MARTÍN HERNÁNDEZ ALCÁNTARA
Por segunda ocasión el movimiento ciudadano que se opone a las obras del Viaducto Ignacio Zaragoza clausuró simbólicamente los trabajos, al final de una marcha que comenzó en el zócalo de la capital poblana y finalizó a unos cuantos metros del mausoleo al prócer, donde investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) colocaron una lona con el logotipo del organismo, informando sobre la suspensión de los trabajos.
En el contingente participaron investigadores, académicos, ciudadanos de a pie y varios vecinos de la colonia 20 de Noviembre, quienes manifestaron su zozobra porque suponen que la vialidad representa la expropiación de sus moradas.
La movilización fue vigilada de cerca por la fuerza pública estatal y municipal: en total cuatro camionetas con al menos seis uniformados cada una, amén de dos patrullas. La presencia de los uniformados fue considerado por varios de los participantes como un acto de intimidación de parte del gobierno estatal que encabeza el panista, Rafael Moreno Valle Rosas.
La columna cruzó la avenida 2 Norte en sentido contrario hasta desembocar en el bulevar Héroes del 5 de Mayo. Intelectuales como los antropólogos Julio Glockner y Anamaría Ashwell, y la historiadora de arte, Monserrat Gali, fueron de los más activos: repartían volantes y explicaban a la gente que encontraban a su paso, las implicaciones negativas de la vialidad para el primer cuadro de la Angelópolis y el riesgo de que la categoría de “Patrimonio Cultural de la Humanidad”, concedido por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) se pierda para siempre.
Hasta ese momento la marcha no llevaba custodia oficial, aunque sí era evidente que personal de los cuerpos de inteligencia del gobierno tomaba, con sus teléfonos, fotos a los participantes y continuamente reportaban su trayectoria.
Sin embargo, cuando el contingente hizo una parada en la Puerta de la Victoria, ya lo esperaba un dispositivo policiaco. Los uniformados nada dijeron, pero desde ese momento hasta que la manifestación culminó, ya no se separó del grupo ciudadano.
En la convocatoria hecha por el movimiento, que ha llamado a su causa “La Segunda Defensa de Puebla”, tenía considerada una rueda de prensa al llegar al mausoleo de Ignacio Zaragoza. Pero la cobertura mediática fue muy escasa. Los ciudadanos no se arredraron y dieron lectura a varios documentos, el principal, una carta dirigida a Alonso Lujambio Irazábal, secretario de Educación Pública; Alfonso de María y Campos Castelló, director General del Instituto Nacional de Antropología e Historia; Rafael Moreno Valle, gobernador de Puebla; Eduardo Rivera Pérez, edil de la capital y a Víctor Hugo Valencia Valera, director del Centro INAH Puebla.
En la misiva, los ciudadanos piden a las autoridades que les entreguen información real sobre el proyecto de segundos pisos que se ejecuta desde las inmediaciones del estadio Cuauhtémoc hasta la zona monumental, pues advierten que hasta ahora sólo han “circulado diversas versiones no oficiales”.
“Exigimos se detengan las obras hasta que se presente el proyecto técnico completo con los debidos estudios de impacto ambiental, económico, social y cultural, antes de que se lleven a cabo acciones irreversibles. Será el Instituto Nacional de Antropología e Historia el que acredite que se cumplen las normas y serán los ciudadanos quienes juzguen el modelo de ciudad que les conviene. Es evidente el inicio de trabajos de construcción del proyecto que, además de no contar con la transparencia requerida, carecen de la licencia que el INAH debe emitir por ley”, agregaron.
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