México SA
Carlos
Fernández-Vega
Repsol: petrolera sin petróleo
La red del negocio español
Brufau: el popote trasnacional
Tras la nacionalización de YPF por el
gobierno argentino, Antonio Brufau, el orondo cuan cabreado presidente de la
trasnacional española Repsol, declaró que vamos a demostrar que nuestra
empresa, sola, continuará su camino, o lo que es lo mismo, que el consorcio no
requiere vejigas para nadar. Bueno, será que el susodicho amaneció más modesto
que de costumbre y con mejor ánimo que nunca, pero en los hechos resulta que
sola, lo que se llama sola, la empresa nunca podría continuar su camino.
Y lo anterior se debe a
una sencilla razón: de sus reservas petroleras probadas, solamente
uno por ciento se localiza en territorio español; el 99 por ciento restante
está fuera de sus fronteras, de tal suerte que Repsol es una petrolera sin
petróleo dedicada a meter el popote en terceras naciones, como en el caso
argentino, y a succionar y apropiarse de una riqueza de la que carece dentro de
los dominios del reino, del cual la trasnacional se declara súbdito y seguro
servidor, aunque en los hechos es exactamente al revés.
De acuerdo con su propia
información, “al cierre de 2010 las reservas probadas de Repsol (sin tener en
cuenta YPF), estimadas de acuerdo con la normativa de la U.S. Securities &
Exchange Commission (SEC), ascendían a mil 100 millones de barriles equivalentes
de petróleo, de los cuales 376 mil (34 por ciento) correspondían a crudo,
condensado y gases licuados, y el resto, 724 mil (66 por ciento), a gas
natural. En 2010, la evolución de las citadas reservas fue positiva, con la
incorporación de 165 mil barriles, destacando Perú (114 mil), Trinidad y Tobago
(15 mil) y Libia (14 mil). Estas reservas se localizan principalmente en
Trinidad y Tobago (36 por ciento). Un 46 por ciento de las mismas se sitúan en
el resto de los países de Sudamérica (Venezuela, Perú, Brasil, Ecuador…), el 12
por ciento en el norte de África (Argelia y Libia), el 5 por ciento en el Golfo
de México (Estados Unidos) y aproximadamente uno por ciento en España”.
Lo anterior confirma que
sola, lo que se llama sola, de plano nunca podría continuar ni obtener la
carretada de utilidades que anualmente reporta. Sola, dice Brufau, pero en
su propia casa no hay dónde meter el popote para obtener oro negro, de tal
suerte que a la usanza imperial y con el irrestricto apoyo del gerencial
gobierno español (con la oposición socialista en primera fila) en
2010 la trasnacional reconoció dominio petrolero para desarrollar 9
mil 5 kilómetros cuadrados y explorar 132 mil 407 más (sin considerar YPF)
fuera de las fronteras españolas. De estos últimos, el 30.2 por ciento se ubica
en América del Sur (sin incluir Argentina), 43.6 por ciento en Africa, 13.5 por
ciento en Asia, 3.4 por ciento en América Central y 3.9 por ciento en América
del Norte, para un total de 125 mil 247 kilómetros cuadrados (94.6 por ciento del
total). El 5.4 por ciento restante de su dominio (7 mil 160
kilómetros cuadrados) lo tiene en países europeos, en lo que de una u otra
suerte tiene influencia por su pertenencia a la eurozona.
Por si fuera poco,
Repsol reconoce un dominio bruto no desarrollado (queabarca la
superficie en la que no han sido perforados pozos o éstos no se han terminado
hasta el punto en que permita la producción de cantidades económicas de
petróleo y gas, independientemente de si dicha superficie contiene reservas
probadas, según su propia definición) fuera de las fronteras españolas de 306
mil 63 kilómetros cuadrados, de los que 96 por ciento se localizan fuera de
Europa. La gran reserva de la trasnacional se ubica en Africa, América del Sur
y Asia, con 90 por ciento del total.
Lo anterior no da
sustento a la temeraria afirmación de Brufau. ¿Sola? Pues bien, Repsol presume
de su presencia activa en los cinco continentes, aunque la mayor raja la
obtiene de América del Sur. En 2010, informa la trasnacional, la
producción de hidrocarburos de Repsol (sin tener en cuenta YPF) se cifró en 344
mil 256 barriles equivalentes de petróleo por día en 2010, lo que supone un
incremento de 3.2 por ciento respecto a 2009. Este aumento se origina
principalmente en Perú, por el inicio de la actividad de la planta de Perú LNG,
en junio de 2010; en Estados Unidos, tras la puesta en marcha de Shenzi en
marzo de 2009; en Libia, por el incremento de cuota, y en Venezuela, por la
incorporación de Barúa Motatán, parcialmente compensada con la venta de
Barrancas, ambas en febrero de 2010.
Desde un punto de vista
geográfico, agrega el consorcio, “el área de upstreamcentra su
estrategia tanto en las zonas clave tradicionales, localizadas en Latinoamérica
(Trinidad y Tobago, Perú, Venezuela, Bolivia, Colombia y Ecuador,
fundamentalmente) y en el norte de África (Argelia y Libia), como en las áreas
estratégicas de crecimiento a corto y medio plazos consolidadas en los últimos
años. En estas últimas destacan especialmente el Golfo de México estadunidense
(con el importante campo Shenzi, en producción desde 2009, uno de los
principales proyectos estratégicos de la compañía) y el offshore de
Brasil. La compañía ha participado en nuevos descubrimientos, lo que supone
continuar con los exitosos resultados exploratorios de 2008 y 2009. Estos
hallazgos se han realizado en Brasil (Creal B y Piracucá-2), Sierra Leona
(Mercury-1) y Colombia (Calamaro-1). También destaca en 2010 el resultado
positivo del sondeo de evaluación Perla 2x en Venezuela, que ha confirmado y mejorado
el gran potencial del área”.
He allí cómo es que
Repsol continuará su camino sola. Mientras, el gerente Mariano Rajoy llegó
a México a llorarle a Felipe Calderón por la decisión del gobierno de Cristina
Fernández de Kirchner. Se trata del mismo personaje que a rajatabla defendió la españolidad de
la citada trasnacional, cuando, por decisión de Juan José Suárez Coppel,
Petróleos Mexicanos alegremente destinó mil 700 millones de dólares para
duplicar su participación accionaria en el consorcio petrolero sin petróleo. Y
el gobierno del reino se le fue a la yugular al mexicano, y éste aplaudió.
Las rebanadas del pastel
¡Felicidades!, que México ya cambió:
en septiembre de 2006, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación reconoció que la intervención del presidente Vicente Fox en el
proceso electoral constituyó un riesgo para la validez de la elección,
pero no pasó nada ni se actuó en consecuencia; Fox quedó impune. En abril de
2012, el IFE “encontró responsable de violentar la Constitución al presidente
Felipe Calderón (…) pero no es sujeto de juicio político, sino sólo de
responsabilidad penal por traición a la patria u otros delitos graves, por lo
que es imposible sancionarlo”; Calderón quedó impune.
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