2011 pinta para superar con creces al 2010
La inmensa mayoría no lo sabe todavía, unos, los menos, los que van a acabar huyendo también del país porque no quieren verlo. Otros, la inmensa mayoría que se va a quedar a sufrir las consecuencias, porque ya perdieron incluso la capacidad de pensar. Pero, México empieza el 2011 como la más bananera de las repúblicas. Usando la palabra república de manera coloquial, desarmada que está del todo la estructura ética de los tres poderes que conforman una república.
A nivel federal, uno que hoy usurpa y su antecesor del mismo partido, en diez años llevaron al país a un retroceso de tal magnitud, que es difícil pensar que, a lo largo del siglo cuya primera década, de retroceso para México, la que hoy llega, por fin, a su fin, se vaya a recuperar, para ser, lo que era, que tampoco era ya gran cosa, cuando el último gobernante emanado del PRI entregara la estafeta al PAN. Varios siglos serían necesarios para regresar al México de antes de la asunción de la derecha al gobierno federal.
Por cuestiones meramente económicas, por dinero para engrosar sus bolsillos, Salinas desbarató el aparato de inteligencia que a la mexicana funcionaba. Zedillo acabó con la Corte y con el derecho de asilo. Fox no sirvió más que para robar y Calderón ha sido el encargado de hacer una limpia de mexicanos ensangrentando al país.
En Haití haríamos bien en empezar a vernos retratados el último día de 2010. Incluso porque como su calca vamos a recibir mañana al Nuevo Año. Quizá por debajo de Haití, incluso, transitaremos la próxima década, luego de haber tirado a la basura la primera del nuevo milenio que tantas esperanzas de cambio trajera consigo.
2010 ha sido un año en el cual el permiso a la limpia de mexicanos que la muerte encontraron a manos de criminales organizados desde el poder o con la venía del poder, ha cobrado tantas vidas que bien a bien ya nadie lleva del todo la cuenta. Cuando no 47 ejecutados, son 30, 27 los días que menos, de vez en vez 19, otros días 70.
En manos de apátridas hemos estado los mexicanos casi siempre. Malinchista, la clase política no ha sabido defender los intereses de la nación mexicana.
México pudo y debió ser un país comunicado por una amplia red ferroviaria. Pero no convenía así a los intereses de los yanquis y sin ferrocarriles nos encontramos.
México fue auto suficiente sembrador de maíz de primera calidad en muchos lugares. Pero la Monsanto se impuso al mundo, como uno de los grande capitales que al mundo manejan, y convirtió las semillas en transgénicas. Y ningún gobernante defendió, para nuestro país, la prevalencia de la calidad del maíz que sus suelos a los mexicanos nos dieran.
El General Lázaro Cárdenas recuperó para los mexicanos el petróleo. Para luego ser abandonada su infraestructura. Al grado que hoy nos dicen que hasta los “Zetas” pueden ordeñarla. El abandono detrás de los estallidos de las refinerías, que tampoco nunca cumplieron con el cometido de serlo en toda la extensión de la palabra. El petróleo ya no es nuestro y la electricidad tampoco. A remate el país ha acabado de salir con el usurpador Calderón sentado en la silla de un Ejecutivo que ya sólo despierta vergüenza.
El poder desprestigiado hasta lo inaudito. La clase política sorda y muda, pero vuelta parlanchina se define por el show mediático para el que se actúa. Fuera de la telebasura la clase política no existe. Una televisora vendiendo, como un producto chatarra más, al que mejor les garantiza que van a poder seguir haciendo todos los negocios que quieran. El arte de la política fue ejecutado de mala manera. La impunidad para los ricos y la corrupción como regla. Un año desastroso ha sido 2010 y 2011 pinta ya para superarlo con creces.
Por María Teresa Jardí
La inmensa mayoría no lo sabe todavía, unos, los menos, los que van a acabar huyendo también del país porque no quieren verlo. Otros, la inmensa mayoría que se va a quedar a sufrir las consecuencias, porque ya perdieron incluso la capacidad de pensar. Pero, México empieza el 2011 como la más bananera de las repúblicas. Usando la palabra república de manera coloquial, desarmada que está del todo la estructura ética de los tres poderes que conforman una república.
A nivel federal, uno que hoy usurpa y su antecesor del mismo partido, en diez años llevaron al país a un retroceso de tal magnitud, que es difícil pensar que, a lo largo del siglo cuya primera década, de retroceso para México, la que hoy llega, por fin, a su fin, se vaya a recuperar, para ser, lo que era, que tampoco era ya gran cosa, cuando el último gobernante emanado del PRI entregara la estafeta al PAN. Varios siglos serían necesarios para regresar al México de antes de la asunción de la derecha al gobierno federal.
Por cuestiones meramente económicas, por dinero para engrosar sus bolsillos, Salinas desbarató el aparato de inteligencia que a la mexicana funcionaba. Zedillo acabó con la Corte y con el derecho de asilo. Fox no sirvió más que para robar y Calderón ha sido el encargado de hacer una limpia de mexicanos ensangrentando al país.
En Haití haríamos bien en empezar a vernos retratados el último día de 2010. Incluso porque como su calca vamos a recibir mañana al Nuevo Año. Quizá por debajo de Haití, incluso, transitaremos la próxima década, luego de haber tirado a la basura la primera del nuevo milenio que tantas esperanzas de cambio trajera consigo.
2010 ha sido un año en el cual el permiso a la limpia de mexicanos que la muerte encontraron a manos de criminales organizados desde el poder o con la venía del poder, ha cobrado tantas vidas que bien a bien ya nadie lleva del todo la cuenta. Cuando no 47 ejecutados, son 30, 27 los días que menos, de vez en vez 19, otros días 70.
En manos de apátridas hemos estado los mexicanos casi siempre. Malinchista, la clase política no ha sabido defender los intereses de la nación mexicana.
México pudo y debió ser un país comunicado por una amplia red ferroviaria. Pero no convenía así a los intereses de los yanquis y sin ferrocarriles nos encontramos.
México fue auto suficiente sembrador de maíz de primera calidad en muchos lugares. Pero la Monsanto se impuso al mundo, como uno de los grande capitales que al mundo manejan, y convirtió las semillas en transgénicas. Y ningún gobernante defendió, para nuestro país, la prevalencia de la calidad del maíz que sus suelos a los mexicanos nos dieran.
El General Lázaro Cárdenas recuperó para los mexicanos el petróleo. Para luego ser abandonada su infraestructura. Al grado que hoy nos dicen que hasta los “Zetas” pueden ordeñarla. El abandono detrás de los estallidos de las refinerías, que tampoco nunca cumplieron con el cometido de serlo en toda la extensión de la palabra. El petróleo ya no es nuestro y la electricidad tampoco. A remate el país ha acabado de salir con el usurpador Calderón sentado en la silla de un Ejecutivo que ya sólo despierta vergüenza.
El poder desprestigiado hasta lo inaudito. La clase política sorda y muda, pero vuelta parlanchina se define por el show mediático para el que se actúa. Fuera de la telebasura la clase política no existe. Una televisora vendiendo, como un producto chatarra más, al que mejor les garantiza que van a poder seguir haciendo todos los negocios que quieran. El arte de la política fue ejecutado de mala manera. La impunidad para los ricos y la corrupción como regla. Un año desastroso ha sido 2010 y 2011 pinta ya para superarlo con creces.
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