domingo, noviembre 27, 2011

La mentira como estrategia : María Teresa Jardí



La mentira como estrategia
María Teresa Jardí


La repetición de la mentira es una estrategia. Hemos olvidado ante la reiterada repetición de la mentira, lo que quedó claro para la humanidad, sin ir demasiado lejos, desde Hitler.
La mentira es la estrategia usada por el imperio gringo. También usada por Calderón para impedir la llegada de AMLO, ocultando que él debía habernos inspirado a todos el terror de en lo que él se iba a convertir para México. Aunque, a final de cuentas, la campaña del miedo contra Andrés Manuel, que se creyeron las clases que manejan la empresa y la política, sólo le haya servido a Fecal para llegar usurpando y para acabar siendo un genocida, que sin duda será juzgado, más temprano que tarde, en tribunales internacionales.
El tema del viernes en los noticieros radiales, como habrá sido en los televisivos y como lo era la nota en los diarios, fueron los asesinados calcinados dejados abandonados en camiones, trasladados a la vista de todos, en Jalisco.
A Carmen Aristegui, ese día la escucho decir que la manta con la explicación de la masacre dejada por quienes se reivindican como Zetas: “es un aviso para los ciudadanos”. No sé si son las palabras textuales usadas por la comunicadora. Pero, sin dudarlo, ese era el sentido de lo que dijo, en uno de los muchos comentarios del largo noticiero de ese día dedicado casi por completo a esa nota. Y, claro que tiene razón la comunicadora, porque efectivamente la amenaza es para los ciudadanos. Aunque no sea ese el sentido de lo que dice la manta. Quedando claro, cuando, por fin, se lee el contenido de la manta que “el recado”, en todo caso, es para los narcogobernantes que en México, tenemos aliados al grupo que “El Chapo” encabeza porque se ha convertido en informante del gobierno gringo. Pero es obvio que, sub-texto del hecho atroz, efectivamente la amenaza es para los ciudadanos.


Aunque, salte a la vista, a poco que se piense que el hecho en sí mismo, acompañado por la manta con “el mensaje” y por seres humanos calcinados de manera infame, no importa que sean delincuentes, puede ser cualquier cosa. La canalla exhibición de impunidad, frente al acotado derecho a la vida, en México puede ser una manipulación de la DEA, que tan mal parado está dejando al gobierno yanqui, con las declaraciones del “capo” extraditado, hablando justamente de la alianza de ese gobierno con “El Chapo”. Y también puede ser que los Zetas no sean exmilitares y continúen siendo militares en activo o que sean marinos. No lo sabemos. Que sean los paramilitares de negro que García Luna encabeza, entra también dentro de lo posible.
Nos hemos creído que “Los Zetas” son prófugos de un grupo de elite del ejército nacional entrenado por los yanquis como asesino. Pero ¿cuánto tiene que durar un entrenamiento así de atroz para despersonalizar a un ser humano? Pongamos que un año. ¿Cuántos fueron entrenados así? Pongamos que cien, exagerando. ¿Cuántos se convirtieron en prófugos del Ejército? Digamos todos, también exagerando. Simplemente con las veces que han asesinado o detenido, o eso han dicho, a “la cabeza de los Zetas” ¿cuántos pueden quedar con la infraestructura necesaria para calcinar montones de personas de golpe? ¿Dónde? ¿De qué manera? ¿Sin que nadie se entere? ¿Sin que se filtre, como se saben otras cosas, nada de nada? Ni que fueran niños de una guardería convertida en negocio de las familias mafiosas que usurpan el Poder. Es obvio que algo así se tiene que hacer en instituciones gubernamentales para que no se filtre dónde se hizo. Por más absurda que sea una mentira si se repite y repite, las personas al escucharla acabamos por interiorizarla y creernos que es cierta. Pero va siendo hora de que pensemos por nosotros mismos. Incluso porque ya es del todo obvio que la falsa guerra contra el narcotráfico es una estrategia de manipulación implementada desde el gobierno de derecha mexicano, por órdenes del gobierno gringo. Y, sobre todo, porque en ello nos va el futuro. Dado que como es evidente, eventos de esa magnitud, lo que generan es el miedo para hacernos creer, crédulo que ya ha demostrado que es el pueblo mexicano, que la estrategia de combate, de lo que no se combate, debe seguir, como ya señala que hará Peña Nieto si llega para quedar bien, él también, con los gringos. Cuando es todo lo contrario. Esa estrategia criminal debe ser parada de inmediato. Sin confundir control de daños con impunidad, que además es hoy lo único que prevalece. Puede tratarse de una estrategia entre un gobierno que no quiere perder como vecino al partido en el gobierno abominablemente entreguista en que el PAN se ha convertido. Puede ser el aumento de la violencia y del horror aplicado al otro para exhibirla en todo, otra vez una estrategia mentirosa para impedir la llegada de AMLO...

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