Héctor Ramón González
Cuéllar *
PEMEX, el petróleo al servicio del hampa
http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=22&idTitulo=200830
La empresa ya es un gran botín repartido entre el cártel petrolero texano,
intereses privados de una banda de pillos prianistas en el gobierno federal y
el crimen globalizado que sí saben explotarlo, en su beneficio. Para eso se
aplicaron tres décadas de neoliberalismo prianista. Esta es realidad cruda y
dura. La imagen falsa es que es de los mexicanos para salvar las formas a los
delincuentes y malhechores que regentean en el gobierno de liberalismo social
de marca salinista. Al revisar el libro de Ana Lilia Pérez (ALP), titulado El
Cártel Negro, se concluye que la idea es desmantelar, dividir en cachitos, ofrecerla
en pasarela por Europa por el casi presidente. Esta empresa que sostiene el 40%
del presupuesto anual de la nación, y un mercado con precios crecientes ha
creado ambiciones tales que pueden ser presagio de violencia social.
Los delincuentes de dentro y de fuera de Pemex, el cártel del crimen texano, el
sindicato y las mano negra de Los Pinos incluidos llevan a pensar que el caos
que domina al robarse a plena luz del día el petróleo crudo, el condensado, y
la importación de queroseno son negocios multimillonarios que envidian los
jeques árabes. En Pemex se documenta con la investigación de ALP que operan
cuatro poderes fácticos, por encima de la ley; los cárteles de Texas, del
Golfo, Los Zetas y el cártel de Los Pinos como coordinador y como tapadera de desinformación
los medios.
Porque al “ignorar” y prestar oídos sordos al asalto cotidiano a Pemex, por la
ordeña de ductos, el robo desde información confidencial, instalaciones,
plataformas en pozos profundos, auto tanques, en la Cuenca de Burgos (una olla
de miel de 27 mil kilómetros cuadrados en territorio de Tamaulipas), hasta la
agresión de las vidas de los trabajadores.
Mientras ¿qué hacen los líderes sindicales de Pemex, el director Suárez Coppel
y el mismo Calderón? Su participación y omisión en el saqueo de Pemex y
silencio cómplice es una traición a la nación, razón para un juicio político.
Si hemos aprendido a leer y a escribir, si se construyeron instituciones, es
gracias al trabajo de los mexicanos y al recurso estratégico expropiado por
Lázaro Cárdenas. Triturar a Pemex, abandonarlo a la delincuencia oficial y a
sus socios priístas y panistas. Un día son gánsteres y otro, banqueros,
funcionarios públicos, políticos, policías o empresarios muy decentitos. El
país se hunde por esta burocracia que roba los recursos que deberían incidir en
el desarrollo del empleo, el ingreso, la industrialización y un mercado interno
con economía regeneradora de riqueza. A este paso de descomposición de las
cúpulas, ¿qué quieren? ¿Más represión? ¿El país entraría en movilizaciones,
protestas, rebeldía e ingobernabilidad?
¿Qué sigue después de destruir las empresas del Estado, de administrar la
corrupción y la impunidad como la marca de gobierno entreguista? ¿Cómo
compensar la extraordinaria contribución de Pemex a la estabilidad general?
Serán tan ciegos en incrementar el IVA y otros gravámenes, incluidos medicinas
y alimentos a 22%. ¿Se repite la idea de España, Grecia, Italia? No esperan
consecuencias graves, si aprueban una ley laboral, no habrá resistencia social a
la contrarreforma que esclaviza el trabajo.
¿Por qué también privatizar Pemex? Es la base del desarrollo social en México.
La clase política, actúa fríamente y derivado de la traición a la Revolución
que degeneró por un siglo. El PRI “construyó” un inframundo de miseria, bajo un
censo dominante de analfabetos funcionales, de la manipulación política, del
corporativismo, de pobreza sistémica, de mexicanos arrodillados por el dolor
del hambre. 60% de quienes negocian su trabajo, su voto, su conciencia para sobrevivir.
De estos cárteles, el oficial (PRIAN) es el más aplicado a destruir al Estado,
incluye Pemex, Ferrocarriles, Transportación Marítima, Luz y Fuerza, Mexicana
de Aviación, ISSSTE, IMSS, la Banca de desarrollo, la educación, y quien se
atraviese.
A través de concesiones de territorios y sus brazos armados han hecho algo
insólito: han convertido a la empresa petrolera 11 del mundo en una cueva de
ladrones que se asocia con la oligarquía de Repsol, pierde este año en las
operaciones casi 20 mil millones de pesos.
La cereza del pastel: decenas de trabajadores de Pemex son desaparecidos en las
instalaciones petroleras en el Golfo de México, compañeros de las víctimas
pidieron ayuda en la agresión y en cien minutos no llegó nunca auxilio de
ninguna autoridad. Los obreros de Pemex no aparecieron en semanas, los
familiares desesperados ante la sordidez de las autoridades de Tamaulipas,
acudieron a la Ciudad de México ante Romero Deschamps y el director de PEMEX,
Suárez Copel, y jamás los recibieron. (Semanario ZETA)
*M.C. Héctor Ramón González Cuéllar es Académico del Instituto Tecnológico de
Tijuana
Correo electrónico: vistahermosa.ac@gmail.com
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