miércoles, diciembre 08, 2010

Rogelio Ramírez de la O : Ocaso del euro y peso sobrevaluado

Rogelio Ramírez de la O
Ocaso del euro y peso sobrevaluado


Para efectos prácticos, el euro ya dejó de ser una moneda de reserva aunque siga siendo la moneda para transacciones en Europa. Para los grandes inversionistas es obvio que el euro carece del apoyo fiscal que da la recaudación de impuestos a una autoridad comprometida con su moneda.

También carece de la garantía del potencial productivo de una economía, pues su miembro más productivo, Alemania, no está dispuesto a ofrecer apoyo ilimitado a los miembros de la periferia europea.

Es cierto que el euro sí está apoyado por una unión de propósitos de varios países, pero esta crisis ha enseñado que, en tiempos malos, los propósitos tienen límites. Así, Alemania no tiene el soporte de su población para dar apoyo ilimitado a ningún país, y los gobiernos de la periferia tampoco lo tienen para aplicar recortes de impuestos y beneficios a la gente para cumplir con las exigencias del euro y pagar a los bancos.


Ello explica que en los programas de rescate a Grecia e Irlanda, los apoyadores estuvieran más preocupados por proteger su propia situación fiscal, que por ayudar a sus vecinos.

En ambos casos no dieron créditos, sino garantías a través de un fondo de tamaño limitado. Los apoyos son bilaterales, no multilaterales, y condicionados a que el FMI aporte un tercio de ellos y ponga de por medio su prestigio en los programas de ajuste económico al que se tiene que someter cada país.

De ahí que los programas de ajuste sean draconianos y, por lo tanto, imposibles de cumplir por los rescatados, pues en el intento de hacerlo sólo hunden a sus economías más en la recesión y agravan, con ello, las pérdidas de los bancos.

Además, según el director del Banco Central de Irlanda, el Banco Europeo le condicionó su apoyo de liquidez a que abandonaran la idea de hacer que los acreedores tomen parte de la pérdida en sus créditos. También se obligó a Irlanda a aportar su fondo de pensiones, creado apenas hace 10 años, como parte de su propio rescate.

¿Por qué en un rescate tan costoso un gobierno cede tanta soberanía a las exigencias de un banco como el central europeo? La única respuesta es la ausencia de liderazgo político. Por lo mismo, Grecia aceptó pagar 5% por créditos que recibió de sus apoyadores cuando a éstos el dinero les cuesta menos.

La falta de liderazgo político corona todas las razones técnicas que impiden al euro sobrevivir en tiempos malos. Los actuales jefes de gobierno en Europa tienen más características de administradores (managers) que de líderes con visión. El rescate del euro reclamaría líderes como Helmut Kohl o François Mitterrand, los cuales no están a la vista.

Por tanto, lo que viene es un proceso doloroso, sobre todo porque amenaza con ser prolongado, pues los actuales jefes de gobierno siguen pretendiendo que con políticas convencionales y ortodoxas sus problemas se superen. Así, las tasas de interés que el mercado impondrá a la deuda soberana de la periferia, seguirán siendo tan altas que por sí mismas invalidan toda posibilidad de estabilizar las deudas públicas. El caso de Grecia es ilustrativo, pues la tasa de interés de sus bonos soberanos, después de bajar con el rescate anunciado en mayo pasado, hoy ya regresó a los altos niveles que tenía antes de la crisis.

México está a salvo de estos problemas porque tiene una moneda en flotación. Pero su riesgo es que el peso se aprecie demasiado, cuando, al mismo tiempo, el dólar sigue ganando competitividad. Cuando las tasas de interés en Estados Unidos suban, un peso sobrevaluado es receta para el desastre.

rograo@gmail.com

Analista económico

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