La pobreza como forma de gobierno
Cristóbal León Campos
A pocos días de concluir la primera década del siglo XXI, es necesario reflexionar sobre las condiciones de vida de la población trabajadora en nuestro país. Pues desde 1982, el salario ha perdido más del 82 % de su poder adquisitivo, ocasionando que a la fecha la pobreza sea el signo característico de los últimos gobiernos mexicanos.
El neoliberalismo mexicano ha tenido en el período del espurio Calderón, la mayor reproducción de la pobreza. Según el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM), la Canasta Alimenticia Recomendable (CAR) pasó de costar $80.83 a $156.76, en el período correspondiente del 1 de diciembre del 2006 –fecha en que inicia el gobierno de Felipe Calderón- al 1 de abril de 2010, con un incremento acumulado de 93 % tan sólo en el rubro de alimentos, dejando de lado, el incremento en otros, como servicios, gas doméstico, renta, aseo personal y del hogar. Y el salario mínimo únicamente incrementó 17 % durante ese mismo periodo, sufriendo una pérdida en su poder adquisitivo de 47.1 %, la cual supera la sufrida en todo el sexenio de Miguel de la Madrid y de Carlos Salinas.
La política salarial que los panistas han impuesto a los trabajadores, los condena a enfrentar una constante y cada vez mayor disminución en el nivel de vida y de trabajo. La gestión de Felipe Calderón ha agravado el problema de la precarización de las condiciones laborales y de vida de los trabajadores mexicanos.
Debido al insuficiente poder adquisitivo del salario, los trabajadores en México han tenido que aumentar sus jornadas laborales. El 1 de diciembre del 2006, los trabajadores tenían que laborar 13 horas 17 minutos para poder adquirir la CAR. En cambio, para el 1 de abril de 2010 tenían que trabajar 21 horas 50 minutos. Actualmente para poder acceder únicamente a la Canasta Alimenticia Recomendable con un salario mínimo, el trabajador y su familia tienen necesariamente que sumar jornadas laborales diarias de muchas más horas. Y es que con el actual salario mínimo, millones de personas que representan cerca del 50 % de los trabajadores de la Población Económicamente Activa en México no tienen los suficientes ingresos para adquirir la CAR, incluyendo a la población trabajadora que percibe hasta dos salarios mínimos diarios.
Para ejemplificar la pérdida de poder adquisitivo del salario, basta con comparar los productos y las cantidades de ellos, que se podían comprar hace poco más de 28 años cuando iniciaba el modelo Neoliberal en México, y lo que se puede comprar hoy con el gobierno espurio de Calderón. Supongamos que el salario mínimo se dedica íntegramente a la compra de un solo artículo de la Canasta Alimenticia Recomendable (como ejemplo las tortillas), para ver cuánto se puede adquirir del mismo y ejemplificar de forma clara la pérdida del poder adquisitivo del salario.
El 1 de diciembre de 2006, con un salario mínimo de $48.67 pesos se podía comprar 7.22 kilogramos de tortillas de maíz, al 1 de abril de 2010 con el salario de $57.46 pesos sólo se podía comprar 6.04 kilogramos, es decir, 1.18 kilogramos menos. Desde la aplicación del modelo neoliberal, los trabajadores mexicanos han dejado de consumir --hasta la fecha indicada-- 44.87 kilogramos de tortillas.
Recientemente el salario ha vuelto a aumentar de forma ridícula, pues la necesidades básicas están muy lejos de ser satisfechas con un par de pesos de más. El espurio de Calderón sigue empeñado en ser recordado como el peor gobierno mexicano de las últimas décadas, pues junto a la agudización de la pobreza, su estadía en el poder sólo ha generado violencia, represión y la desintegración de nuestra nación. En nuestras manos está poner fin y evitar que la pobreza siga siendo la forma de gobierno en México.
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