jueves, septiembre 01, 2011

Bajo crecimiento y sin blindaje : Rogelio Ramírez de la O


Rogelio Ramírez de la O
Bajo crecimiento y sin blindaje


La economía entró en trayectoria de bajo crecimiento, probablemente
entre 2% y 2.5%, aparte del año electoral 2012. Ya mostraba
desaceleración desde mayo, aun cuando el gobierno y varios bancos
sostenían que crecería en 5% durante 2011.

Esto se debe a que Estados Unidos cayó en desaceleración de 1% en el
segundo trimestre y en particular su consumo personal bajó a 0.4% a tasa
anual. Es muy obvia la rapidez con la que su desaceleración se
transmitió a México.

De esto se desprende que la economía doméstica no tenga nada que pueda
llamarse mercado interno, cuando menos como colchón a la desaceleración
de la exportación.

La falta de una demanda impulsada por el músculo interno hace ver los
llamados de los políticos a que el gobierno aplique un blindaje como
expresiones vacías de sentido programático. En muchos casos ni siquiera
saben lo que dicen. Algunos, de buena fe, quisieran que la economía
estuviera más diversificada, para que si Estados Unidos se debilita
México pueda seguir creciendo: sólo buenos deseos.



Lo que la mayoría no quiere admitir es que, como está formulado el
llamado “modelo” de la economía, no ofrece espacio para introducir
ningún nuevo ingrediente sin que descomponga el objetivo de la estabilidad.

Este objetivo sólo incluye inflación, equilibrio de las finanzas
públicas y un peso fuerte contra el dólar. Todo lo demás, crecimiento,
distribución, empleo o exportaciones son residuales a la prioridad de
estabilidad. Si, por ejemplo, Estados Unidos crece a tasas altas y con
ello facilita las exportaciones, el empleo y el crecimiento, qué bueno.
Pero si no lo hace, ni modo.

Con el solo objetivo de estabilidad, un aumento repentino del gasto
público para suavizar la caída estadounidense causaría más inflación por
la poca capacidad de oferta interna e infraestructura, o simplemente más
importaciones y mayor déficit externo, por la falta de competitividad.
Por eso el gobierno no hace nada para impulsar la demanda interna y ahí
está su respuesta al blindaje.

La insatisfacción de los políticos con este estado de las cosas es
puramente superficial, pues ellos han sido parte del consenso político,
sobre todo entre el PRI y el PAN, para aplicar este modelo sexenio tras
sexenio. Después de años de estabilidad sin crecimiento, su explicación
clásica es la falta de reformas estructurales.

Tampoco se quieren dar cuenta de que las principales reformas
estructurales ya ocurrieron y que en lugar de impulsar el crecimiento
redujeron su potencial, incluso cuando varias de ellas tenían la
apariencia de modernizadoras.

Por ejemplo, las privatizaciones, en su gran mayoría, convirtieron
monopolios públicos en monopolios u oligopolios privados que restaron
competitividad a la economía. También ellos toleran toda la legislación
y regulación que mantiene a la banca como un sector que gana mucho, pero
no prestando a las empresas, sino cobrando muy caro sus servicios.

Igualmente aprobaron todos los presupuestos en los cuales se triplicó el
gasto, de 1.2 billones de pesos al comenzar Vicente Fox, a 3.6 billones
que se planea para 2012. Esto, a pesar de que no han hecho mayores obras
públicas. Hoy sólo las rencillas causan reclamos del PRI por los altos
sueldos de la burocracia gubernamental, pero no plantean ninguna
austeridad en serio.

Si el objetivo fuera el crecimiento, y el equilibrio de las finanzas
públicas no fuera el objetivo sino sólo una restricción, entonces el
gobierno estaría obligado a hacer más obra con los mismos recursos que
ya tiene y, por lo tanto, reduciría el gasto burocrático. Ese cambio no
se incluye en los llamados a un supuesto blindaje.

rograo@gmail.com

Economista

No hay comentarios.: