María Teresa Jardí
Para que la humanidad reflexionara Confucio nos dejó una gama de sabios consejos, que incluso se pueden consultar en la Red en esta era tecnológica. Lo que demuestra lo poco que la tecnología aporta al que por no ser inteligente no escucha y cree que todo lo hace bien, porque él todo lo sabe, y en palabras también de Confucio se le puede revertir que “Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces entonces estás peor que antes”. Asimismo el gran filósofo chino dejó para los siglos venideros las siguientes sabias palabras: “Saber que se sabe lo que se sabe y que no se sabe lo que no se sabe; he aquí el verdadero saber”.
Mientras escuchaba al usurpador pone a Ciudad Juárez de ejemplo de lo bien que funcionan las limpias como control de la delincuencia. Pensando seguramente que no importa el precio que su control impone, que es el de convertir en fantasmas las ciudades. Mientras lo escuchaba, leía la colaboración, publicada ese mismo día en La Jornada, del chihuahuense Víctor Quintana, titulada: La nueva guerra sucia, duelo sin fin:
“... Si la imposición de regímenes dictatoriales o autoritarios en los años 70 en América Latina desató la guerra sucia de los estados represores contra los disidentes armados o pacíficos de la izquierda, y significó el asesinato o la desaparición forzada de miles de ellos, la guerra contra el narcotráfico en México entraña la desaparición de miles de personas, no por disentir con el régimen, sino por estorbar a los objetivos ilegales de criminales, policías o militares. Es la nueva guerra sucia...”, denunciaba Víctor.
En Chihuahua es del dominio público —en ese estado norteño que hace treinta años, como Yucatán todavía hoy, se soñaba paraíso— que ya se cuentan por decenas los desaparecidos. A los que se suman los muchos otros que a diario desaparecen forzadamente en el resto del país.
Mientras en el canal de Congreso monologaban unos cuantos legisladores, casi todos de segunda, con el también muy, pero muy, de segunda, al menos para la función como garante de la seguridad pública. Seguramente en su paralela carrera como delincuente de altos vuelos debe ser muy bueno y quien comparecía para pedir que se le dejara otros seis años al frente de la misma instancia y además con el mando único de todas las policías encabezadas por su ejército paramilitar de hombres de negro, que Calderón, mintiendo, en el Castillo de Chapultepec, al día siguiente aseguraba que en México no existían.
Es admirable la vocación pacifista de Javier Sicilia, pero ¿no sería ya tiempo de qué estuviera llamando la salida de la sociedad entera a la calle en aras de cambiar el destino lamentable que a nuestra patria le han impuesto entreguistas como el usurpador panista?
Aunque fuera por congruencia. A final de cuentas lo de la falsa Procuraduría de Atención a las Víctimas a ninguno de sus seguidores se la dieron y tampoco van a nombrar a Alvarez Icaza ni a Sergio consejero del IFE. Tonto que es el usurpador, por supuesto. O listos que son los otros que ven que tampoco es ese movimiento el que pueda sacar a la calle a todos los mexicanos a protestar contra el sistema como están haciendo prácticamente ya todas las sociedades indignadas del mundo.
Muy bonito que obliguen a que se levante el usurpador a hacer un minuto de silencio por los, por él, asesinados. Muy bonito que se obligue a lo mismo al favorito de Palacio en el Legislativo. Pero lo uno no lleva a nada y lo otro exhibe que contamos como sociedad con un solo legislador —Gerardo Fernández Noroña— que en solitario, como Belisario Domínguez, denuncia al usurpador exponiéndose a correr su misma suerte.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario