejados por grandes empresas privadas; el gobierno mantiene ciertos mitos instalados por la derecha como el decir que “estamos en un país ganador”, algo así como que somos los jaguares de América Latina cuando la verdad es que nuestro modelo de país tiene fallas tremendas; alrededor del 68% de la fuerza de trabajo está ocupada en empleo precario, sin contrato permanente; la educación pública está marginada mientras se beneficia la enseñanza privada, que no enseña sino que lucra; aquí, el movimiento antineoliberal está en las bases populares, sobre todo en el segmento estudiantil de la clase popular.
Sí, son los JOVENES CHILENOS que tienen la palabra. No son los estudiantes mexicanos que están describiendo las condiciones en que similarmente se encuentra nuestro país.
¿Qué pasa con la juventud mexicana? me pregunto. “Es que los jóvenes de este país están mediatizados”, me dice un lector.
Bueno, pero mediatizados ¿por quiénes, Pedro?,
¿Quiénes los mediatizan?, ¿quiénes los cooptan?, ¿quiénes los corrompen?, ¿quiénes los acotan?, ¿quiénes los inmovilizan?, ¿quiénes los enajenan?, ¿quiénes los marginan?
En mi opinión, Pedro, los principales responsables de este drama es la clase política en turno. No hace mucho un amigo se refería en términos de “nuestra corrupta clase política”.
Y es que los jóvenes están en el PRI o en el PAN. Al igual que los profesionales de la reciente generación. Los jóvenes empleados y subempleados están enajenados por la degenerada televisión que los constriñe a una realidad de falso bienestar inventado por el gobierno, los empresarios y por la mercadotecnia controlada y dominada por grandes consorcios mercachifles. Simulación y mentira difundidas al través de las ondas hertzianas han desvirtuado las nefastas consecuencias de las acciones gubernamentales y de grandes empresarios trasnacionales que anuncian un panorama y una perspectiva de placer y bonanza como la que disfruta e interpreta la “clase bonita, elegante y sofisticada de la tele”. El futuro de los jóvenes lo determina en último término el PRIAN.
La Iglesia y la religión ha sido también un factor de confusión y desánimo a través de la historia.
Además de los espejismos ilusorios y atractivos que ofrece el narcotráfico a la juventud, los gobiernos neoliberales prometen becas, plazas de maestros, perspectivas de otros empleos como los que indican engañosamente las cifras de “nuevos empleos”.
Y si la juventud no participa y no enarbola la esencia del cambio del modelo sociopolítico del país, no avanzaremos hacia el poder democrático, como lo están demostrando los jóvenes de Inglaterra, España, Chile, Grecia, etc., quienes en forma independiente de los poderes gubernamentales, partidos y clase política de su país, se están movilizando con sus propios recursos y organizaciones marginadas con fines antineoliberales.
Bueno, pero ultimadamente, ¿cuáles son las perspectivas de esa juventud alienada de México para conducir a su población hacia el rumbo del cambio?
Existen también opiniones de que el miedo provocado por el narcotráfico y la guerra orate fecalista en su contra, ha impedido la aglutinación, acercamiento y unión de los ciudadanos a efecto de emprender la lucha pacífica contra la dictadura neoliberal del país. Aunque observamos que los combates juveniles de otros países contra sus gobiernos autoritarios, no son tan “pacíficos” como dictan los discursos de los líderes de México.
Perspectivas.
El besuqueo como estrategia. Javier Sicilia ha enarbolado una lucha por la paz y la concordia. Su formación de ciudadano ha estado determinada por su fe religiosa y comienza llamando a la población a que se organice para exigir la renuncia del Secretario de Seguridad a quien responsabiliza del caos en que tienen sumido al país los narcos y FeCal. “Necesitamos paz y cordialidad, diálogo sin revanchas ni rencores, para iniciar un proceso que nos conduzca a un cambio humanitario de política social”, dice JS.
Y pide que la divinidad cree un cambio en el corazón belicista del presidente espurio y pidió a éste un diálogo. FeCal aceptó pero se negó a salir del clóset, no permitió el beso que le daría JS. Ni maiz.
Ninguna renuncia. Ningún diálogo cierto. Ningún retiro del Ejército del frente de batalla. En vez de la proclama “no más muertos”, ha habido más, muchos más. Dios no oye a Sicilia.
Y la estrategia del besuqueo mediático continúa, no se salvaron Manlio Fabio Beltrones, Moreira y otros machines; la estrategia está atrayendo a actores, escritores, pintores, poetas, sector proclive al besuqueo indiscriminado.
El Ejército y la Marina pintaron su raya. Nada de diálogo, ni ceses ni besuqueo.
¿Y los jóvenes mexicanos qué opinan? Porque no son propiamente besos los que están procurando los aguerridos jóvenes patriotas de otros países tiranizados.
MoReNa como otra estrategia. Es el movimiento que llama al Encuentro de los jóvenes con otros sectores sociales como los indígenas, los adultos mayores, los profesionales, pequeños empresarios, homosexuales, trabajadores, subempleados, feministas y grupos democráticos, para sumarse en unidad de acción y por los mismos objetivos: alcanzar el poder derribando al poder neoliberal de México e instaurar un gobierno que conduzca al cambio para lograr la reivindicación de la población explotada y despojada de sus recursos naturales, en particular los energéticos que van siendo entregados a los grandes consorcios extranjeros por el gobierno de FeCal.
Se trata de formar comités para difundir el Programa Alternativo de Nación de MoReNa, un proyecto nacional del que carecen los partidos políticos y otras agrupaciones como el movimiento de Sicilia, abstracto, esotérico y metafísico, religioso, fundamentado sólo en la buena fe y confiando en una supuesta bonhomía de la que carece el gobierno del espurio presidente, movimiento de paz que no ofrece propósitos a futuro, sin perspectivas, sin esperanzas. AMLO ha dicho repetidamente en sus mítines: “sin ustedes, jóvenes, no avanzaremos mucho; de ustedes depende el cambio de rumbo”.
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