Por Alvaro Cepeda Neri
40 grandes empresas no pagan impuestos ni crean trabajo
http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=22&idTitulo=201687
En una entrevista radiofónica y fundamentando su información en los datos duros
de la Secretaría de Hacienda, del INEGI y la Bolsa de Valores, el investigador
Mario Di Constanzo ha constatado que casi 40 de las más poderosas empresas,
digamos mexicanas porque aquí operan y se llevan la tajada del león, no pagan
impuestos ni crean empleos. En cambio desde Miguel Alemán, el fisco le quita a
Pemex el 60 por ciento de sus utilidades; que durante seis años, Calderón usó
para engordar la nómina de sus amigos nombrados en cargos de segundo y primer
nivel en su administración. Y las poderosas empresas (Telmex, Televisa, Maseca,
etcétera y cuyos nombres se guardan como secretos ultraconfidenciales), que se
supone han de crear plazas de trabajo si difieren sus impuestos, no los pagan o
les son condonados porque hacen donaciones fantasma. Ni han ampliado su planta
laboral.
La carga fiscal la llevan los asalariados cautivos y los que cumplen con su
obligación hacendaria, pagando el impuesto sobre la renta, el IETU y el IVA
(que los peñistas quieren cobrar en medicinas y alimentos, lo que sería la gota
que derrame el vaso lleno de malestar social). Bienes y servicios del mercado
tienen impuestos que los simples mortales desembolsan, para enriquecimiento de
monopolios como Bimbo, Cemex, etc. En cambio, no les perdonan un peso a los
trabajadores cautivos del sistema fiscal. A los que amenazan (como los
despachos de cobranzas, a los que quieren meter en cintura) y multan en caso de
no reportar sus declaraciones mensuales y su corte anual, que deben pagar
religiosamente.
Que los grandes empresarios no paguen impuestos conforme a sus utilidades, es
un saqueo a las finanzas públicas. Un robo a la Nación, con la complicidad
gubernamental. El gobierno reporta creación de plazas laborales, porque el IMSS
le envía los formatos de solicitud de empleo y la institución los ingresa como
nuevos empleos, en una serie de maniobras favorables a los empresarios que
ahora quieren una contrarreforma laboral para tener esclavos. Quieren contratar
por medio de terceros, de tal manera que (en ocho horas contratarán a ocho
empleados o a cuatro, degradando el empleo), no cubrirán los mínimos de
bienestar y podrán cesarlos con una simple notificación por internet.
Y el peñismo, siguiendo al calderonismo, otorgará contratos de Pemex a empresas
privadas españolas, haciéndolo rehén de la privatización, y solapará que los
empresarios no paguen sus impuestos ni generen plazas laborales. Que lo hagan
los asalariados, las pequeñas empresas y los que trabajan por su cuenta, en una
trampa para quienes venden su fuerza de trabajo y son cautivos fiscalmente. Si
no se corrige esa desigualdad, favoreciendo a la oligarquía depredadora, y se
suma pobreza, desempleo y “hambre y sed de justicia”, no tardará en estallar
esa bomba de tiempo que le quitará la sonrisa a la élite plutocrática. La
Nación ha llegado a su límite y las manifestaciones de protesta por políticas
económicas y sociales, son un adelanto que, en una de esas, hacen circuito y
prenderán lo que puede ser la primavera mexicana.
cepedaneri@prodigy.net.mx
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