jueves, noviembre 24, 2011

JAIME ORNELAS DELGADO : Otra vez España



TENDAJÓN MIXTO
Otra vez España
JAIME ORNELAS DELGADO



En un día frío y lluvioso, el 20 de noviembre pasado (fecha en que el dictador Francisco Franco cumplió 36 años de muerto y que aquí en España la derecha le hizo el mejor regalo: devolverlo al poder) se realizó el proceso electoral que formalizó la llegada de la derecha franquista a la presidencia del gobierno español. El triunfo de Mariano Rajoy, el candidato del Partido Popular (PP), fue abrumador y hoy la derecha gobierna 15 de las 18 regiones autonómicas en que se divide el país y tiene mayoría absoluta en el Congreso.

La derecha se ha hecho hegemónica de manera, por decirlo de alguna forma, curiosa, pues su votación, el 20 de noviembre pasado, respecto a la obtenida a su favor en las elección anterior que en 2008 llevó a la presidencia del gobierno español a Rodríguez Zapatero, apenas si fueron poco más de 400 mil votos con lo que el PP no pudo alcanzar los 11 millones de sufragios que logró el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) hace cuatro años, y que el domingo pasado perdió más de 4 millones de votos en o que su propia dirigencia, no sin razón, considera una debacle total. El caudal de sufragios perdidos por el PSOE, los ciudadanos lo entregaron a múltiples partidos nacionales y regionales, rompiéndose así el bipartidismo tradicional en España, al grado de que en la próxima legislatura estarán representados 13 partidos políticos, a veces con un diputado como es el caso de tres partidos uno de ellos el Partido Cantábrico.



Otros partidos crecen de manera sorprendente, es el caso de Izquierda Unida (IU), que de tener sólo dos diputados en la legislatura que concluye tendrá en la que se inicia 11. Lo curioso, o por mejor dicho lo doloso, es que con el sistema de asignación de diputados el PP, con 44.6 por ciento de los votos, tendrá 53 por ciento de los 350 diputados que integran las Cortes; el PSOE con una votación correspondiente a 28.7 por ciento de los sufragios totales obtuvo 31.4 por ciento de los diputados; es decir, ambos estarán sobre representados; en cambio, IU que logró convencer a su favor a un millón 680 mil 810 ciudadanos (7 por ciento del total de sufragios emitidos) apenas llevará a 3.2 por ciento del total de los diputados. Como en todas partes se trata de minimizar la participación de los comunistas, que esta vez han ganado un terreno que nadie les regaló y que han ofrecido sostener la lucha social (dirigen Comisiones Obreras, una de las organizaciones de trabajadores más importante de España), reforzado la lucha política.

Pero dados en general los resultados electorales, pronto los españoles habrán pagar su entrega a las derechas, que ya se preparan para realizar las reformas que escondió a los ciudadanos en los que se llamó la “agenda oculta” del Partido Popular y que, con mayor claridad, se terminó calificando como la “estafa democrática”. La reforma laboral, la educativa, abolir la ley que permite la interrupción del embarazo como decisión exclusiva de la mujer y la que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, así como los recortes de recursos públicos a la educación, la sanidad, el fomento al empleo, el alargamiento de la edad de jubilación y la reducción de los salarios y las pensiones, están en la mira de las derechas que ya se frotan las manos.

La demagogia de las derechas, que no podrán modificar la política de recortes y ajustes para salir de su deuda y retrasar la crisis, así como las exigencias de los gobiernos de Europa, particularmente las presiones de Ángela Merkel para que de inmediato al asumir Rajoy el gobierno español inicie las reformas “necesarias”, tendrán a los españoles en un plazo muy breve en las calles, parece inevitable.

Por lo pronto, Rajoy ya pidió apretarse los cinturones y proclamó los tres ejes de su gobierno; austeridad, reformas y europeísmo. Por cierto, de América Latina, nada lo cual es un pésimo presagio sabiendo del odio, ¿de qué otra manera se puede llamar?, por los gobiernos y los pueblos que no se doblegan al neoliberalismo.

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