martes, septiembre 27, 2011

¿Y siguen aquí? : Jorge Lara Rivera



¿Y siguen aquí?
Jorge Lara Rivera

Miles de millones de pesos luego, tirados por el Ejecutivo federal en su propaganda de autoelogio y desinformativa, el índice de ocupación volvió a aumentar en agosto (según el INEGI) cuando ha iniciado el último año de la “presidencia del empleo”. Para colmo, un fau pas de Chepina Váquez Mota confirmó el desaseo de que surgiera la actual administración, exhibiendo turbios manejos de Carlos Ugalde en el IFE en 2006. De ahí las rabietas, las patadas de ahogado y recriminaciones a un pasado que obvia 11 años de PAN-Gobierno en cada aparición pública del ocupante de Los Pinos (si hasta habla de “ética” y “honestidad”) y en “cumbres” oficialistas del panismo (donde el pelele Gustavo Madero “reconoce errores y fallas” de su partido), mientras a marchas forzadas para consumar una elección de Estado que los conserve en el poder preparan tretas y triquiñuelas –tal los “informes regionales” del V Informe; por cierto, ¿dónde andan el IFE y el TEPJF que no sancionan la anticipada inducción del voto que aquél cometió en su intervención del sábado, a pesar de que proclama a los 4 vientos que no va a influir en el proceso electoral 2012”?


Pero, allí tiene que la Comisión legislativa que audita la Estela de Luz del Bicentenario y ha tenido acceso al contrato original y 3 convenios modificatorios por los cuales el costo de la obra pasó de 390 a 1035 millones, reportó nuevas irregularidades en ese proyecto: resulta que se pagó una elevada comisión por servicios del gobierno al gobierno (80 millones) a la empresa federal Triple I –de la cual 25 funcionarios fueron despedidos no por honrados; asimismo, aunque el precio aumentó, la construcción prometida se redujo injustificadamente, desapareciendo una plaza conmemorativa que está eliminada de la obra comprometida a entrega. ¿Qué tiene Alonso Lujambio Irazábal qué ver o decir al respecto? Por igual camino se ve que el nivel riesgo-país aumentará.
Tras el cierre la semana previa en 200 puntos ese indicador avalado por Hacienda creció a 246, aunque en la capital del capitalismo, a través de una revista financiera especializada, el gran capital (FMI y Banco Mundial) premie la sumisión a sus intereses del servil gobernador del Banco de México, Agustín Carstens Carstens, designándolo el “banquero central del año” del continente; lo cual aunque suene impresionante no es gran cosa si se recuerda que hace no tanto la impune maquiladora de expedientes del Michoacanazo y otras aberraciones jurídicas, Marisela Morales Ibáñez (“valiente”, la llamaron) fue premiada allí mismo como Mujer del Año. Entre tanto, el tecnócrata neoliberal José Antonio Meade Kuribreña insiste en que la lenta recuperación económica de Estados Unidos “no afectará el crecimiento de la economía mexicana” y que “hemos logrado reducir la dependencia del mercado estadounidense” ¿En serio lo piensa ese oneroso burócrata, de veras espera que le creamos? Si Carstens mismo trata de salvar la cara diciendo que “confía en que cuando el polvo se asiente los inversionistas institucionales se darán cuenta de lo sólido” de las seguridades que ofrece nuestro país. ¡Vaya crédulos y gente de fe que nos salieron!, en lugar de preparar medidas contracíclicas anticipando alzas de precios en productos básicos, más desempleo y mayor pobreza. Y es que las bolsas de Asia y Europa siguen con grandes altibajos y la volatilidad de los mercados no presagia buenos días para el pesito que tendrá que esperar a llegar a 14.50 por dólar para que Banxico actúe.
Y sigue la violencia y la inseguridad (una treintena de policías, incluidos 2 mandos, fueron “detenidos para ser investigados” en Lerdo, Dgo.) que proliferan, salvajes, por el país, más acusados signos de exasperación social, como el nuevo linchamiento de un presunto secuestrador de un camión de pasajeros del transporte público en Salvador Atenco (sus 3 compañeros tuvieron que ser rescatados de la turba por policías), ante el lento reaccionar de la Federación como el anuncio de que se reforzará la seguridad en Veracruz, o el tardío alerta de CONAGUA por la sequía en los estados del Norte. ¿“Ética”, “honestidad”? ¡Ya parece!

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