viernes, noviembre 25, 2011

Tres fuerzas, dos proyectos : Julio Pimentel Ramírez



Tres fuerzas, dos proyectos
Julio Pimentel Ramírez


Ya en plena carrera electoral que culminará el 1 de julio de 2012, fecha en la que los mexicanos tienen la oportunidad de influir pacíficamente y con su voto en el destino de la nación, las cosas empiezan a definirse en cuanto a los candidatos que encabezarán a las tres fuerzas político electorales que representan tendencias diversas, dos que convergen por la derecha: el PAN y el PRI con sus aliados incómodos, partidos que con matices buscan continuar con el mismo modelo económico y sin modificar un ápice el régimen político autoritario que actualmente predomina.
En tanto, del lado de las fuerzas progresistas y de izquierda se abre paso con dificultades un unitario proyecto alternativo de nación, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, quien conservando su compromiso con los que menos tienen, renueva su discurso añadiendo conceptos éticos y abriendo el abanico de alianzas, incluyendo a empresarios y otros sectores sociales.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD), Partido del trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (antes Convergencia), en alianza con el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), dieron un paso histórico al lograr sacar adelante un candidato de unidad, logro trascendente que deberá ser alimentado día a día en los hechos, no solamente en el discurso.


En el PRI, partido en el que la candidatura de Enrique Peña Nieto ha sido construida desde la cúspide de poder y con la fuerza de los grandes medios de comunicación, se padece un proceso de enconada disputa entre sus grupos, avivada por el hecho de que se perciben en la antesala de Los Pinos.
La decisión de Manlio Fabio Beltrones de declinar a sus aspiraciones a la candidatura presidencial -pretensión de por sí de difícil concreción-, más que dejar el camino libre a Peña Nieto dificulta la legitimación del proceso interno y los coloca en la disyuntiva de perder tiempos de televisión y radio (algo indispensable para un personaje mediático, que poco sabe del trabajo a ras de tierra) o recurrir a la simulación y poner a la sombra del mexiquense a un patiño cualquiera.
Crecen las voces discordantes en el PRI, a la sutil de Beltrones se suman otras de manera abierta, entre ellas las de Francisco Labastida Ochoa y de militantes de Chiapas, Sinaloa y Puebla, que se manifiestan en contra del convenio de coalición con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el Partido Nueva Alianza (el Panal de la maestra Elba Esther Gordillo).
La crítica, más que un rechazo a las alianzas, es de repudio a la forma en que la dirección del PRI procesa el reparto de posiciones. Acusan a Humberto Moreira de ser acólito de Elba Esther y entregarle parcelas de poder que no corresponden a su fuerza política real, pero que le permitirían colocar en ellas a parientes, hija y yerno, en detrimento de militantes priístas que se creen con los derechos para ello. Ni qué decir de asegurarle un espacio al tristemente célebre “Niño Verde” Jorge Emilio González, en Quintana Roo, para que vigile mejor sus negocios en Cancún.
En este punto cabe anotar, por ejemplo, que en las recientes elecciones de Michoacán el PANAL decidió ir en alianza con el PAN y no con el PRI, a la maestra le da lo mismo -y a estos dos partidos no les interesa la congruencia y los principios, solamente la pragmática ambición política-, con resultados que muestran que Alianza Nacional sabe vender muy bien sus servicios aunque no los valga.
Del total de votos que obtuvo la panista Luisa María “Cocoa” Calderón -alrededor de 500 mil- el PANAL solamente contribuyó con poco más de 10 mil sufragios lejos de los 40 mil esperados, cuando el candidato del PRI Fausto Vallejo le sacó a la “hermana preferida” una ventaja de 52 mil votos.
Saque usted sus conclusiones del peso específico de las huestes de la maestra en estas elecciones, en las que se habla de presiones del crimen organizado a favor del tricolor y se olvida la presencia de la mafia gordillista, así como la de las intervenciones ilegales del gobierno federal y la fuerte presencia en Michoacán de las fuerzas federales que encabeza el cuestionado Genaro García Luna, personaje acusado públicamente de vínculos con el narcotráfico. Qué triste decir aquí, “quien esté libre de pecado que tire la primera piedra”.
En este breve espacio comentaremos que en el PAN no cantan mal las rancheras y vemos una contienda interna en la que destacan los esfuerzos, a todas luces inútiles, de Felipe Calderón por imponer a su delfín, disfrazado de Cordero, aunque parece ser que finalmente se decidirán por Josefina Vázquez Mota, la que con el hecho de ser mujer tiene ya un hándicap a su favor (comentario sin carga misógina sino observando el hecho de que sería la única mujer en la lid electoral), al menos en ciertos sectores de la ciudadanía.
Más allá de su candidato el PAN, lo mismo que el PRI, ofrece continuidad en los ámbitos económico, político y de seguridad, así como el de seguir al pie de la letra lo que se ordene desde allende El Bravo. Para la apacible y “dulce” Vázquez Mota no importan las 60 mil ejecuciones, 10 mil desaparecidos y todo el sufrimiento que ello conlleva: promete seguir el mismo camino del ilegítimo Felipe Calderón.

No hay comentarios.: