sábado, noviembre 12, 2011

De miserias, riqueza y futuro : Jorge Lara Rivera



De miserias, riqueza y futuro
Jorge Lara Rivera


La abierta e ilegal intromisión del Ejecutivo federal en el proceso electoral michoacano resulta despreciable y desmiente la palabra empeñada por su titular de garantizar el cumplimiento de su deber de propiciar tranquilidad en el ambiente político.
El contraste es obvio. Cuando se “filtraron” –¿PGR, CISEN?– supuestas conversaciones telefónicas, comprometedoras para los ya ex gobernadores priístas de Puebla, Oaxaca y Veracruz, el duopolio las difundió machaconamente hasta el exceso. Y lo mismo ocurrió con los videos sobre presuntos sobornos del aventurero mercachifle argentino. En cambio, la conversación del secretario de Desarrollo Social, Jesús Heriberto Félix Guerra, en que evidencia el uso desviado que con fines electoreros para apoyar a la hermana del ocupante de Los Pinos, Cocoaína Calderón Hinojosa, da a la SEDESOL y el acuerdo con el panismo michoacano para entregar láminas y recursos, ha sido omitido ostentosamente en todos los canales del duopolio, mientras proliferan las protestas ante la evidencia de la injerencia del gobierno federal en los comicios michoacanos del domingo preparando una elección de estado que lo saque con el gustito de hacerla gobernadora.
En concierto con ese plan, desde Hacienda el tecnócrata José Antonio Meade ha retenido los recursos federales que debió entregar hace meses al estado de Michoacán, al punto de que el gobernador Leonel Godoy se ha visto en la imperiosa necesidad de emprender una acción legal contra el gobierno federal.
A su vez el todólogo Dionisio Pérez Jácome, relevo del inefable Juan Molinar Horcasitas en la SCT ha recibido demandas de respeto a los derechos humanos de posibles inversionistas que participan en el proceso para salvar de la inminente quiebra y desaparición de Mexicana de Aviación, pues además de bloqueos y trabas oficiales, reciben telefónicas amenazas de muerte para retirarse de ese rescate. Gerardo Sánchez Henkel, director jurídico de la SCT, ha salido al paso de los cuestionamientos a su jefe rebajando los requisitos exigidos por la ley. Qué tal.


Al respecto, cabe la mención del infame desalojo que por la fuerza realizó la policía capitalina a los pilotos y sobrecargos de ASPA, quienes protestaban a las puertas de la sede de SCT exigiendo su intervención para evitar la desaparición de la aerolínea que en connivencia dejaron perder por incuria interesada Juan Molinar cuando fue titular de la dependencia y el esquirol Javier Lozano Alarcón, quien permitió que se perdieran meses con una maniobra pueril e inverosímil destinada a estorbar tal rescate. Ese uso de la fuerza pública que incluyó un “paseo” intimidatorio a los detenidos antes de entregarlos a la autoridad correspondiente, y las declaraciones en apoyo a los granaderos de Marcelo Ebrard, pretextando la sacrosanta vialidad muestran el extravío de cierta izquierda. Luego dijo que su administración “siempre privilegia el diálogo”.
Así las cosas, en la burbuja rosa del mundo feliz en que vive, el jefe del Ejecutivo federal –cuando hasta sus amos en Estados Unidos reconocen que la Iniciativa Mérida no ha mejorado sustancialmente la situación con respecto al narcotráfico– insiste en posar para la posteridad, queriendo pasar a la Historia como salvador de la patria, aparecer como valiente y se hace el incomprendido por su tiempo, buscando convencer de que sus fracasos en empleo, seguridad y economía son en realidad logros. Pero las pruebas en contrario abruman: 50 mil muertos, millones de puestos de trabajo perdidos que no compensan los nuevos supuestamente creados este año –pese a sus ventajosas pero increíbles comparaciones con los empleos formales creados por la Casa Blanca, y cuando el empleo informal frisa el 30% (15 millones) de la Población Económicamente Activa; y el raquítico crecimiento que tendrán las finanzas nacionales éste y el próximo año pese al cacareado blindaje de la economía mexicana. Y que ni siquiera su perversa ocurrencia de reventar las arcas estatales y municipales (a las que los recursos federales que les corresponden llegaron apenas y deben ya devolverse, merced a las malas artes de Hacienda) con el adelanto de aguinaldos para favorecer a empresarios, ladrones y secuestradores. Mientras, el acedo neoliberalismo que se nos presenta como panacea, las calles de Chile y Colombia se llenan de jóvenes que exigen su derecho al futuro. Están pasando la factura al hecho de que en ambos países los oligarcas empoderados decidieron supeditar los intereses patrios a los dictados de Washington. Algo debe aprenderse aquí de eso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La responsabilidad social es la característica más importante de un gobierno progresista.
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