jueves, diciembre 30, 2010

Jaime Ornelas Delgado : ¿Cómo creerles?

TENDAJÓN MIXTO
¿Cómo creerles?
Jaime Ornelas Delgado

Desde que con malas artes Felipe Calderón se apoderó de la presidencia de la República, dejó también de ser legítimo y creíble su gobierno. Entre otras cosas, por eso a menos de dos años de las elecciones federales su partido no encuentra candidato viable, confiable y capaz de evitar que lo identifiquen con el régimen que ha llevado al país a la orilla del precipicio. De ahí que se haya dicho que Acción Nacional aceptaría un “candidato ciudadano”, como el ex rector de la UNAM Ramón de la Fuente, incluso se ha sugerido que podría aceptar ir en alianza con los Chuchos, apoyando a Marcelo Ebrard.



El propósito es doble, el abierto y confeso, detener el regreso del PRI a Los Pinos y otro, del que poco se habla pero que los debe tener muy preocupados, sino es que aterrados, es la fortaleza de la candidatura de Andrés Manuel López Obrador, único personaje de la vida nacional con un carisma a toda prueba sustentado en la honestidad, el tesón y la razón. Nadie más como él, aunque han pretendido aislarlo y todo el tiempo se le esté atacando de manera inmisericorde en los medios masivos, e incluso dentro del movimiento que encabeza por quienes alguna vez se llamaron sus amigos y partidarios, quienes sintiéndose dueños de una “amplia sabiduría política”, dicen dubitativos que es necesario esperar para apoyar a quien sea aceptado por la alianza con la derecha yunquista. Ya sucedió en Puebla, que no en Oaxaca en donde las circunstancias eran otras muy distintas a las de nuestra entidad, y para quienes promueven esa alianza no tiene por qué no ocurrir en el país.




Pero la derecha, como la izquierda, es heterogénea y hay otra que tampoco descansa y busca desesperadamente candidato y, al parecer, lo ha encontrado en Diego Fernández de Cevallos, quien abandonó su cautiverio fresco, radiante, con una barba bien cuidada, perdonavidas, salidor y enamorado.



El caso de Diego Fernández desde el comienzo fue singular. Capturado el 14 de mayo con una facilidad pasmosa, en la camioneta que tripulaba se encontraron huellas de sangre; a petición de la familia las autoridades no intervinieron (y dado el final, ahora todos los secuestrados harán la misma solicitud que parece es la solución a la ineptitud policiaca); envió un carta donde le exige a su hijo deje de hacerse de papeles y pague lo que le piden; el hijo del papá al parecer se negó, pero al final alguien pagó, no se sabe quién, y sí fueron 50 o 30 millones de dólares; a lo largo del cautiverio se publicaron tres fotografías en donde se veía al ex senador realmente deteriorado, pero al final salió bien librado, de buen talante y perdonando a sus captores. ¡Claro! La noticia de su liberación no fue dada a nadie, sino, ¿a quien cree usted?, exactamente a Televisa, ante la desesperada impotencia de TvAzteca que se quedó con un palmo de narices, no fue ella la elegida.



Pero Televisa también fue birlada. En efecto, Fernández de Cevallos fue liberado por sus captores el 11 de diciembre, mientras el show mediático de su liberación se hizo nueve días después; por eso lo vimos bañadito, arregladito y con ganas de ver a la novia, a quien le entregó un fresco ramo de flores, no se sabe a título de qué.



Inicialmente se descartaron los móviles políticos en la captura de Fernández de Cevallos, se suponía era un grupo de delincuentes comunes. Se dijo, incluso, que eran colombianos ¡por supuesto!, cómo iban a ser mexicanos; sin embargo, ahora resulta que los captores de Fernández de Cevallos son delincuentes sólo que escriben, y escriben bien, citan a Bertold Brecht y hacen severas críticas a la oligarquía, a sus instituciones y al gobierno de Calderón y a Cevallos, que a quien con ingenio llaman “rentista de la crisis”. A partir de ahí, la trampa está tendida. La guerra sucia ha comenzado, el grupo secuestrador no ha sido señalado de una determinada filiación política, es cierto, pero le pido a usted amable lector que haga un pequeño esfuerzo por responder ¿en qué parte del espectro político quiere el poder que la población, que ira a votar el año próximo y en 2012, ubique a los secuestradores? No resulta difícil saberlo y esta propaganda subliminal es más efectiva que la acusación directa y propaganda abierta. Se sugiere y se deja al receptor del mensaje la conclusión final, que ya sabemos cuál es.





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