martes, septiembre 20, 2011
María Teresa Jardí : Las mujeres
Las mujeres
Por María Teresa Jardí
Para Chilo, también misionera franciscana, por la muy merecida sorpresa que hoy va a recibir
Primero les cuento hasta dónde va la historia de las amenazas a Fray Tomás González y otros activistas defensores de migrantes, tomando para ello el relato hecho por las víctimas luego de las muchas horas de miedo.
Recordarán que llegó un hombre en una camioneta Lobo, pues, bien, las placas de ésta son RB-94-861 del estado de Nuevo León.
“... Venía vestido de manera informal con playera y pantalones cortos de color verde (como los que usa el Ejército). Se dirigió a los miembros del Ejército y les dijo que revisaran la camioneta a la fuerza y que bajaran a la fuerza a la gente. Fray Tomás le tomó fotos y el hombre lo empezó a insultar verbalmente diciéndole: ‘Hijo de tu puta madre, te voy a romper todo lo que tienes de madre, pinche indio pendejo taimado no vales nada, hasta borracho estás cabrón’ y amenazó con golpearlo. A lo que el fraile respondió que cuidara mucho sus palabras, que lo estaba amenazando y que había testigos (más de 20 policías estatales y más de 15 soldados). El hombre dijo nuevamente con insultos: ‘aquí nadie es testigo de nada, nadie vio ni escuchó nada’.
Efectivamente ninguno de los presentes se movió para frenar la agresión. En ese momento entró al celular de Fray Tomás una llamada de personal de la Quinta Visitaduría de la CNDH y, al ser informados de la situación, pidió que le comunicaran a este personaje. Con insultos expresó que no tenía nada que hablar con nadie, que los derechos humanos no valían para nada. Nuevamente Fray Tomás fue amenazado por este hombre en presencia de la Policía y el Ejército. Cuando llegó al lugar el Presidente Municipal de Tenosique y señaló que ya había hablado con el Capitán Rodríguez, éste se acercó, se arrogó la responsabilidad del operativo, pero no quiso dar su nombre completo. Al explicarle Tomás del incidente que estaba ocurriendo y las amenazas del hombre de la camioneta Lobo el Capitán Rodríguez dijo: ‘aquí no ha pasado nada’. Momentos más tarde elementos de Tránsito Municipal, tres patrullas de la Policía Municipal, así como una tanqueta más del Ejército mexicano con alrededor de 20 soldados fuertemente armados y con pasamontañas se sumaron a la intimidación y retención, en repetidas ocasiones hicieron el intento de bajarnos del vehículo a lo cual nos oponíamos porque nuestras vidas corrían peligro. Los que estábamos a bordo de la camioneta nos sentimos bastante intimidados y decidimos no bajar más del carro hasta que llegara la CNDH. La retención ilegal, el hostigamiento y la intimidación duraron cerca de cuatro horas. Alrededor de las nueve de la noche se retiraron las camionetas del Ejército y de la Policía y nos mantuvimos aún en el lugar por más de dos horas esperando al personal de la CNDH...”.
Del pasó de la Marina, la Policía Federal y el Ejército Nacional, en ese orden, en el desfile de 16 de septiembre de 2011, destacaba, además del camuflaje y los gritos estilo kaibil de los integrantes de los diversos grupos participantes, el aumento impresionante de mujeres convertidas en militares, que hoy participan en el Ejército regular y en la Marina. Antaño en México, cuando llegaban los tanques a las comunidades, las mujeres indígenas, campesinas y mestizas se tiraban en el suelo para no dejarlos pasar. Muchos de los hombres de esas mujeres conservaron la vida en virtud de la valentía de las mujeres mexicanas, hoy cooptadas como represoras y, peor aún, para desintegrar a las naciones indígenas.
También el México pluriétnico va a ser ejecutado en el año que le queda al usurpador de desgobierno al frente del Ejecutivo federal. Va por todos, aunque todavía no lo entienda la inmensa mayoría.
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