Enrique Galván Ochoa
Dinero
La era TelePRIsa
Para indocumentar nuestro optimismo
El reformón de Hollande
Televisa no ha llegado a este capítulo de la
telenovela para dejarse enmendar el argumento. Lo que sigue es que Enrique Peña
Nieto se haga cargo de la Presidencia de la República. El Tigre Azcárraga
decía que era un soldado del PRI, pero los papeles han cambiado. Televisa
probablemente asume que Peña Nieto es su soldado. Hay recuento de votos de un
número importante de casillas con el que podrían comprobarse un sinnúmero de
irregularidades. Sobran evidencias –Monex, Soriana, Moreira– de que corrieron
raudales de dinero en la compra de votos; incluso es probable que se acredite
el origen oscuro de una parte. Sin embargo, recordemos lo que sucedió hace 12
años con el Pemexgate. Se comprobó que salió dinero de Pemex vía el
sindicato petrolero para financiar la campaña de Francisco Labastida Ochoa.
¿Cómo se solventó el problema? El IFE le impuso una sanción al PRI, en marzo de
2003, por mil millones de pesos, pagadera, eso sí, en abonos. Quizá uno de los
capítulos siguientes del reality show presentará como heroicos
defensores de la democracia a los consejeros del IFE y a los magistrados del
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y hasta apliquen otra
multa millonaria a los priístas. Sin embargo, el final de la telenovela seguirá
siendo el mismo. Asumir estas realidades puede resultar frustrante y doloroso,
pero conlleva el beneficio de despejar la mente de ilusiones. La era TelePRIsa está
aquí, con sus tres ingredientes: la televisora, el PRI y las siglas SA, que
enfatizan la naturaleza de su alianza: una sociedad para manejar a México como
un negocio... y por mucho tiempo. Lo que no es permisible es hacer el patético
papel de ingenuos, esperanzados y, más adelante, burlados ciudadanos.
Las reformas
El panismo dejará quebrado al país, con una
deuda pública a escala histórica. Uno de los caminos que tiene TelePRIsa para
hacerse de dinero es vender las dos empresas estatales que se libraron del
desmantelamiento del salinismo –Petróleos Mexicanos y Comisión Federal de
Electricidad– y aumentar los impuestos. Se habla cada vez con más frecuencia de
las reformas energética y fiscal, entre otras. Circulan por ahí los comentarios
en el sentido de que Enrique Peña Nieto no contará con mayoría en el Congreso y
para sacarlas adelante tendrá que negociar con los legisladores de otros
partidos políticos. ¿Para qué quiere mayoría si tiene a Televisa? ¿Cuál
legislador desafiaría su poder a sabiendas de que puede ser borrado de
cuadro, como sucedió a Santiago Creel? Eso sin contar que el Congreso se ha
convertido en un tianguis caro, donde los votos se venden a quien puede
pagarlos. Personajes que han jugado un papel lamentable en la historia del
país, como Luis Téllez y José Ángel Gurría, promueven en diferentes foros los
supuestos beneficios de tales reformas. Sin embargo, la gente no coincide con
sus puntos de vista. La reforma energética del calderonismo dejó como resultado
los gasolinazos mensuales, y la fiscal la creación de nuevos
impuestos, como el IETU, IDE, el de telecomunicaciones, y el aumento de los que
ya existían. Se divisa un nuevo intento de cobrar IVA en alimentos y medicinas,
pero no se toca el tema de gravar las transacciones financieras, a fin de que
puedan seguirse vendiendo empresas como Grupo Modelo en 20 mil millones de
dólares sin pagar impuestos.
Reformón a la francesa
El presidente Hollande, de Francia, tendrá
que hacer ajustes para cuadrar el déficit presupuestal en 2013. Primera medida
del gobierno socialista: 30 por ciento menos de sueldo a los altos mandos. Por
otro lado, las grandes fortunas serán gravadas con una contribución de 3 por
ciento sobre el patrimonio, que permitirá recuperar lo perdido con las
exenciones fiscales. El de Hollande sí es un reformón. Incluye un impuesto
sobre las transacciones financieras, que afectará a los bancos, las petroleras
y los dividendos empresariales. Y mucho más: los dividendos abonados a los
accionistas tributarán 3 por ciento; las stock options y las acciones
gratuitas tendrán una contribución social de 40 por ciento; las grandes
empresas deberán abonar de forma anticipada 5 por ciento sobre los beneficios;
la tasa sobre la venta de acciones pasará de 0.2 a 0.4 por ciento, y las
petroleras pagarán de forma única 4 por ciento del valor de sus stocks.
e@Vox Populi
Asunto: expulsiones
Enrique: comentas en tu columna del jueves
que los panistas no se atreverán a echar del partido a Vicente Fox, porque sabe
demasiado y con lo deslenguado que es podría descubrir el cochupo de las
elecciones de hace seis años. Puede ser que sea cierto, pero en todo caso falta
mencionar otra cosa. Si el PAN expulsa a Fox, también tendría que expulsar a
Calderón. ¿O no estuvo apoyando al PRI por debajo del agua? ¿No te parece rara
su escasa ambición por retener el poder? Va a entregar la Presidencia como las
pepitas: peladitas y en la boca.
Ana María Carrillo/Tijuana (panista por más
de 30 años y ahora sin partido, por el asco que me dan)
R: Querida Ana María: si militaste tres
décadas en el panismo de Baja California tal vez recuerdes a Salvador Rosas
Magallón, que fue mi amigo. Era un panista con ideales, no como los mercenarios
de hoy.
Twitter
¡Ojo! La CFE está condonando deudas por robo
de energía eléctrica; único requisito: llamarse Pep y apellidarse Sico.
Marco A. Guadarrama @marcoguadarrama
Represión policiaca en Campeche por pedir
recuento electoral. Hay cuatro desaparecidos y 15 detenidos.
Guadalupe Lizárraga @gpelizarraga
Twitter: @galvanochoa
FaceBook: galvanochoa
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