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FERMÍN ALEJANDRO GARCÍA
De manera poca clara, algunos ex servidores públicos y empresarios que estuvieron ligados a los dos gobiernos panistas que ha habido en Querétaro, trasladaron en este sexenio sus intereses a Puebla, sin importar sus malos antecedentes. Tal es el caso de Manuel Urquiza Estrada, el actual director del Soapap y ex vocal ejecutivo de la Comisión Estatal de Aguas en la entidad queretana; y de Luis Alfonso Mier Cuevas, el director de la empresa Codesa, que es la encargada de la construcción del Viaducto Zaragoza y que ya generó el malestar de vecinos de la colonia Xilotzingo por el intento de instalar una fabrica de trabes de cemento.
Ambos personajes jugaron un papel determinante en un par de grandes proyectos de ingeniería civil que se llevaron acabo en el sexenio del panista Francisco Garrido Patrón –que gobernó Querétaro entre 2003 y 2009– y cada uno de ellos, dejó un muy mal sabor de boca. Por lo que resulta preocupante que ambos estén realizando actividades en Puebla.
En el caso de Manuel Urquiza Estrada, quien fue vocal ejecutivo de la Comisión Estatal de Aguas en Querétaro, antes de llegar a Puebla a hacerse cargo del Soapap, enfrentó un largo proceso de investigación por supuestas anomalías administrativas. Al parecer, logró evitar demandas paneles por ese motivo. Sin embargo, el mayor cuestionamiento en su contra se desprende por el proyecto llamado Acueducto II.
La obra de Acueducto II tuvo una inversión de 2 mil millones de pesos, lo realizó la empresa Ingenieros Civil Asociados (ICA) –que se destaca por haber financiado la campaña negra contra Andrés Manuel López Obrador en el año 2006– y se supone que serviría para dotar de agua potable a la capital de Querétaro y dos municipios vecinos por un periodo de 30 años.
Ese proyecto fue ampliamente cuestionado por la organización no gubernamental Grupo de los Cinco, que estaba formada por militante del PAN, entre ellos algunos fundadores de ese partido, así como de académicos de la Universidad Autónoma de Querétaro, quienes expusieron que la obra solamente dotaría del 59 por ciento del caudal previsto, que no existía uno de los manantiales donde supuesta se iba a extraer el líquido y que los trabajos se podían hacer con menos de 50 por ciento de la inversión prevista.
El gobernador Francisco Garrido Patrón, junto con Manuel Urquiza Estrada, hicieron oídos sordos a los cuestionamiento técnicos del Grupo de los Cinco, lo que generó desconcierto entre los propios panistas de Querétaro, y al final, esa situación fue un factor para que el PRI recuperar la gubernatura de esa entidad en el año 2009.
El caso Codesa
En el caso del empresario Luis Alfonso Mier Cuevas, quien es director de la empresa Constructora Codesa, que es la encargada del proyecto Viaducto Zaragoza, se conocen los siguientes antecedentes:
Mier Cuevas fue varias veces presidente de la Coparmex de Querétaro, principalmente durante los gobiernos panistas de Ignacio Loyola Vera y Francisco Garrido Patrón. En el año 2005, el Congreso local autorizó la enajenación de 425 hectáreas del municipio de Pedro Escobedo, que eran propiedad pública, a favor de la empresa Desarrolladora Inmobiliaria Sanfandelia SA de CV, para que esta ejecutara un proyecto de reordenamiento urbano y construyera 33 mil viviendas de tipo económico.
Lo que llamaba la atención de dicho contrato de enajenación eran dos aspectos:
1. La empresa Desarrolladora Inmobiliaria Sanfandelia SA de CV, se constituyó en la ciudad de México para realizar ese proyecto y el director era Luis Alfonso Mier Cuevas, mismo que ahora es de Codesa.
2. Las 425 hectáreas en cuestión estaban dotadas de servicios públicos, ya que había redes de agua potable, tres pozos profundos, un tanque de almacenamiento, drenaje sanitario y redes telefónicas, además de un club hípico y una franja de predios destinados a áreas comerciales. Pese a esas características, esos terrenos fueron vendidos a la empresa Desarrolladora Inmobiliaria Sanfandelia SA de CV a un precio de 179 millones de pesos.
Es decir, se le dio a 425 mil pesos la hectárea, el cual es un costo muy bajo. En la ciudad de Puebla una hectárea de bajo precio se comercializa en unos 4 millones de pesos.
En el año 2007 el Congreso intentó rescindir el contrato de enajenación, ya que Luis Alfonso Mier solamente había pagado 90 de los 179 millones de pesos que costaban los terrenos.
Hasta ahora, se ignora sí se liquidó el toral de los 179 millones de pesos que se habían fijado al inicio del proyecto.
Lo más grave de esta situación, es que al final no se construyeron las 33 mil casas que se habían prometido, bajo el argumento de que los terrenos no resultaron aptos para el proyecto.
Y las 425 hectáreas se quedaron en manos de los empresarios que invirtieron en la empresa Desarrolladora Inmobiliaria Sanfandelia SA de CV.
Es decir, hubo un trato privilegiado en el cual los empresarios involucrados fueron beneficiados por el poder político panista.
Ahora, Luis Alfonso Mier Cuevas ha reaparecido en Puebla al frente de Codesa, la empresa encargada del Viaducto Zaragoza, sin que hasta ahora se separa si dicha compañía tiene la capacidad técnica para llevar acabo el proyecto con la debida calidad.
Codesa ya ha empezado a generar conflictos. En la colonia Xilitzingo al parecer esta empresa compró o rentó un terreno de una hectárea, aproximadamente, donde al parecer quiere instalar una fabrica de trabes de cemento, mismas que se emplearían en el Viaducto Zaragoza.
El problema fundamental es que él área no es apta para ello, pues es zona escolar, de viviendas, y no hay suficiente agua ni vialidades para soportar una fabrica de trabes de cemento. Y eso, no es el discurso de los vecinos inconformes con la instalación de la fábrica, sino el Plan Municipal de Desarrollo Urbano Sustentable lo establece. Pero de eso seguiremos platicando a lo largo de la semana.
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